El independentismo pone a Junqueras en la picota: de héroe a traidor

El independentismo radical tiene un nuevo enemigo en la diana. Y, por primera vez, no es alguien foráneo, sino de casa: Oriol Junqueras. Los pactos de los republicanos con el PSOE y el Gobierno español no sientan bien a un espectro soberanista que solo busca la confrontación. Cualquier cosa que tienda a normalizar la situación no solo no es bien vista por ese sector, sino que es contundentemente combatida. Esos círculos extremistas consideran a Junqueras uno de los personajes más negativos para la estrategia nacionalista por el empeño en "tender puentes", y por eso le han puesto en la picota. El presidente de ERC ha pasado de líder del soberanismo y de héroe encarcelado a traidor en poco más de un año.

Un informe de la CUP, al que ha tenido acceso El Confidencial, da cuenta de este escenario. “Ciertos sectores del independentismo con responsabilidades gubernativas en el Gobierno autonómico no solo no combatieron claramente la represión del régimen monárquico español, sino que colaboraron con la represión, convirtiéndose en partes civiles en varios juicios contra los manifestantes independentistas. Desde un punto de vista general, algunos analistas del independentismo catalán (como Ramón Grosfoguel, entre otros) identifican estas acciones como un abandono de la lucha por la ruptura independentista (acciones constatadas en los distintos partidos independentistas, en particular entre los líderes de ERC). Nombran a estas acciones bajo el nombre de junquerismo, en referencia al líder de este partido, Oriol Junqueras, como principal propagador de estas posiciones contrarias al enfrentamiento con el poder español”, dice el escrito, elaborado por los activistas Carles Castellanos e Ignasi Fortuny.

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Ambos son veteranos activistas independentistas. Castellanos fue detenido varias veces en las décadas de los 70 y 80 del pasado siglo y acusado de pertenencia a Terra Lliure y de tener contactos con ETA, junto a su compañera de entonces, Eva Serra, otro símbolo indepe. Fortuny, por su parte, es abogado colegiado en Barcelona y en París, y activista de la causa soberanista desde 1970. El aludido, Grosfoguel, es un sociólogo puertorriqueño, profesor en la Universidad de Berkeley, que acuñó el término de la descolonización. Durante años ha sido una de las principales figuras internacionales defensoras de la independencia de Cataluña. Partidario de una "descolonización epistemológica", es uno de los popes ideológicos que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) o el círculo íntimo de Carles Puigdemont invocan a menudo e invitan con frecuencia a charlas, coloquios y conferencias.

Es la primera vez que, en un documento oficial independentista, se alude directamente a Junqueras y al junquerismo. Ello evidencia el alto grado de crispación que existe entre las fuerzas soberanistas, inmersas desde hace meses en una cruenta guerra civil con frecuentes descalificaciones y ataques entre partidos.

Rechazo al papel de ERC

El informe aludido fue encargado por Poble Lliure, el mayor de los partidos que componen la CUP, y fueron dos de sus más destacados referentes los encargados de realizarlo. Se titula La lucha catalana por la independencia 1979-2021 y lleva por subtítulo Análisis del actual proceso catalán hacia la independencia. Su tesis es que "es imposible liderar la lucha por la independencia desde el Gobierno autonómico", rechazando, por tanto, el papel de ERC al frente de la Generalitat de Cataluña.

"El hecho de que el poder autonómico pudiera llevar a cabo el referéndum independentista del 1 de octubre de 2017 quizás hizo pensar que todas las iniciativas futuras podrían venir del poder autonómico. Sin embargo, la fuerte represión y coacción ejercida por el poder español y las tendencias conservadoras generadas por la gestión administrativa cotidiana han puesto de manifiesto, a lo largo de estos años, los límites del poder autonómico y de los partidos que lo gestionan hasta el punto de que, incluso entre partidos independentistas con discursos poco partidistas de confrontación con el Estado español, empezaron a aparecer", señalan los autores.

Esa reflexión da pie a realizar otra afirmación aún más categórica: "El independentismo está llegando a la conclusión de que las instituciones autonómicas y los partidos que las dirigen deben estar estrechamente subordinados a los intereses y tareas generales y estratégicos del independentismo". Ese axioma es la principal baza para que el extremismo catalán dicte sus particulares sharias o sentencias contra algunos de los dirigentes que consideran traidores a la causa catalana.

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La animosidad contra Junqueras y los suyos, especialmente Pere Aragonès, Gabriel Rufián o Joan Tardà, queda patente en los foros internos independentistas, donde a menudo estos dirigentes son vilipendiados, atacados o tachados directamente de traidores. Un escrito de finales del mes de noviembre distribuido en algunos círculos soberanistas era muy explícito en este sentido y particularmente duro contra el presidente de ERC en algunos pasajes, con descalificaciones políticas altisonantes.

"Para explicar lo que está pasando realmente solo tenemos las redes sociales y unos pocos periodistas que trabajan en diarios digitales libres de los tentáculos del poder de ERC (…). Para explicar la transformación de ERC se ha de entender que son muchos los afiliados que ante el giro de la cúpula (Junqueras se cuidó mucho de rodearse de una guardia pretoriana de mediocres —como el propio Aragonès— y completamente fieles) y estando en posesión de cargos públicos o ligados a la Administración, cambiaron el anhelo colectivo del país por su propio interés", afirma el documento, que al parecer ha sido redactado por un conocido activista independentista que milita en la ANC. Acusan a Junqueras y su cúpula de intentar desactivar temas como el "Catalangate, Pegasus, atentado terrorista, Comité de Derechos Humanos de la ONU, etc. (sic)", y acusa a Junqueras de pactar en secreto con Madrid, mientras sostiene que "Puigdemont y JxCAT se convirtieron desde 2017 en el enemigo a batir por ERC". "Junqueras ha sido un genio montando esta trama", dice el texto.

Cercanos a ANC y Consell de la República

El informe de los dirigentes de la CUP no llega a ese grado de detalle, pero no es menos contundente. Sostiene que "estos últimos cuatro años han sido decisivos no solo para demostrar la resiliencia del independentismo que, a pesar de la fuerte represión, ha mantenido su presencia social y política, manteniendo su capacidad de movilización y ganando un peso electoral". Es una alusión al mayor porcentaje (que no votos absolutos) logrados por el independentismo en las últimas elecciones autonómicas: los tres partidos soberanistas del Parlament suman algo más del 48% de los votos emitidos, aunque en el informe les achacan más del 52% (porque cuentan los apoyos que fueron a otras formaciones como PDeCAT, PNC o FNC, que no obtuvieron representación parlamentaria).

Acusan a Junqueras de pactar en secreto con Madrid mientras sostiene que "Puigdemont y JxCAT se convirtieron en el enemigo a batir"

Tomando como base esta realidad, la teoría de los dirigentes de la CUP es que la movilización del independentismo en 2021 "es la conciencia de la necesidad de construir una organización popular, una alternativa capaz de trabajar sistemáticamente para superar el régimen monárquico español. Es por ello que la construcción de toda una red de colectivos republicanos (como los Consejos Locales por la República [estructuras locales del Consell de la República de Carles Puigdemont]) es necesaria para garantizar la implantación territorial del poder democrático que debe sustituir al régimen monárquico español en Cataluña".

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Los autores del informe parten de la base de que "el apoyo al régimen monárquico en Cataluña es inferior al 15%". De ahí que mantengan que las estructuras del Consell de la República sean fundamentales: "La actuación de esta estructura alternativa se basa en la conciencia de la situación de ocupación en la que se encuentra el pueblo catalán y la necesidad de combatir las estructuras de dominación y las bases de la economía de carácter monopolista que constituyen el fundamento de las oligarquías heredadas del franquismo (empresas conocidas como las del Ibex 35)".

Así, las líneas de actuación propuestas por los sectores radicales del independentismo coinciden con las de organizaciones como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), JxCAT o incluso organizaciones más radicales, como el Front Nacional de Catalunya (FNC). "A lo largo de los últimos meses, se han generalizado dos líneas de actuación en todo el espectro político independentista: la reivindicación de los objetivos de amnistía y autodeterminación, objetivos que sitúan al poder del régimen en situación de desafío a su carácter autoritario y principios antidemocráticos. Y el convencimiento de que la situación de ocupación que sufre el pueblo catalán solo puede superarse con una movilización permanente y creciente, es decir, yendo más allá de la participación electoral, que se considera necesaria pero no suficiente". En este terreno, el informe defiende la planificación de acciones, alaba el papel de la organización Tsunami Democràtic (organizadora de los violentos enfrentamientos del otoño de 2019, tras conocerse la sentencia del 1-O) y echa flores a la estrategia del Consell de la República y de la ANC, de quien dice que "se ha esforzado por construir estructuras organizativas en todo el territorio".