Puigdemont abre la guerra con ERC y lanza la candidatura de la ANC a las autonómicas

La guerra entre partidos independentistas catalanes ya ha empezado, antes incluso de que ERC cierre los flecos de su pacto con el PSOE y Podemos. El partido republicano será una pieza de caza mayor para el resto de formaciones. Se avecina una pinza entre la CUP y JxCAT, con Carles Puigdemont a la cabeza, para tratar de desarbolar el partido de Oriol Junqueras y beneficiarse electoralmente de esa jugada.

El primer movimiento no ha tardado en llegar: paralelamente a un llamamiento a asediar este lunes la sede de ERC en pleno centro de Barcelona por parte de distintas plataformas vinculadas tanto a Puigdemont como a la CUP, ha habido otro movimiento que puede ser tanto o más peligroso que esa movilización popular. Se trata de la aparición de otra candidatura independentista en las más que probables elecciones autonómicas adelantadas. Y esa candidatura está teledirigida por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que a su vez ha seguido los dictados de Puigdemont en los últimos meses.

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La excusa para ello es que se avecinan buenos tiempos para pescar en río revuelto. Y por ello se ha desempolvado la candidatura de Primàries, que acudió por primera vez a las urnas en las pasadas elecciones municipales, en las que estuvo a punto de obtener representación en el Ayuntamiento de Barcelona, cosechando solo 1.000 votos menos que la CUP. Su cabeza de lista entonces fue Jordi Graupera, que viajó a Bélgica para recibir el beneplácito de Puigdemont a pesar de que no formaba parte de JxCAT ni de PDeCAT.

Pero su irrupción en el universo independentista tenía una razón de ser: quería robar votos de la izquierda independentista y, de paso, debilitar a los principales rivales de Puigdemont, materializados en la CUP y ERC. De hecho, la presentación de Graupera ‘robó’ a la CUP más de 28.000 votos en la capital de Cataluña y privó a la opción anticapitalista de tener representación municipal. Al republicano Ernest Maragall, en cambio, apenas le afectó, a pesar de que Primàries era, precisamente, un misil dirigido a la línea de flotación de su partido.

Llamamiento a los “decepcionados”

La jugada se repetirá ahora, pero en unas elecciones autonómicas. El planteamiento es que si Puigdemont no puede ganar en votos a Junqueras, al menos que se los robe una fuerza supuestamente de izquierdas que nace libre de ataduras y de pactos con fuerzas ‘españolistas’. Al fin y al cabo, su objetivo es evitar que ERC y Junqueras queden por encima de JxCAT para que esta fuerza pueda seguir siendo la referencia soberanista. De esta manera, en algunos círculos soberanistas ya se ha comenzado a explicar lo que significa esta ‘tercera vía independentista’ a nivel autonómico. “Se trata de crear una candidatura que simula ser una cosa pero que, tal y como se plantea, solo va dirigida a copar un espacio de izquierdas para luego apoyar a una formación de derechas”, admite un dirigente soberanista a El Confidencial

“Para quien haya votado a JxCAT o ERC y esté profundamente decepcionado. Ya que en JxCAT, el PDeCAT, el sector rancio del ‘peix al cove’ todavía tiene más fuerza que el sector renovador, o que los diputados independientes como Borràs, Costa, Dalmases, Torra, Madaula, etcétera… Aquellos que votasteis ERC y os arrepentís porque veis cómo su estrategia y tácticas tan solo buscan ganar la hegemonía partidista, tenéis varias opciones: CUP y Primàries. En Primàries ya se preparan para las probables elecciones a la Generalitat”, advirtieron a través de sus canales internos y de las redes sociales este lunes, en plena recta final de la negociación entre PSOE y ERC.

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Con ello, sitúan en el tablero de juego una alternativa falaz: o los dos grandes partidos nacionalistas o las dos listas extremistas que, además, se disputan el mismo espacio electoral. Al menos supuestamente, porque, como apunta a este diario el alto dirigente soberanista citado, “que nadie dude de que los de Primàries son unos satélites de Puigdemont y que sus votos irán directos a alinearse con JxCAT”.

Esta plataforma, precisamente, eligió hace una semana como portavoz en Barcelona a Anna Arqué, una de las activistas más conocidas del independentismo: había colaborado con las primeras plataformas independentistas (Deu Mil a Bruselles, así como los referéndums locales en los ayuntamientos catalanes celebrados a partir de 2010) hace una década, luego pasó a militar en Solidaritat Catalana per la Independència (que se había formado con tránsfugas de ERC y de otros grupos) y acabó montando hace poco la International Commision of European Citizens (ICEC), una plataforma para internacionalizar el conflicto. Esta plataforma, sin estructura conocida y sin representación social, solo sirve para hacer bonito en el papel, aunque es utilizada incluso por la Generalitat para invitarla oficialmente a actos como si fuese un organismo muy importante, con el fin de simular apoyos internacionales. La pareja de Arqué es Joan Vives, un conocido activista creador de múltiples plataformas y grupos que han ido jalonando la senda independentista.

Como coordinadores de Primàries fueron elegidos Víctor Puig y Arnau Pont, mientras que en la dirección se han integrado Marc Martí, Josep Pellús, Clara Prunés y Àstrid Bierge. Aunque oficialmente son dos cosas diferentes, en realidad, Primàries es el brazo político de la Asamblea Nacional Catalana, que preside Elisenda Paluzie. “Si queremos hacer política diferente, es preciso hacer cosas diferentes. ¡Nuevo año y nueva política ‘indepe’ para 2020!”, lanzó Primàries a sus militantes este lunes. Pero desde hace una semana, sus activistas trabajan con un solo objetivo: articular una candidatura alternativa a la izquierda independentista actual en las próximas autonómicas.