ERC y JxCAT dan por superada la lucha contra la abstención y van a por el voto útil

Traspasado el ecuador de la campaña electoral de estas generales, tanto ERC como JxCAT dan por superada su lucha contra el abstencionismo que defiende el independentismo radical y se centran en el voto útil para este 23-J, que en este momento en Cataluña está centrado en el PSC, entendiendo este tipo de sufragio como un instrumento para frenar una posible victoria del PP y Vox, la que dan por sentada la mayoría de encuestas. Así se está viendo en los últimos actos y mensajes electorales: menos lemas contra la abstención y más contra el PSC.

"Nosotros no tenemos que esconder a nuestro candidato o candidata, no le damos cuerda libre durante cuatro años, se llame Batet o Rufián, para después ponerlo en segundo lugar en campaña", apuntó Carles Puigdemont desde Amer, en el acto central de campaña. O Míriam Nogueras asegurando en Catalunya Ràdio que, “cuando se trata de defender Cataluña, el PSOE dimite”. Por su parte, la número dos de ERC por el Congreso, Teresa Jordà, aseguraba ayer que, tras las elecciones, daría prioridad a dialogar con JxCAT y la CUP, y no con el PSOE.

Las encuestas de IMOP-Insights que ha estado publicando El Confidencial ya apuntan esta tendencia. En la primera oleada, se mostraba el dato de los españoles que irán a votar con toda seguridad; esta cifra para España era del 69,2%, frente al 58,7% de Cataluña. El diferencial -10,5% en buena parte se justificaba por una campaña muy organizada a favor de la abstención que ha respaldado la ANC, el Centre Català de Negocis o la eurodiputada Clara Ponsatí.

En el acumulado de las cuatro oleadas, que ya suma más de 1.000 entrevistas, la media española es 72,2% y en Cataluña es 64,4% entre los votantes que seguro que acudirán a las urnas. Tanto los indecisos como los abstencionistas han bajado ocho puntos.

El mismo fenómeno refleja la última encuesta flash del CIS, que revela una previsible caída de la abstención en el conjunto de España cifrada en 3,7 puntos; si en el barómetro de julio un 6% confesaba que no iría a votar, ahora el porcentaje baja al 2,3%.

Al mismo tiempo, los indecisos caerían desde un 14,5% al 12,1% que declaran después del debate cara a cara no saber a quién votarán en las próximas generales.

Atajar la sangría

Un 20,6% de votantes de ERC en Cataluña ahora elegirían al PSC, según la encuesta del CIS, lo que supone una auténtica sangría que ahora quieren atajar los republicanos, una vez que se considera que el problema de la abstención activa está controlado. Según el CEO, el CIS catalán, la abstención solo será del 3,5%.

A medida que baja la abstención, sube la estimación de voto directo para el independentismo, que, según el CIS, sería del 2,1% para ERC y del 1,4% para JxCAT. La CUP podría entrar o no en el Congreso, con solo el 0,6% de los votos.

ERC combina una baja fidelidad de voto con fugas de sufragio en todas direcciones

Según la politóloga Astrid Barrio, “hay mucho espacio electoral fronterizo entre ERC y el PSC, y aquí hay un flujo de voto que se traslada por la sensación de que es un momento excepcional en que hay que parar una posible alianza del PP con Vox. En el resto de España, esto no está funcionando, pero sí que pasa en Cataluña”.

Hasta ahora, los dos mensajes fuerzas de ERC y de JxCAT jugaban en sentido contrario. Desde JxCAT, siguen insistiendo en que nunca investirán a Pedro Sánchez, a menos que les dé la amnistía y la autodeterminación, una pantalla que para muchos catalanes ya está superada. ERC, por su parte, solo dice que “elevará el precio” de una posible investidura. Ambos mensajes solo crean la idea de un voto útil para el socialismo catalán.

Baja fidelidad

ERC este el 23-J muestra una de las más bajas fidelizaciones de voto del panorama político español. Según el CIS, la principal fuga de voto de ERC la encontramos en ese 15,2% de votantes de ERC que tienen decidido votar a PSC este 23-J, pero también hay un 6,7% que se iría a Sumar, un 7,6% que votarán JxCAT o el 5,6% que votarán CUP. Oriol Junqueras ha querido colocar a ERC en el centro, pero eso hace que tenga fronteras de votos con casi todos los partidos.

En comparación, el PSC conserva una fidelidad de voto del 79,6% en relación con el 14-F (elecciones donde fue el partido más votado en Cataluña) y no se detectan fugas significativas hacia otras formaciones. Además, es el tercer receptor de voto de la desintegración de Cs. Eso le convierte ahora en el enemigo a batir tanto para los republicanos como para los de Puigdemont.