El juez manda a prisión a uno de los tres detenidos por el "intento de asesinato terrorista" a Vidal-Quadras

El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha acordado este viernes el ingreso en prisión de uno de los tres detenidos esta semana por su vinculación con el disparo en la cara a Alejo Vidal-Quadras. Se trata del arrestado en Lanjarón (Granada) junto a su pareja británica, que ha quedado en libertad con medidas cautelares. A ambos se les acusa de un "intento de asesinato terrorista". La causa permanece bajo secreto de sumario porque el presunto autor material sigue fugado. La mujer de este individuo tendrá que comparecer en el Juzgado cada quince días, se le ha retirado el pasaporte y se le prohibe salir de España. Las mismas medidas le ha impuesto al tercer arrestado, un joven de 22 años que reside en Málaga.

Estas tres personas fueron detenidas la noche del lunes al martes en una operación policial adelantada por El Confidencial. A ojos de la Policía Nacional, representan la preparación del plan, pero no la autoría material. El detenido en Fuengirola se llama Adrián Ruiz Blanco y tiene 22 años de edad. Fue arrestado por su relación con una moto BMW C650GT que apareció calcinada en la localidad madrileña de Fuenlabrada el mismo día del disparo. La distancia entre Fuenlabrada y el barrio de Salamanca donde asaltaron a Alejo Vidal-Quadras es de media hora en coche.

La moto no estaba quemada del todo y los investigadores pudieron recabar la matrícula del vehículo, 9073HZM. Eso les llevó hasta el joven, cuya residencia está fijada en la calle Río Grande de Mijas, muy cerca de donde le arrestaron. Se cree que la moto fue la usó el autor material del disparo para huir del centro de Madrid aquel 9 de noviembre. El crimen tuvo lugar a la altura del número 40 de la calle de Núñez de Balboa, muy próximo al domicilio del expolítico.

A 150 kilómetros de distancia de Fuengirola se produjeron las otras dos detenciones, en concreto en la localidad granadina de Lanjarón. La Policía arrestó a una pareja formada por un español, presuntamente converso al islám, y una mujer británica. Él se llama Naraya Gómez Mala y la Policía le atribuye un nivel de participación mayor que a los otros dos, especialmente mayor que a su pareja, Sasha Beth Brooks Wong.

El autor material es un ciudadano de origen tunecino que permanece en paradero desconocido. Las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen identificadas a estas personas desde hace días. Para ello resultaron claves las cámaras de seguridad de los locales y edificios del barrio de Salamanca. La policía no solo pidió lo grabado el día de los hechos sino también lo de los días anteriores para saber si Alejo Vidal-Quadras fue sometido a algún tipo de seguimiento previo al asalto.

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Los tres detenidos han prestado declaración en la Audiencia Nacional porque tanto la Policía como el magistrado, Francisco de Jorge, aprecian indicios de actividad terrorista en los hechos. La información de la investigación fluye a cuentagotas, pero fuentes policiales consultadas por este periódico indican que la tesis principal tiene que ver con la enemistad de Alejo Vidal-Quadras hacía las autoridades de Teherán. El que fuera líder del PP en Cataluña y fundador de VOX está íntimamente ligado a los opositores del Consejo Nacional de Resistencia de Irán.

Expertos en la geopolítica internacional acostumbrados a analizar los movimientos de Irán advierten de que el régimen de los ayatolás acumula ejecuciones de opositores fuera de sus fronteras. Principalmente, las víctimas son ciudadanos iraníes pero ha habido casos de acciones contra occidentales, incluso mediante la contratación de sicarios. La policía española ha mantenido su hipótesis de que el disparo –con una bala de 9 milímetros Parabellum– está relacionado con la posición de Vidal-Quadras en este conflicto, pero no que necesariamente estén implicadas las autoridades del país persa.

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Por su parte, el expolítico remitió esta semana un escrito al Consejo Nacional de Resistencia de Irán en el que calificaba el disparo sufrido como un atentado terrorista y advertía de que Teherán tiene capacidad para planificar y ejecutar ese tipo de acciones. A su juicio, forma parte de su estrategia para amedrentar a la comunidad internacional. En ese mismo texto, Vidal-Quadras pidió no ceder a la extorsión del país persa: “Si aceptas el chantaje una vez serás chantajeado para siempre”.