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Desaparecen las facturas de la 'embajada' catalana en Londres de 2016 y parte de 2017
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no se pueden justificar más de 174.000 €

Desaparecen las facturas de la 'embajada' catalana en Londres de 2016 y parte de 2017

"La limpieza tiró por error los originales de las facturas de 2016 y hasta el 31 de mayo de 2017", dice el 'embajador' al Tribunal de Cuentas

Foto: El exconseller de Exteriores Raül Romeva. (EFE)
El exconseller de Exteriores Raül Romeva. (EFE)
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El Gobierno catalán perdió toda la documentación de los gastos relacionados con la acción internacional desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de mayo del 2017 de la ‘embajada’ del Reino Unido, uno de los ‘puntos calientes’ de la diplomacia de la Generalitat. Cuando el Tribunal de Cuentas requirió los justificantes de los gastos, el que fuera ‘embajador’ de Cataluña en Londres, Sergi Marcén, respondió que “en el mes de junio de 2017, después de realizar unas actuaciones de adecuación de la delegación, la persona contratada para la limpieza tiró por error toda la documentación correspondiente a la gestión económica donde estaban los originales de las facturas de 2016 y hasta el 31 de mayo de 2017. Esta documentación no ha sido posible recuperarla. Por tanto, de los documentos de la delegación entregada al Departamento no hay ninguna factura correspondiente a este periodo”.

La comunicación lleva fecha de 18 de marzo de 2018. Así, el Tribunal de Cuentas tuvo que redactar parte de un informe del gasto exterior del Govern entre 2011 y 2017 solo con los apuntes contables que figuraban en las cuentas de la Generalitat, pero sin documentación que sustentase la veracidad de los gastos.

Pere Aragonès, el virtual próximo ‘president’, viajó a la capital británica y a Dublín en 2016 y 2017 a entrevistarse con agentes de la City

La importancia de Londres queda corroborada por el hecho de que fue una de las cuatro primeras ‘embajadas’ creadas por la Generalitat, junto con las de Francia, Alemania y Estados Unidos. Pero, además, la Generalitat estaba muy interesada en esa sede porque desde ella seguía de cerca el proceso del referéndum escocés. También en el ámbito territorial del Reino Unido estaban los principales aliados políticos del independentismo en el panorama internacional, el escocés SNP y el irlandés Sinn Fein (la ‘embajada’ de Londres abarcaba también la acción política en Irlanda).

Por otra parte, los principales 'think tank' políticos y económicos se asientan en Londres, no en vano Pere Aragonès, el virtual próximo ‘president’, cuando era secretario de Economía, viajó a la capital británica y a Dublín en 2016 y principios de 2017 a entrevistarse con ‘lobbies’, instituciones, entidades de calificación de deuda y firmas financieras para buscar apoyo para la independencia. En la 'City' londinense, se reunió en diciembre de 2016 con representantes de DBRS, Morgan Stanley, Deutsche Bank, Pimco e Invesco. En Dublín, con cargos de Funding and Debt Management, Ireland Strategic Investment Fund (ISIF), NewERA, Strategic Banking Corporation of Ireland (SBCI) y National Development Finance Agency. Este viaje tuvo lugar en octubre de 2016.

302.000 euros desaparecidos

El dinero que falta por justificar en ese periodo asciende a 174.743,42 euros. Esa cantidad pertenece exclusivamente a la ‘embajada’ de Londres. Pero, en realidad, el Tribunal reconoce que “no hay documentación justificativa de varios gastos recogidos en la contabilidad de varias delegaciones (‘embajadas’) por un importe global de 302.793,51 euros”. El informe detalla, por ejemplo, que “no existen justificantes de varios de los gastos realizados en 2017 por una cuantía total de 88.050,09 euros correspondientes a las delegaciones de Estados Unidos (41.871,96 euros), Austria (22.724,29 euros), Croacia (4.878,35 euros) y Polonia (18.575,49 euros)”. Estas son las partidas más importantes sobre las que no existe justificación alguna.

La Generalitat, sin embargo, culpa de esa falta de justificación al Gobierno español. En un informe remitido al Tribunal de Cuentas, explica que “2017 es el único año dónde [sic] se ha detectado una falta de justificantes de gastos, coincidiendo con la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española, aprobado el 25 de octubre del 2017 por el pleno del Senado, y por el que se aprobaron diferentes medidas, entre ellas la supresión de las delegaciones del Gobierno de la Generalitat de Cataluña en Francia, el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Austria, Italia, Marruecos, la Santa Sede, Portugal, Dinamarca, Polonia, Croacia i delante [sic] las organizaciones internacionales con sede en Ginebra, Estrasburgo, París y Viena.

Este hecho, que provocó el cierre inmediato de las delegaciones y el despido de sus trabajadores, imposibilitó, entre otras cosas, la recepción de los comprobantes de los gastos que llegaban mediante correo postal o bien electrónico a la delegación. En el informe de gestión facilitado, se adjuntaban los informes justificando los gastos con falta de comprobantes [sic], como es el caso de Estados Unidos y Croacia”.

La importancia de la ‘embajada’ de Londres quedó de manifiesto también porque fue ahí donde se confeccionó en 2015 un documento, bajo el título ‘Crónica de una ofensiva premeditada’, que atacaba a España con dureza. De hecho, el documento fue utilizado “como argumentario por las delegaciones” para erosionar la imagen del Estado español porque en él se detallaba “la estrategia del Gobierno para ahogar, limitar y laminar el autogobierno de Cataluña”.

Foto: Balcón del Palau de la Generalitat. (EFE)

La ‘embajada’ de la Generalitat en Londres fue una de las más activas. Su actividad no se circunscribió a tratar de ganar peso político ante la Administración británica, sino que mantuvo reuniones con las autoridades de Gales y Escocia. En febrero de 2016, organizó en la capital del Támesis un encuentro con el “grupo de representantes de gobiernos subestatales en el Reino Unido”, en el que se encontraban Flandes, Quebec, Kurdistán, islas Feroe, Valonia, Australia Meridional, Australia Occidental, Columbia Británica y Alberta. Era el cuarto encuentro similar, aunque los tres primeros habían escapado a la fiscalización del Gobierno español.

Casi 27.000 euros por una conferencia

En febrero de 2016 también viajó a Irlanda para mantener una serie de reuniones con el Gobierno de Irlanda del Norte y el Ayuntamiento de Belfast “para explicar la situación política actual en Cataluña”. A comienzos de mayo de 2016, Carles Puigdemont viajó a Londres para pronunciar la conferencia ‘Trazando un camino hacia la independencia catalana’. La ‘embajada’ pagó por poder ofrecer la conferencia un total de 8.278,48 euros, pero Puigdemont gastó en ese viaje 16.897,69 euros, a los que hay que sumar 1.615,60 euros del viaje del consejero de Exteriores, Raül Romeva. En otras palabras, la conferencia del ‘president’ costó a los ciudadanos la friolera de casi 27.000 euros. Los días 14 y 15 de mayo de 2017, Romeva volvió a Londres para participar en una sesión de un grupo parlamentario británico y allí explicó que “este año, el Gobierno de Cataluña se ha comprometido a celebrar un referéndum sobre la independencia y dar respuesta al 80% de la población, que pide votar”.

Foto: Los expresidentes de la Generalitat Carles Puigdemont (d) y Artur Mas. (EFE)

Diez días más tarde, el consejero voló a Dublín para asistir a una conferencia a puerta cerrada con un grupo de ‘amigos’ de Cataluña, que englobaba un puñado de diputados y senadores de los partidos Sinn Fein, Fine Gael y Fianna Fáil. Este grupo, denominado Oireachtas Friends of Catalonia (OFC) es similar al de los ‘intergrupos’ de otros países, que la Generalitat intentó sufragar para promocionar sus consignas en el ámbito internacional. En la reunión, el 'conseller' repitió su mensaje: afirmó que Cataluña había hecho una oferta de diálogo a España y remarcó que “nos gustaría que fuera un referéndum pactado y acordado, como el que se celebró en Escocia en 2014. Es necesario que España entienda que el futuro de Cataluña lo decidirán democráticamente los catalanes”. Este último viaje costó a las arcas públicas 7.515,66 euros. Paralelamente, el ‘embajador’ de la Generalitat en Londres presentó gastos por varios miles de euros de desplazamientos a Irlanda para mantener contactos con organizaciones nacionalistas.

Esponsorizaciones ilegales

En Londres, la ‘embajada’ catalana esponsorizó en octubre de 2017 el observatorio catalán de la London School of Economics por el concepto ‘Programa anual conferencias’ con 6.811,78 euros, aunque las ‘embajadas’ tenían prohibida la esponsorización de actos. Pero, como anécdota, valga citar que, por ejemplo, también se les prohíbe realizar donaciones y aportaciones y esa misma ‘embajada’ donó 91,78 euros a una fundación para la conservación de las jirafas. “Debe señalarse que las delegaciones no pueden realizar aportaciones de esponsorización como es este caso, teniéndolo prohibido por sus normas económico-financieras”, dice el Tribunal de Cuentas.

La London School of Economics fue el foro en el que se vetó, en febrero de 2019, a ponentes constitucionalistas: en un acto sobre el tema catalán, solo fueron programados el consejero de Exteriores, Alfred Bosch, la fugada Clara Ponsatí y su abogado, Aamer Anwar, convertido en el independentista más radical. Ante las protestas de foros internacionales, se admitió como ponente a José Ignacio Torreblanca, profesor de la UNED, lo que levantó airadas protestas por parte de partidos y entidades independentistas, como la ANC, que solo querían hacer oír la voz de los soberanistas. En Londres, durante 2017, se pagaron casi 10.000 euros en informes que no se han encontrado nunca. Uno de ellos llevaba el título de ‘Brexit’s impact on Catalonia’; otro, ‘Informe Twinning’; y un tercero, ‘Practice in financial regulation’. Ninguno de ellos se encontró. Del último, que costó 4.768,25 euros, afirma el Tribunal que “no tiene ninguna vinculación con la delegación y no se especifica su necesidad para la misma, no existiendo el mismo en la delegación”.

El Gobierno catalán perdió toda la documentación de los gastos relacionados con la acción internacional desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de mayo del 2017 de la ‘embajada’ del Reino Unido, uno de los ‘puntos calientes’ de la diplomacia de la Generalitat. Cuando el Tribunal de Cuentas requirió los justificantes de los gastos, el que fuera ‘embajador’ de Cataluña en Londres, Sergi Marcén, respondió que “en el mes de junio de 2017, después de realizar unas actuaciones de adecuación de la delegación, la persona contratada para la limpieza tiró por error toda la documentación correspondiente a la gestión económica donde estaban los originales de las facturas de 2016 y hasta el 31 de mayo de 2017. Esta documentación no ha sido posible recuperarla. Por tanto, de los documentos de la delegación entregada al Departamento no hay ninguna factura correspondiente a este periodo”.

La comunicación lleva fecha de 18 de marzo de 2018. Así, el Tribunal de Cuentas tuvo que redactar parte de un informe del gasto exterior del Govern entre 2011 y 2017 solo con los apuntes contables que figuraban en las cuentas de la Generalitat, pero sin documentación que sustentase la veracidad de los gastos.

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