La CUP y los comunes reciben al Gobierno de Aragonès ocupando la sede de ERC

Salvador Illa advirtió a Pere Aragonès en la sesión de investidura que no le iba a dar 100 días. La CUP no le ha dado ni 24 horas. A las 08:00 horas de la mañana un desahucio en la calle Lleida de Barcelona donde vivían tres jóvenes ocupando un piso provocó una manifestación de unas 100 personas, a las que se sumaron cuatro diputados de la CUP, entre ellos Dolors Sabater, su líder parlamentaria.

Al mismo tiempo, el Sindicato de la Vivienda, vinculado a Ada Colau y los comunes, ocupaba la sede de ERC en la capital catalana bloqueaba su acceso por la calle Calabria, con una mínima acción de 40 personas, que han abandonado el lugar hacia las 11:00 horas.

Dando una gran sensación de debilidad, el recién investido 'president' de la Generalitat entró a solventar la crisis. Telefoneó a Sabater, compareció en la Catalunya Ràdio para justificar la actuación de los Mossos y el despliegue de las fuerzas antidisturbios de la Brimo, algo que en el pacto con la CUP se había asegurado que no se haría. "La orden de intervención de la Brimo el Poblesec es muy concreta y es del juez. Será imprescindible que en el nuevo protocolo antidesahucios involucremos también el poder judicial", argumentó un Pere Aragonès que se veía un tanto superado por los acontecimientos.

En la manifestación en la calle Lleida se han lanzado huevos con pintura contra los Mossos y se ha intentado obstaculizar la actuación de la delegación judicial. Mientras, en la calle Calabria, el nuevo jefe del Ejecutivo catalán envió a una persona de su confianza, Lluís Salvadó, diputado y todavía secretario de Hacienda en funciones, para convencer a los ocupantes de la sede de ERC que dejasen el edificio.

Al contrario, cuando el juzgado se ha hecho con el piso, que estaba vacío, la manifestación ha acabado y el centenar de personas se ha dirigido a la calle Calabria para reforzar a los miembros del Sindicato de la Vivienda. Una pinza CUP-comunes en la calle contra la nueva Generalitat de Aragonès. La Brimo ha tenido que desplegarse también en la calle Calabria para proteger la sede de ERC y que no la ocupen más manifestantes. Gritos, pancartas y caos.

El regidor de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Marc Serra, ha acusado al nuevo 'president' de “mentir” sobre el informe de vulnerabilidad de los jóvenes okupas. La CUP, por su parte, ha justificado la ocupación porque el piso en cuestión es propiedad de un fondo de inversión. La fragilidad del nuevo Ejecutivo catalán ha quedado retratada en menos de tres horas.

La CUP ha pasado hoy de manera oficial a la oposición, aunque ya lo advirtieron en la investidura

La CUP ha pasado hoy de manera oficial a la oposición, aunque ya lo advirtieron en la investidura. Los comunes les apoyan y el nuevo Gobierno catalán ha quedado, de manera patente, en minoría. Las peticiones al Govern de Aragonès también han venido desde el Congreso de los Diputados, donde la diputada Mireria Vehí ha pedido al 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, que prohíba la participación de la empresa Desokupa en los desahucios, por los vínculos "con la extrema derecha" de la compañía.

Por su parte, el portavoz del PDeCAT en la cámara baja, Ferran Bel, ha considerado "normal" que la CUP exija el cumplimiento de su acuerdo con ERC desde el día siguiente a la toma de posesión del nuevo 'president'. "Si firmas acuerdos, normal que te los exijan", ha señalado en una rueda de prensa.