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El grupo que disparó a Vidal-Quadras colocó dispositivos electrónicos para vigilarlo en su casa
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Sami Bekal, clave en la financiación

El grupo que disparó a Vidal-Quadras colocó dispositivos electrónicos para vigilarlo en su casa

La investigación policial atribuye al grupo de delincuentes un nivel de sofisticación por la tecnología empleada y un presupuesto que se elevó a varios miles de euros

Foto: Alejo Vidal-Quadras. (EFE/Martial Trezzini)
Alejo Vidal-Quadras. (EFE/Martial Trezzini)
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El grupo que atentó contra Alejo Vidal-Quadras no solo realizó seguimientos al expolítico los días previos para conocer sus movimientos, sino que también contaba con dispositivos electrónicos para vigilarlo en su domicilio, avanzan a El Confidencial fuentes de la investigación. Este dato forma parte de la información con la que cuentan los expertos de la Policía Nacional, que van conociendo más detalles sobre la planificación y financiación del intento de asesinato del que fuera líder del PP de Cataluña y cofundador de Vox.

Las sospechas de que los delincuentes tuvieran acceso a esta tecnología arrojan nuevos interrogantes sobre el apoyo con que contó el grupo. Este tipo de dispositivos imprimen un nivel extra de sofisticación a la planificación del atentado. Sus autores no acabaron con la vida de Vidal-Quadras y los errores cometidos en la huida han permitido a la Policía Nacional identificar hasta a seis de sus implicados y determinar las funciones que tenía cada uno. Pero la parte más compleja hasta el momento es confirmar cuál fue la motivación para atacar a un dirigente conservador alejado desde hace años de la primera línea política.

La Audiencia Nacional mantiene bajo secreto de sumario unas pesquisas por terrorismo. Vidal-Quadras marcó a los policías la posible autoría del régimen iraní de los ayatolás, al que lleva décadas enfrentado. Los encargados del caso nunca han descartado esa línea de investigación, pero que el presunto cabecilla, Sami Bekal, se fugase a Marruecos un día antes de los hechos abre otras alternativas. Los investigadores apuntan a este individuo como el dinamizador del resto y quien corrió a cargo de los gastos.

Teléfonos móviles, vehículos, billetes de avión, estancias en hoteles, transferencias de dinero, desplazamientos a Madrid, material electrónico de vigilancia… La primera conclusión de los agentes es que el grupo tenía un presupuesto elevado para la ejecución del plan, que ascendió a varios miles de euros. Solo para comprar la moto que usó el autor material del disparo para escapar del lugar emplearon 4.000 euros, según las fuentes consultadas. Apareció calcinada en un polígono industrial de Fuenlabrada, pero se podía apreciar la matrícula, ES 9073 HZM. A partir de ese dato, la Policía dio los primeros pasos de la investigación.

Foto: Alejo Vidal-Quadras, durante una charla en Albania, 2014. (Getty Images/Siavosh Hosseini)

La moto la adquirió un joven de 22 años natural de Mijas (Málaga) llamado Adrián Ruiz, que se desplazó hasta Madrid para ello. Fue detenido por su participación en los hechos, pero el juez lo dejó en libertad provisional tras prestar declaración. Afirmó no saber para qué iban a usar esa moto. A él le dieron cerca de 500 euros por los servicios prestados. También le indicaron que presentase una denuncia falsa diciendo que le habían robado el vehículo. Adrián Ruiz sostiene que le utilizaron y le engañaron. Se enfrenta ahora a unos cargos que le pueden reportar una condena elevada de cárcel.

Fueron múltiples los viajes, tanto en coche como en tren, desde Andalucía a Madrid para realizar gestiones relacionadas con el atentado perpetrado el 9 de noviembre. Tras la acción, uno de los detenidos en Granada, Naraya Gómez, estuvo días comunicando con el cerebro del grupo mediante un móvil que usaba básicamente para tener esa línea de contacto abierta. Antes de eso, llevó hasta Portugal al autor material del disparo, el francotunecino Mehrez Ayari, en paradero desconocido. Hasta poco antes de la acción, hubo movimientos de dinero en sus cuentas. A falta de tres días para el atentado, el cabecilla ingresó a Naraya Gómez otros 250 euros en una cuenta bancaria del Banco Santander.

Foto: Alejo Vidal-Quadras. EFE Martial Trezzini

El venezolano detenido este martes en un puesto fronterizo entre su país y Colombia, Greg Oliver Higuera, escapó en cuanto empezaron los primeros arrestos, el 22 de noviembre. Se desplazó hasta el aeropuerto de Madrid Barajas y se subió en un avión con destino a Sudamérica minutos después de pagar el billete en efectivo. Los dispositivos electrónicos de vigilancia se unen a los seguimientos presenciales que los investigadores realizaron sobre Vidal-Quadras en el barrio de Salamanca de Madrid, donde reside.

Uno de los primeros movimientos de la Policía fue requisar las grabaciones de las cámaras de videovigilancia de los comercios de la zona ante la sospecha de que estuvieron siguiendo al político. Con la información que tenían de sus movimientos, los delincuentes cercaron a Vidal-Quadras el 9 de noviembre y le dispararon cuando estaba solo, atravesándole la mandíbula. Tuvo que ser hospitalizado en el Hospital Gregorio Marañón, donde fue operado de urgencia. La tesis policial es que el pistolero tuvo que contar con algún apoyo para abandonar a la carrera la escena del crimen.

El grupo que atentó contra Alejo Vidal-Quadras no solo realizó seguimientos al expolítico los días previos para conocer sus movimientos, sino que también contaba con dispositivos electrónicos para vigilarlo en su domicilio, avanzan a El Confidencial fuentes de la investigación. Este dato forma parte de la información con la que cuentan los expertos de la Policía Nacional, que van conociendo más detalles sobre la planificación y financiación del intento de asesinato del que fuera líder del PP de Cataluña y cofundador de Vox.

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