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Jordi Turull será presidente de transición y Puigdemont irá a una fundación privada
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ERC y JxCAT siguen negociando flecos

Jordi Turull será presidente de transición y Puigdemont irá a una fundación privada

El sucesor del 'expresident' exiliado acabará inhabilitado cuando se abra juicio oral, como mínimo por desobediencia. Cuando pase, tendrá que dejar su puesto en la Administración

Foto: El 'exconseller' y candidato de Junts per Catalunya (JxCAT) Jordi Turull. (EFE)
El 'exconseller' y candidato de Junts per Catalunya (JxCAT) Jordi Turull. (EFE)

El presidente de la Generalitat será Jordi Turull. No se sabe por cuánto tiempo, pero ERC y JxCAT ya han acordado que el antiguo portavoz de la Generalitat sea el hombre que aplicará la presidencia efectiva de la Administración catalana. Turull presidirá la Generalitat hasta que, presumiblemente, sea inhabilitado. Su mandato durará un periodo indefinido que puede ser de unos meses hasta superior a un año. Por su parte, Carles Puigdemont tendrá que conformarse con presidir una fundación privada radicada en Bélgica, sin acceso a fondos públicos ni poder efectivo sobre los nombramientos, las 'consellerias' o respecto al calendario electoral.

Fuentes conocedoras de las conversaciones entre ambas formaciones independentistas han dado los detalles del principio de acuerdo, solo pendiente de algunos flecos. Paso uno: Puigdemont se retirará alrededor del 28 de febrero, tal y como ya adelantó El Confidencial. Paso dos: se propondrá como presidente de la Generalitat al presidente de la ANC, Jordi Sànchez, encarcelado en Soto del Real. Cuando el TC o las autoridades penitenciarias tumben esta posibilidad, emergerá la figura de Jordi Turull. Este será propuesto en principio como 'conseller' de la Presidencia —el mismo cargo que ocupaba cuando Puigdemont se encontraba en el Palau de la Generalitat, en la clave restitucionista que defiende JxCAT—. El 'conseller' de la Presidencia es el número dos de la Generalitat cuando no hay vicepresidente. Y, por tanto, es quien asumiría la presidencia en el paso tres.

Foto: Los exconsellers y diputados electos Jordi Turull (i) y Josep Rull (d) leen el mensaje enviado por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont el 25 de diciembre. (EFE)

Todas las partes implicadas asumen que Jordi Turull será un presidente de transición, puesto que no podrá acabar la legislatura. Turull, investigado por el Tribunal Supremo, será inhabilitado cuando se abra juicio oral, como mínimo por desobediencia. Y cuando pase tendrá que dejar su puesto y su sucesor será entonces el que asuma la presidencia. Por tanto, uno de los flecos que se están discutiendo es quién será este número cuatro, al que se quiere limpio de causas judiciales. ERC está intentando también obtener garantías de que se mantendrá esta línea sucesoria y Turull no adelantará las elecciones por sorpresa. Los republicanos siguen apostando por agotar la legislatura.

JxCAT quiere que ese número cuatro sea uno de sus diputados. En cambio, ERC valora que debería ser de los suyos, puesto que los herederos de CDC habrían copado los tres primeros puestos con los tres primeros nombres de su lista: Puigdemont, Sànchez y el propio Turull.

Por su parte, Turull (52 años) empezó su carrera política en el Vallès Oriental, a la sombra del 'exconseller' Lluís Recoder. Diputado en el Parlament desde 2004, siempre se ha caracterizado por ser muy independentista, al mismo tiempo que articulaba un sólido discurso político. Perdió el congreso de constitución del PDeCAT ante Marta Pascal, pero Puigdemont siempre le agradeció su compromiso con el 1-O tras haber alcanzado la Conselleria de Presidencia. A menudo se ha mostrado muy beligerante, como cuando calificó de “súbditos” a los catalanes que no votaban independentista.

Foto: 'Exconseller' Jordi Turull, candidato por Junts per Catalunya (EFE)

Relevancia simbólica

Carles Puigdemont ya tiene asumido que tendrá que retirarse y que no podrá ser presidente de la Generalitat. Según su entorno de Bruselas no está tan claro que haya aceptado que su papel vaya a ser solo testimonial. El 'expresident' todavía plantea cuestiones como nombrar a los 'consellers', intervenir en la gestión administrativa o, incluso, convocar las elecciones de manera vicaria, es decir, a través de un tercero. Pero ERC ya ha plantado su negativa en todos estos puntos. Tal y como pasó con el intento de modificar la Ley de Presidencia para investir a Puigdemont a distancia, los republicanos le han advertido de que todo lo que pretende implicaría violar la ley; en concreto, incurrir en el delito de usurpación de funciones.

Por eso plantean a Puigdemont que se ponga al frente de una fundación privada con sede en Bélgica. Dicha fundación tendría como objeto internacionalizar la causa catalana y fomentar la independencia. Pero sin gestionar fondos públicos o sin que pueda exigir responsabilidades a los 'consellers', tal y como pretendía en un principio. ERC no tiene inconveniente en que el nombre de dicha fundación tenga cierta reminiscencias simbólicas, del estilo Casa de la República.

Foto: Carles Puigdemont en Bruselas. (Reuters)

Puigdemont pretendía, además, cambiar de residencia y marchar a Ginebra. Pero Anna Gabriel se le ha adelantado. Y ahora no quiere parecer que va a rebufo de los 'cupaires' apostando por mudarse a Suiza.

Reparto de carteras

Mientras, sigue el reparto de carteras. Uno de los flecos pendientes que se han de solventar en las conversaciones. Con el problema añadido de que no se sabe dónde colocar a Elsa Artadi, la mano derecha de Puigdemont en Barcelona. ERC quiere retener el departamento de Economía, con lo que el candidato natural para esta 'conselleria' es Pere Aragonés, una de la contrapartes de Artadi en el lado republicano de la mesa de negociación y actual secretario de Economía de la Generalitat.

Queda, pues, el problema de qué hacer con Artadi. Algunos de sus mentores han propuesto que sea secretaria del Govern, un puesto donde podría aprovechar su experiencia de coordinación adquirida como responsable de asuntos interdepartamentales y que le permitiría acceder al Consell Executiu, aunque sin voto. Pero Puigdemont y JxCAT no están de acuerdo. Aunque en la práctica el secretario del Govern es un puesto de gran importancia, carece de visibilidad, que es lo que necesita Artadi para consolidar su carrera política en un futuro, y eso implica hacerla titular de una 'conselleria'.

El presidente de la Generalitat será Jordi Turull. No se sabe por cuánto tiempo, pero ERC y JxCAT ya han acordado que el antiguo portavoz de la Generalitat sea el hombre que aplicará la presidencia efectiva de la Administración catalana. Turull presidirá la Generalitat hasta que, presumiblemente, sea inhabilitado. Su mandato durará un periodo indefinido que puede ser de unos meses hasta superior a un año. Por su parte, Carles Puigdemont tendrá que conformarse con presidir una fundación privada radicada en Bélgica, sin acceso a fondos públicos ni poder efectivo sobre los nombramientos, las 'consellerias' o respecto al calendario electoral.

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