JxCAT acuerda expulsar a Cristina Casol del grupo en el Parlament tras su denuncia por acoso

La ejecutiva de JxCAT ha decidido este lunes por amplia mayoría expulsar del grupo parlamentario en el Parlament a la diputada Cristina Casol, que denunció ser víctima de "acoso por razón de género", una denuncia que fue archivada, han informado a EFE fuentes del partido. La salida de Casol deja tocado al sector de la presidenta del partido, Laura Borràs, con el que estaba identificada Casol.

La decisión se ha tomado por 29 votos a favor y ocho en contra en una tensa reunión celebrada esta mañana, en la que las diferentes sensibilidades del partido han chocado sobre la expulsión o no de la diputada, que no tiene previsto dejar su escaño y, llegado el caso, pasaría al Grupo Mixto.

La reunión ha sido muy tensa. Laura Borràs ha hecho una intervención larga y dura defendiendo a Cristina Casol, y con amenaza ha advertido que, si se le expulsa, habrá consecuencias de todo tipo, según explican fuentes internas de Junts. Montserrat Caupena, Esther Vallès y Jaume Alonso Cuevillas han intervenido en contra de que se vote expulsarla. Pero el portavoz del grupo parlamentario Albert Batet y otros pesos pesados como el responsable de política municipal y diputado David Saldoni han abogado por la expulsión y se han impuesto.

Aurora Madaula sigue de baja por depresión, pero ha hecho llegar a la ejecutiva que su reunión era "inquisitorial" y la ha calificado de "caza de brujas". Por su parte, Casol ha anunciado guerra judicial y que ponía su expulsión en manos de sus abogados.

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Considerada del núcleo duro de la presidenta de JxCAT, Laura Borràs, Casol denunció el pasado 4 de noviembre que había sido objeto de "discriminación por razón de género" en el seno del grupo parlamentario, en el que son mayoría los diputados del sector pragmático del partido, aunque el Parlament acabó archivando la denuncia al no encontrar "hechos probados".

La semana pasada, 26 de los 32 diputados de JxCAT en el Parlament pidieron por diferentes vías la expulsión de Casol, 20 de ellos a través de un escrito dirigido a la cúpula del partido. Por tanto, la ejecutiva respalda así a la mayoría del grupo parlamentario de JxCAT en el Parlament.

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El malestar con Casol es significativo en el grupo parlamentario de Junts. Varios diputados consultados por EFE coinciden en señalar el estupor al conocer la denuncia y niegan que existan los hechos que denuncia, aunque sí reconocen "discrepancias ideológicas" y políticas con la diputada.

De hecho, Casol fue una de las diputadas de JxCAT que rompió la disciplina de voto el pasado mes de octubre, lo que provocó que la dirección del grupo parlamentario se plantease sancionarlos sin intervenir en varios plenos, un extremo que no llegó a consumarse por la ausencia de un régimen sancionador interno, entre otros motivos.

La decisión de expulsar a Casol llega cuando JxCAT no ha resuelto todavía el caso de Aurora Madaula, vicepresidenta del partido del sector de Borràs y que también denunció al grupo parlamentario ante la oficina de igualdad del Parlament por acoso, por lo que se desconocen las consecuencias que podría tener en el caso de Madaula y si abriría la puerta a una escisión en el grupo parlamentario. Madaula está de baja, pero eso no le impidió seguir la senda de Casol, así que la tensión en el partido es máxima.

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Tanta que el grupo parlamentario ahora grabará las reuniones internas para poder desmontar futuras acusaciones de acoso y machismo. Pero que se vaya a aplicar este método demuestra la situación disfuncional que se ha creado.

En teoría, el sector Borràs es el más puigdemontista. En la práctica, es ese sector el que no se ve capaz de trabajar en el seno de Junts, el partido fundado por Carles Puigdemont y donde el expresident manda con mano de hierro.