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Los implacables grupos V y VI de Homicidios: 33 de 34 asesinatos resueltos
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Los implacables grupos V y VI de Homicidios: 33 de 34 asesinatos resueltos

Los agentes solo tienen pendiente esclarecer de 2018 el crimen que acabó con la vida de exmiembro de Los Miami José Ricardo Rojas Montes, ametrallado en Somosaguas el pasado marzo

Foto: Así quedó el coche de José Ricardo Rojas Montes el pasado 12 de marzo, el único crimen aún no resuelto por el área de Homicidios de la Policía Nacional en Madrid. (EFE)
Así quedó el coche de José Ricardo Rojas Montes el pasado 12 de marzo, el único crimen aún no resuelto por el área de Homicidios de la Policía Nacional en Madrid. (EFE)

El departamento de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Madrid es uno de los más eficaces del país. Los 27 miembros de los denominados grupos V y VI que conforman esta área han resuelto 33 de los 34 que sufrió la capital de España en 2018, lo que representa un esclarecimiento del 97% de los casos que han afrontado el pasado año. Los funcionarios que conforman ambos grupos tan solo tienen un reto pendiente, el crimen que acabó con la vida del ciudadano colombiano y exmiembro del clan Los Miami José Ricardo Rojas Montes, que fue ametrallado por dos motoristas el pasado 12 de marzo cuando se encontraba dentro de su vehículo en un atasco en Pozuelo de Alarcón.

El asesinato fue presuntamente cometido por dos sicarios a la altura del número 3 de la calle Solano, en la urbanización de Somosaguas del citado municipio madrileño, lo que complica enormemente la investigación, ya que dificulta llegar hasta la persona o personas que idearon y ordenaron el crimen. Los que lo ejecutaron, desde luego, eran profesionales que tenían el claro objetivo de acabar con la vida de Rojas Montes, que sabían qué arma utilizar, cuándo hacerlo, por dónde huir y que llevaron a cabo su plan tal y como habían previsto.

Foto: Vehículo de la Policía Nacional. (EFE)

A pesar de las dificultades, los policías siguen trabajando para encontrar pistas que les permitan avanzar en la difícil tarea. No dan por perdido ningún caso y prueba de ello es la insistencia con la que han trabajado estos últimos años en la resolución del triple crimen de Usera, en el que fueron asesinadas dos empleadas y un cliente de un despacho de abogados de Madrid. Los agentes lograron averiguar, a pesar de la pasividad judicial y las trabas diplomáticas, que el autor de la sangrienta matanza había sido un exmarine de los Estados Unidos de origen venezolano que vivía en Alemania.

Dahud Hanid Ortiz viajó hasta el bufete de la madrileña calle Marcelo Usera en busca del dueño del despacho, Víctor Joel Salas, porque entendía que este había tenido una relación con su mujer. Una vez allí, como el propietario no estaba, asesinó a las dos trabajadoras que este tenía y esperó a que llegara su objetivo. Sin embargo, quien apareció dos horas después fue un cliente a quien confundió con Salas y al que mató de varios golpes.

Un tapón de botella permitió a los investigadores dar con el paradero del asesino, pero la lentitud de las comisiones rogatorias permitió que el sospechoso huyera a Venezuela, donde aún hoy permanece. Las persistencia de los policías a través de la vía diplomática ha permitido finalmente desatascar la situación y Hanid Ortiz será extraditado en las próximas semanas para ser juzgado en España.

Pero no es la persistencia su única virtud. Algunos de sus compañeros los califican de metódicos y humildes. No son de buscar el aplauso de la prensa. La idiosincrasia de su labor les lleva a alejarse de los focos. Trabajan cerca de las familias de las víctimas porque entienden que son ellas las que tienen más derecho que nadie a conocer los avances de las pesquisas y debido a que son sus mejores colaboradores. En no pocas ocasiones aportan información muy relevante para la investigación. Esta lejanía de los focos les lleva a quitar importancia a lo que digan los medios, tanto para lo bueno como para lo malo. Algunos de los 33 esclarecimientos mencionados, de hecho, salen a la luz por el interés de otros departamentos en conocer lo ocurrido o por el de la propia prensa. Pocas veces son ellos quienes dan un paso adelante para 'vender' sus logros.

Foto: Imagen de la detención de la Policía Nacional a César Román, más conocido por el rey del cachopo.

Fue el caso del cadáver encontrado el pasado 8 de marzo. El cuerpo de un varón extremadamente delgado apareció atado de pies y manos a una silla y en proceso de descomposición en una vivienda del barrio madrileño de Ciudad Lineal. Siete meses después, los agentes del Grupo V de Homicidios detuvieron a la presunta autora, su expareja sentimental, que fue arrestada junto a otro hombre al que ella había denunciado por malos tratos por haber asfixiado con un pañuelo al muerto. La resolución del caso, sin embargo, no fue difundida por los funcionarios. Fueron compañeros de otros departamentos los que facilitaron que su trabajo fuera conocido.

Durante 2018, los grupos mencionados también resolvieron el complejo crimen vinculado al rey del cachopo. César Román Viruete fue detenido el pasado 16 de noviembre en un restaurante de Zaragoza por su presunta vinculación con el asesinato de su novia, Heydi Paz Bulnes, cuyo cadáver fue encontrado descuartizado en una de las naves que utilizaba el rey del cachopo en Usera el anterior 13 de agosto. Cuando fue hallado el cuerpo, Román Viruete llevaba ya dos semanas desaparecido. Los restos de la chica —identificada con posterioridad— fueron encontrados por la Policía después de que los bomberos se desplazaran a la nave para apagar el fuego que se había producido.

Foto: Tres detenidos en relación con el asesinato del DJ 'Cocó Cielo' en Madrid

El asesinato de un bebé de 20 puñaladas, el de una niña en la madrileña calle Ríos Rosas, el del ciudadano puertorriqueño encontrado muerto con otra veintena de puñaladas en el cuerpo en su domicilio del barrio de Carabanchel, el de otro varón —Luis Romero—, ejecutado de dos disparos en Chamberí el 6 de marzo a pocos días de ser juzgado por matar a su suegro, el de la calle Elfo del distrito de Ciudad Lineal que apareció en la vía pública con tres cuchilladas, el del muerto de dos disparos en Fuenlabrada, el del indigente búlgaro que fue apaleado hasta la muerte en el intercambiador de Moncloa el pasado diciembre o el del hombre apuñalado en el hospital Rey Juan Carlos de Móstoles son algunos de los otros crímenes resueltos por el mencionado departamento policial.

El número de homicidios en Madrid ha descendido considerablemente en los últimos años. Del centenar de asesinatos que registraba la capital a principios de siglo se pasó a los 51 de 2010 y a los mencionados 34 de 2018, el segundo dato más bajo tras los 33 que hubo en 2016, cuando tuvo lugar el mencionado triple crimen de Usera. Este descenso ha provocado que baje también el número de funcionarios dedicados a investigar este tipo de delitos en la Policía Nacional. En 2012 la Jefatura Superior de Policía eliminó el que por aquella época se denominaba Grupo X de Homicidios, uno de los tres que había. Desde entonces, solo los grupos V y VI investigan estos ilícitos penales.

El departamento de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Madrid es uno de los más eficaces del país. Los 27 miembros de los denominados grupos V y VI que conforman esta área han resuelto 33 de los 34 que sufrió la capital de España en 2018, lo que representa un esclarecimiento del 97% de los casos que han afrontado el pasado año. Los funcionarios que conforman ambos grupos tan solo tienen un reto pendiente, el crimen que acabó con la vida del ciudadano colombiano y exmiembro del clan Los Miami José Ricardo Rojas Montes, que fue ametrallado por dos motoristas el pasado 12 de marzo cuando se encontraba dentro de su vehículo en un atasco en Pozuelo de Alarcón.

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