Es noticia
La rara campaña de la CUP deja a Ada Colau sin margen para un acuerdo de izquierdas
  1. España
  2. Cataluña
El PSC, con más capacidad de pacto

La rara campaña de la CUP deja a Ada Colau sin margen para un acuerdo de izquierdas

En Barcelona habrá que pactar. A la incertidumbre que rodea el nombre ganador se suma la confusión sobre los pactos, un terreno en donde los Comunes tienen pocas alternativas

Foto: La candidata de la CUP, Basha Changuerra, en una misión del Parlament en Colombia (EFE)
La candidata de la CUP, Basha Changuerra, en una misión del Parlament en Colombia (EFE)

Ada Colau puede ganar en Barcelona, igual que Xavier Trias o Jaume Collboni. Pero sorprendentemente una de las cosas que más perjudica a la actual alcaldesa es la extraña campaña que está haciendo la CUP en Barcelona, una formación que según la mayoría de las encuestas no obtiene representación en el pleno municipal. Su candidata es la diputada en el Parlament Basha Changuerra, poco conocida. Ha centrado la precampaña en la necesidad de que Barcelona reconociese su pasado esclavista. Cuando arrancó la contienda electoral pidieron que la capital catalana renunciase al Mobile y más avanzada, disolver el Área Metropolitana de Barcelona, cuando la tendencia en Europa es la contraria: autoridades supramunicipales en las grandes conurbaciones. Incluso la creación de una regidoría de derechos lingüísticos puede empatizar con los sectores independentistas más extremos, pero no con la mayoría de la población.

Foto: Imagen: EC Diseño.
TE PUEDE INTERESAR
Trias va primero en Barcelona, pero los indecisos podrían dar la victoria al PSC
Itziar Reyero Gráficos: Unidad de Datos EC Diseño

En contra de lo que pueda parecer, Colau necesita dos cosas para seguir siendo alcaldesa: que la CUP tenga representación y que ERC no se hunda en las encuestas. Y es justo lo que está pasando. La campaña de Ada Colau está siendo buena, sus bases se encuentran movilizadas y la mayoría de las encuestas reflejan el triple empate que está marcando el pulso en estas elecciones. Pero como la mayoría es 21 ediles, Colau precisaría, además de ganar, poder armar una alianza alternativa porque si queda primera su único plan factible para alcanzar la cifra mágica es reeditar su anterior pacto con el PSC.

Expertos en demoscopia valoran que la CUP sólo tiene posibilidades de salir con una participación baja el 28-M. Y que la formación se encuentra muy dividida por su crisis interna, según apuntan fuentes cercanas a los anticapitalistas.

Foto: El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, posa para EC. (J. L.)
TE PUEDE INTERESAR
Jaume Collboni: "La capacidad turística de Barcelona ha llegado a su límite"
Marcos Lamelas. Barcelona Fotografía: Javier Luengo

En comparación con Colau y los Comunes, el margen del acuerdo del PSC es mucho más grande y eso es lo que necesitaría Barcelona en Comú. Si pierden el Ayuntamiento, el partido se coloca en graves problemas. Mantener una organización con un escaso grupo parlamentario y el Ayuntamiento de El Prat resulta muy complicado. Aunque no lo reconozcan de manera oficial, si gana Collboni la mejor alternativa para salvar la formación política es apoyar al candidato del PSC y ocupar la mitad del consistorio.

Una manera de reforzar su posición negociadora de cara a los acuerdos postelectorales sería tener una alternativa. Pero esa alternativa, sumar a ERC y la CUP con los comunes no sale. ERC no suma. Y la CUP ni aparece, mientras van lanzando ideas que difícilmente pueden encajar con el interés electoral del ciudadano medio.

Tras ocho años de mandato, Colau ha fagocitado a parte del votante "cupaire"

De hecho, buena parte del votante de la CUP tradicional ya se ha pasado a Colau. La alcaldesa, en parte, viene de ese mundo. Ada Colau y David Fernández, el primer líder de la CUP, eran amigos personales en los tiempos del 15-M. Y sectores de las bases de la CUP, como el movimiento okupa, siempre se ha sentido respaldado por los comunes. La actual CUP le echa en cara a Colau que haya renunciado a sur primeras propuestas, las del 2015, cuando, por ejemplo, proponía eliminar el consorcio Turismo Barcelona, para dejar de hacer promoción exterior de la ciudad.

Si Colau gana, la solución más lógica pasa por pactar con los socialistas y reeditar, pero al revés, la coalición de Gobierno que apoya a Pedro Sánchez en la Moncloa.

Las alternativas de Collboni

Collboni, en una situación demoscópica similar a la de la alcaldesa, dispone de más opciones a la hora de forjar una futura gobernabilidad municipal. Como Colau, si gana el PSC lo más lógico es que los Comunes les den apoyo. Y ambos sumarían 21, según la mayoría de las encuestas.

Pero Jaume Collboni sí que cuenta con más alternativas que pueden dar juego. Ni Xavier Trias ni el candidato socialista descartan pactar el uno con el otro y eso da margen para más juego en los pactos tras los comicios locales. Y en caso de que con Trias no fuese suficiente para sumar 21 siempre están los dos o tres regidores que todas las encuestas dan al PP para que Daniel Sirera acabe cerrando el lazo y teniendo las llaves de la alcaldía.

Maragall, el socio incómodo

Mientras todos quieren pactar con Collboni, Ernest Maragall se encuentra en el cuadrante opuesto. Nadie quiere acordar nada con él. Y no por ERC sino por su persona. El propio Trias se sentiría cómodo con ERC pero valora que el hermano mayor de Pasqual Maragall tiene un perfil complicado. Para el PSC, sigue siendo un traidor. Y los republicanos están dando la batalla por desplazar a los socialistas del área metropolitana, así que los acuerdos con los de Oriol Junqueras no parecen muy factibles. Para colmo hay otro problema: las encuestas son tan malas que los ediles de ERC sirven poco para llegar a los ansiados 21 concejales.

Además, el PSC cuenta con monedas de cambio que no tienen el resto de partidos para una negociación que se vislumbra como de muchos niveles y gran complejidad. Está la presidencia de la Diputación de Barcelona. Pero también la siempre bien remunerada presidencia del Parlament, que en JxCAT quieren recuperar y que la resistencia numantina de Laura Borràs ha acabado forzando que coincida en el tiempo con las conversaciones para acordar la futura alcaldía de Barcelona.

Ada Colau puede ganar en Barcelona, igual que Xavier Trias o Jaume Collboni. Pero sorprendentemente una de las cosas que más perjudica a la actual alcaldesa es la extraña campaña que está haciendo la CUP en Barcelona, una formación que según la mayoría de las encuestas no obtiene representación en el pleno municipal. Su candidata es la diputada en el Parlament Basha Changuerra, poco conocida. Ha centrado la precampaña en la necesidad de que Barcelona reconociese su pasado esclavista. Cuando arrancó la contienda electoral pidieron que la capital catalana renunciase al Mobile y más avanzada, disolver el Área Metropolitana de Barcelona, cuando la tendencia en Europa es la contraria: autoridades supramunicipales en las grandes conurbaciones. Incluso la creación de una regidoría de derechos lingüísticos puede empatizar con los sectores independentistas más extremos, pero no con la mayoría de la población.

CUP Barcelona Ada Colau Jaume Collboni PSC En Comú Podem Cataluña
El redactor recomienda