Reunión de Aragonès con Illa mientras Sánchez desactiva a ERC en el Congreso

Hasta ahora, el presidente catalán, Pere Aragonès, y el líder de la oposición, Salvador Illa, apenas habían hablado por teléfono una vez desde que empezó la crisis política en Cataluña. Aragonès fue dilatando el encuentro, que tendrá lugar a finales de esta semana, seguramente el próximo viernes 28 de octubre, según todas las fuentes consultadas, con el objetivo de hablar de los presupuestos de la Generalitat. La reunión coincidirá con los intentos de Pedro Sánchez de desactivar la oposición de los 13 diputados de ERC en el Congreso, ahora que han renunciado a la enmienda a la totalidad de los presupuestos generales de Estado.

El retraso en la negociación de las cuentas catalanas obligará a una prórroga técnica de los presupuestos, ya que no dará tiempo a aprobarlos el 1 de enero. Si las conversaciones fructificasen, podría haber presupuestos en vigor en febrero o marzo. El daño a la economía catalana sería mínimo. Pero eso no está asegurado.

Illa asegura que no va a "mezclar carpetas" y que, por lo tanto, los presupuestos de la Generalitat no van a ser una moneda de canje por los presupuestos generales del Estado. "Voy a enfocar las conversaciones como una negociación clásica. Se analizarán las partidas y se pedirán cambios en uno u otro sentido", señaló esta semana en TV3. Sin embargo, en términos temporales, las conversaciones de una y otra cuestión van a ser en paralelo.

Salvador Illa siempre había mostrado prisa por negociar los presupuestos de la Generalitat. Empezó a ofrecerse el pasado 26 de agosto. El líder de los socialistas catalanes incluso intentó que fuesen el pasado fin de semana. Pero las conversaciones no comenzarán hasta esta semana. En estos dos meses solo se produjo un encuentro entre la mano derecha de Illa en el Parlament, la responsable de Economía, Alicia Romero, y el entonces 'conseller' de Economía, Jaume Giró. Desde entonces, han pasado muchas cosas, entre ellas, el cese de Giró por la salida de JxCAT del Ejecutivo catalán.

ERC, por su parte, siempre ha desvinculado la negociación de las cuentas en Madrid de los presupuestos de la Generalitat. Los republicanos buscan que el Gobierno cambie el delito de sedición en el Código Penal, lo que sería el equivalente a los pactos de Netflix del año pasado.

Intereses comunes

Sin embargo, tanto Aragonès en el Palau como Pedro Sánchez en la Moncloa tienen intereses similares: cada uno quiere acabar su legislatura. La ventaja para el presidente del Gobierno central es que la suya es mucho más corta, porque acaba a finales del año que viene. En cambio, a Pere Aragonès le quedan dos años, que se van a hacer muy largos, con solo 33 diputados para darle apoyo en el Parlament.

Ni JxCAT ni la CUP respaldarán los presupuestos que Aragonès lleve a la Cámara. Al contrario, utilizarán un posible apoyo del PSC a sus cuentas en Cataluña para agitar el fantasma de un nuevo tripartito como arma electoral contra los republicanos.

La tentación de ERC es prorrogar cuentas para evitar acusaciones de traición

Ante esto, la tentación de Pere Aragonès, que también defiende el presidente de ERC, Oriol Junqueras, es prorrogar las cuentas en la Generalitat para no parecer un socio de los socialistas y no cargar con ese baldón de cara a las municipales. Pero que el Parlament apruebe cada ampliación de crédito a la que obliga una prórroga presupuestaria hace que el presidente catalán vea la operación con muy poco entusiasmo.

Las cuentas de Colau

Además, están las cuentas de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona. La ERC de Ernest Maragall ya ha permitido la tramitación de las cuentas del Gobierno municipal de coalición entre los comunes y el PSC. Además, PSC y ERC no son mayoría suficiente, por lo que les hacen falta los comunes en el Parlament.

Por tanto, todas las negociaciones están abiertas y se vuelve a dibujar el escenario del año pasado: cuentas en los presupuestos generales del Estado, presupuestos de la Generalitat y también en el Ayuntamiento de Barcelona. Otra cosa son los incentivos que tenga el PSC para hacerle la vida más fácil a la Generalitat en minoría de Aragonès, una vez que este nuevo pacto a tres bandas haya sido llevado a cabo.