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Colau se aseguró su candidatura a la alcaldía con los votos de cargos en nómina
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Para presentarse por tercera vez

Colau se aseguró su candidatura a la alcaldía con los votos de cargos en nómina

El código ético de los comunes impide presentarse por tercera vez si no es refrendado por las bases, por lo que necesitaba la ratificación. Colau cuenta en Barcelona con unos 300 sueldos públicos entre asesores directos y altos cargos

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE/Jordi Kuhs)
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE/Jordi Kuhs)

Ada Colau se aseguró su candidatura a la reelección en el Ayuntamiento de Barcelona gracias a los apoyos de cargos en nómina del partido que lidera, Barcelona en Comú. En la votación en que se decidió que se presentaría por tercera vez a la alcaldía, apenas votaron 221 personas, una cifra muy baja si se compara con las casi 4.000 que refrendaron que concurriese en 2019, que además denota el momento de baja movilización de los comunes. En la práctica, solo participan aquellos que ya tienen un cargo.

Puede parecer novedoso, pero encaja con un patrón de desmovilización de la izquierda en Cataluña. En la CUP, en su última votación por asambleas, cuando intentó tumbar los presupuestos de la Generalitat de Jaume Giró, solo 509 personas se inscribieron y participaron 462. En un partido con 335 concejales, más nueve diputados en el Parlament y otros dos en el Congreso, solo lo hicieron cargos públicos y asesores a sueldo. La comparación con los 3.030 militantes 'cupaires' que en 2015 sentenciaron a Artur Mas en una asamblea en Sabadell ofrece una imagen de la desmotivación imperante en las bases.

Foto: Manifestación contra la gestión de Ada Colau. (Joan Mateu Parra) Opinión

A los comunes les ha pasado lo mismo. En el caso de Colau, se precisaba de esa votación, porque el código ético del partido le impedía presentarse por tercera vez si no era refrendada por las bases. Para lograr la excepción, necesitaba la ratificación de los militantes. Colau cuenta con unos 300 sueldos públicos en asesores directos y altos cargos en el Ayuntamiento de Barcelona, lo que denota que ni siquiera la han votado todos los que disfrutan de un salario gracias a ella.

En realidad, siempre ha sido un estrecho círculo el que ha tomado las decisiones. En la cúpula hay una coordinadora general, que integran 40 personas. Por debajo, hay un consejo político, con 150 integrantes, y en la base de la pirámide está el plenario, con 1.500 participantes. Las bases propiamente dichas suman 15.000 personas.

Solo la coordinadora general puede presentar propuestas como un candidato de primarias. Entre los miembros de la coordinadora se encuentran Beatriz Martínez Alonso, Tània Corrons Mellado, Jordi Martin López, Ancor Mesa Méndez, Julia Miralles, Aitor Hernández Carr, Eduard Corbella Cervelló, Carolina Recio Cáceres, Sílvia Casorrán Martos, Maria del Mar Trallero Cordero, José Vicente Madolell Bernabeu, Maria Luisa d'Addabbo y Alexandra López Lorente, que están ocupando cargos como personal eventual, con carácter de asesores o consejeros en el ayuntamiento o en la Diputación de Barcelona.

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE/Zipi)

También aparecen entre los miembros de la coordinadora general cargos de mayor rango, como la diputada del Parlament de Cataluña Jèssica González Herrera o la jefa de Gabinete de la Concejalía de Derechos de Ciudadanía, Julia Trias Jurado. Otros, como Miquel Missé Sánchez, Fina Moreno y Maria José Calvo, participaron más modestamente en grupos de trabajo o proyectos de diagnóstico y elaboración participativa del consistorio barcelonés.

Grupo reducido

Al final, fue este grupo reducido el que avaló la aspiración de Colau por tercera vez. Porque la perspectiva de que fuese otro el candidato —Jordi Martí, Janet Sanz— situaba a los comunes en una situación más comprometida. Con Colau, pueden aspirar a ganar o ser imprescindibles para que gane otro. Ganen o pierdan, que se presente es una manera de rentabilizar la candidatura, en un sentido o en otro. Si obtienen ocho concejales, los pueden vender caros a ERC o el PSC para que gobiernen, aunque Colau no siga tras las elecciones. Su continuidad, según fuertes de la izquierda catalana, se encuentra sobre todo supeditada a la victoria.

Los incondicionales de Colau son pocos, pero todos cuentan con sueldos públicos en el ayuntamiento o la Diputación de Barcelona

A medida que se ha encogido el peso de la militancia, la alcaldesa ha quedado con las manos más libres. Están quienes perciben contratos de servicios, como Daniel Bartolomé Bermúdez, o, de un modo quizá más tangencial, quienes están asociados a entidades cercanas, como Enar Gallardo, de la Fundació IPSS (Institut per la Promoció Social i la Salut). O Edgar Peñas Farré, técnico de proyecto en ABD Asociación Bienestar y Desarrollo, una de las tantas ONG financiadas desde el consistorio.

Comité de garantías

También resulta relevante lo que sucede con el comité de garantías del partido, el órgano responsable de velar por el funcionamiento democrático de BComú, que “garantiza la aplicación de los principios de participación igualitaria, justicia y transparencia”.

Está integrado por Marta Duñach Masjuan, quien se desempeña en el Consejo Municipal del Distrito de Gracia; Miquel Àngel Essomba Gelabert, del Comisionado de Educación y Universidades; Fernando Pindado Sánchez Barcelona, del Comisionado de Participación, y Laura González de Paoli, asesora jurídica de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), una de las plataformas cercanas al Ayuntamiento de Barcelona. Pocos, muy cercanos a la líder y vinculados al flujo de fondos públicos.

Ada Colau se aseguró su candidatura a la reelección en el Ayuntamiento de Barcelona gracias a los apoyos de cargos en nómina del partido que lidera, Barcelona en Comú. En la votación en que se decidió que se presentaría por tercera vez a la alcaldía, apenas votaron 221 personas, una cifra muy baja si se compara con las casi 4.000 que refrendaron que concurriese en 2019, que además denota el momento de baja movilización de los comunes. En la práctica, solo participan aquellos que ya tienen un cargo.

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