Otro hueso para Pedro Sánchez: ERC pide expulsar a la Policía Nacional de su sede en Barcelona

"A las entidades memoriales no nos gusta que nos tomen el pelo. Y menos todavía en periodo electoral, justamente cuando pedimos, como hemos hecho en otras ocasiones, que todas las fuerzas políticas que concurren a las elecciones expongan de forma clara y rigurosa sus programas en materia de memoria democrática y, en concreto, digan cuáles son sus intenciones sobre Via Laietana 43".

La frase es de un comunicado de este jueves emitido por el Ateneo de Memoria Popular, plataforma que agrupa a 18 entidades (entre ellas, Amical Mauthausen, la Fundación Cipriano García de CCOO, Iridia, Fundació Neus Català, Amical de Ravensbrück, Amical de les Brigades Internacionals, o la Associació Catalana de Persones Expreses Polítics Franquisme).

Lo que reclama la plataforma es el traspaso de la sede del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de la Via Laietana a la Generalitat para crear en ese edificio un "museo de la tortura" o, dicho con el eufemismo que se ha puesto de moda los últimos meses, un "espacio de memoria democrática".

Es una ofensiva en la que participa también ERC, que presentó paralelamente una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados para forzar a Pedro Sánchez a pronunciarse y zanjar el tema estableciendo un calendario de desalojo. Los republicanos quieren escribir en su diario el desahucio de la policía española para enmarcar el hito como un acontecimiento histórico.

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Se trata de un tema de hondo calado simbólico: el desalojo de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña del edificio de Via Laietana 43 sería una victoria del independentismo: sería la visualización de "la expulsión de las fuerzas de ocupación". Una victoria moral en toda regla sobre el Estado español.

Luego, se haría un museo sobre las torturas desde 1939 en adelante, pero obviando la época de la República, fechas en las que edificio perteneció a la siniestra Secretaría de Seguridad de la Generalitat y donde las torturas no fueron menos que durante la época franquista. Esa etapa, sorpresivamente, está vetada a la memoria histórica.

La intención del Gobierno

El ministro de Política Territoprial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, se desplazó a Barcelona esta semana para reunirse con el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni. Entre otras cosas, deslizó que el edificio podría seguir albergando a la cúpula del CNP y destinar otras dependencias a memorial democrático.

Pero los independentistas no tragan con esa división: quieren el desalojo completo de la Policía del lugar, aún cuando ése fue un edificio privado que pasó de manos de los Vidal-Quadras a los Milans para acabar en manos del Ministerio del Interior. Jamás formó parte del patrimonio de la Generalitat (sólo fue cedido temporalmente a ésta durante la República), por lo que históricamente no existe justificación alguna para la reclamación.

El Ateneo de Memoria Popular también se opone al doble uso del edificio. "Para nosotros, sólo es aceptable que se convierta en un espacio de memoria y sea un centro de interpretación de las torturas y la represión de la dictadura franquista. Y consideramos que esto es incompatible con el mantenimiento de los usos policiales en el mismo edificio".

Opinión

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En junio de 2017, el entonces diputado de ERC Joan Tardà presentó en comisión parlamentaria una proposición no de ley pidiendo contemplar "la reconversión del edificio en un museo-memorial, documental y archivístico de la represión franquista".

La proposición fue aprobada por una amplia mayoría, pero los independentistas interpretan la votación en una comisión como un mandato del pleno de las Cortes españolas de traspasar el edificio. "Nada más lejos de la realidad. No se acordó nada, lo único cierto es que se habla de estudiar si se reconvertía el edificio, pero no se hablaba de ningún compromiso más", indica a El Confidencial una fuente socialista.

El 11 de enero de 2023, el Ateneo de Memoria Popular presentó una solicitud para incoar un procedimiento con el fin de declarar la Jefatura Superior de Policía de Cataluña como "lugar de memoria democrática". Como no estaba hecha la Ley de Memoria Histórica, su proposición cayó en saco roto. Los socialistas no se oponen, pero han hablado ya con algunas organizaciones que permitirían la convivencia de dependencias policiales y dependencias de memoria democrática. "Hay organizaciones que no tendrían inconveniente, en que la Jefatura de policía conviviese con un espacio de memoria democrática conviviendo con la cúpula policial", aseguran fuentes socialistas.

Presión de ERC

El senador republicano Joan Josep Queralt insistió en las anteriores semanas en la necesidad del traspaso del edificio. "En todas mis intervenciones, señor ministro, acabaré con una coda: Via Laietana. Por favor, traspase Via Laietana. Dejemos de estar, como decimos en catalán, de romanços. Dejémonos de excusas baratas. Traspasen de una vez Via Laietana. Creemos un centro de memoria, reparación y restauración de la dignidad de los represaliados por el fascismo; un fascismo que sigue estando presente en nuestras calles y en nuestras instituciones", espetó el senador al ministro Torres en la Cámara alta en febrero pasado. A partir de entonces, las apelaciones al traspaso del edificio han sido continuas.

Ahora, a pocas semanas de las elecciones, el culebrón adquiere otro matiz: se presenta una batería de preguntas en el Congreso para visualizar que el tema sigue vigente y que tiene tirón popular. Los socialistas no se oponen al uso del edificio como espacio de memoria, pero de momento se niegan a desalojar a la cúpula policial de su histórico emplazamiento.

Por el contrario, ERC quiere fijar ya una fecha y apremia a Pedro Sánchez con ello porque necesita otro triunfo ante la ciudadanía para escenificar la expulsión de las 'fuerzas de ocupación'. Sería una victoria sobre España y sobre Junts per Catalunya. Además, quiere echar mano y estudiar todos los archivos policiales entre 1939 y 1977 abiertos por la VI Brigada Regional de Información Social y avisa al Gobierno central que ese material ha de ponerse a disposición del nuevo Memorial que quiere hacer el independentismo. La cercanía de las elecciones ha dado oxígeno a un asunto que hace como las fuentes del Guadiana: aparece y desaparece en el horizonte dependiendo de la cercanía de las elecciones.