La Policía refuerza la seguridad en torno a Alejo Vidal-Quadras en el hospital

La Policía Nacional ha reforzado la protección en torno a Alejo Vidal-Quadras en el hospital en el que se encuentra ingresado desde que este jueves recibiera un disparo de bala en la cara en plena calle. Las fuentes del caso consultadas por este periódico precisan que se trata de una medida de precaución atendiendo a la principal hipótesis del caso, que apunta a la autoría iraní.

Según ha avanzado Vozpópuli y ha confirmado El Confidencial en fuentes policiales, las autoridades han aplicado este refuerzo en el hospital Gregorio Marañón. Allí fue operado tras el disparo con entrada y salida a la altura de la mandíbula. Las mismas fuentes aseguran que no se ha detectado ninguna nueva amenaza concreta contra el ex político en las últimas horas.

La Policía Nacional investigará las cámaras de seguridad de la zona en la que dispararon a Alejo Vidal-Quadras, no solo para dar con el momento de los hechos, sino para esclarecer si el expolítico fue sometido a seguimientos previos los días anteriores. Así lo avanzan a El Confidencial fuentes de la investigación que otorga verosimilitud a la pista iraní tras el ataque. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ya ha otorgado el peso de las pesquisas a los expertos de Información, que trabajan de manera conjunta con el Grupo V de Homicidios.

El disparo se produjo a la altura del número 40 de la calle de Núñez de Balboa de Madrid, muy cerca de la residencia del que fuera líder del PP en Cataluña y cofundador de Vox. Agentes de Homicidios y de la Policía Científica se desplazaron a la zona para hacer las primeras averiguaciones. Hallaron un casquillo de bala que está siendo analizado y un pen drive que se ha determinado que no guarda ninguna relación con la causa. En esos primeros trabajos ya se solicitaron los primeros vídeos a los comercios de la zona.

No todos estaban abiertos porque este jueves era festivo en Madrid por lo que los trabajos de recabar grabaciones han continuado este viernes. Se pedirán los archivos de varios días de antelación. Las cámaras de vigilancia tiene una vigencia de semanas, según permite la ley, pero los investigadores consideran que es tiempo suficiente para tratar de dar con alguna pista. Cerca de donde dispararon a Vidal-Quadras hay una iglesia y un edificio del Ayuntamiento de Madrid.

Las cámaras de vigilancia de los locales comerciales no pueden apuntar directamente a la calle, sino al acceso de los establecimientos. Pero permite en ocasiones ofrecer información útil sobre las personas que circulan por las aceras. Si el propio Vidal-Quadras entró en alguno de estos comercios, también podría aportar información relevante, apuntan las mismas fuentes. Las cámaras de seguridad también están sirviendo para determinar si la moto en la que huyó el autor del disparo junto a otra persona es la misma que apareció horas después calcinada en Fuenlabrada.

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Investigaciones sobre la moto

Entre el barrio de Salamanca y Fuenlabrada hay al menos media hora de trayecto. Fuentes de la investigación afirman que la moto figura a nombre de un ciudadano español si bien otras fuentes del caso citadas por elDiario.es indican que al menos fue usada por un ciudadano francés que está en busca y captura en su país. Este extremo abunda en la tesis de que el disparo a Alejo Vidal-Quadras era un trabajo por encargo.

Fue la propia víctima la que introdujo la pista del régimen iraní desde el hospital Gregorio Marañón donde ingresó gravemente herido, pero consciente. Todavía no se le ha tomado declaración por parte de la policía, pero en el centro apuntó al régimen de los ayatolás. Vidal-Quadras mantiene fuertes vínculos desde hace años con la oposición en Irán. Las autoridades del país persa han negado cualquier vinculación con los hechos.

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EFE

Las sospechas del expolítico están fundadas. Irán ha practicado asesinatos selectivos en el pasado contra opositores, especialmente en momentos de debilidad. Aunque en la mayoría de los casos van dirigidos contra iraníes que viven en el extranjero, a veces las acciones también tienen como objetivo ciudadanos occidentales. Las acusaciones contra Teherán por estos asesinatos afirman que en ocasiones han recurrido a los servicios de sicarios para llevar a cabo las ejecuciones.