Puigdemont unifica en su mansión de Waterloo las sedes de sus asociaciones belgas
Esta unificación de las sedes sociales coincide con que a partir de ahora la gestión del día a día de ambas asociaciones sin ánimo de lucro está en manos del publicista Sergi Miquel
Carles Puigdemont ha concentrado en su mansión de Waterloo las asociaciones belgas que dan cobertura legal a sus actividades. Así, además de CATGlobal ASBL, que ya se trasladó allí en enero de 2019, ahora también lo ha hecho Catalunya Cultura i Progrés AISBL, más conocida como CATCiP. Puigdemont nunca ha reconocido la relación con ambas entidades pero ahora que se encuentran ambas en Avenue de l’Avocat, 34, donde él reside y despliega la actividad política del Consell per la República, todo resulta más obvio.
Esta unificación de sede, que ya consta en el Registro Mercantil belga, también se refleja en la gestión, ya que a partir de ahora el día a día de ambas asociaciones sin ánimo de lucro está en manos del publicista digital Sergi Miquel.
Por tanto, ahora CATGlobal y CATCiP tienen el mismo gestor, la sede en el mismo edificio y un objetivo similar aunque no declarado en su objeto social: trabajar por la independencia de Cataluña. Los vínculos con Puigdemont son claros, aunque circunstanciales. CATGlobal fue fundado por Josep Maria Matamala, amigo personal de Puigdemont. Matamala también ejerce como administrador de CATGlobal. Su hermano, Joan Matamala, fundó CATCiP y es su representante en Girona, según consta también en el registro belga.
La presidenta de CATGlobal es Erika Casajoana, número cuatro en lista de las europeas por JxCAT. Si Carles Puigdemont y Toni Comín acaban renunciando, y ante el previsible desinterés de la número tres, la 'exconsellera' Clara Ponsatí, sería ella la que acabaría siendo eurodiputada. CATGlobal asume los gastos corrientes y legales en los que incurre Puigdemont y su actividad política.
Mientras, CATCiP gestiona los ingresos derivados del registro ciudadano, una gigantesca base de datos que incluye datos biométricos y a la que se han apuntado casi 69.000 catalanes. Han pagado 10 euros cada uno, pero los resultados todavía no han sido visibles para los que han optado por esta vía.
CATCiP también tiene otra vía de ingresos: sortea obras de arte de trasfondo soberanista. Lo hicieron en 2018 y todavía hay un espacio en su página web. Pero no se conocen más iniciativas de este tipo.
Alejamiento del N-AV
Sin embargo, en el entorno belga, las cosas se han complicado para los políticos catalanes instalados allí. El partido flamenco N-AV que siempre había apoyado a Puigdemont ahora marca las distancias, curiosamente cuando les era más fácil hacerlo ahora que han salido del gobierno belga. Hace meses que ninguno de sus líderes les manifiesta apoyo.
Viejos aliados del independentismo como los conservadores de Flandes N-VA o Matteo Salvini ahora ponen distancia con el proyecto político
Incluso un eurodiputado que siempre se había manifestado a favor de Puigdemont, Derk Jan Eppink, ahora comparte grupo parlamentario en la eurocámara con Vox, el ECR. En ese mismo grupo está ahora N-AV. La estrategia de Steve Bannon para la ultraderecha europea ha resultado perjudicial para los intereses del independentismo. Matteo Salvini, otro viejo aliado del soberanismo catalán, ahora resulta tan poco de fiar que Puigdemont no ha pisado Italia desde que huyó de España.
Falta de transparencia
Más allá de eso, el proyecto político de ese modelo de "gobierno en el exilio" sigue sufriendo por su principal punto débil: la falta de transparencia. Esta fue determinante para que la UE les negase ser un 'lobby' reconocido. Así se lo pidió la UE en unos correos a CATGlobal, en los que les pedían que aportasen su documentación fundacional y en donde les exigían, tal y como ya había puesto de manifiesto El Confidencial, que aclarasen la confusión sobre el número de socios que declaraban y los que tenían en realidad.
También lamentaba la UE en este mail del 14 de enero que la página web que habían dado de referencia no ofrecía datos sobre qué era CATGlobal. Efectivamente, la web que se facilitaba en la petición de ser reconocidos como 'lobby' era www.defensaexili.org donde no se aportaba información alguna de la asociación belga, pero se intentaba recaudar fondos para la causa.
Carles Puigdemont ha concentrado en su mansión de Waterloo las asociaciones belgas que dan cobertura legal a sus actividades. Así, además de CATGlobal ASBL, que ya se trasladó allí en enero de 2019, ahora también lo ha hecho Catalunya Cultura i Progrés AISBL, más conocida como CATCiP. Puigdemont nunca ha reconocido la relación con ambas entidades pero ahora que se encuentran ambas en Avenue de l’Avocat, 34, donde él reside y despliega la actividad política del Consell per la República, todo resulta más obvio.
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