Desorden y prisas: los dos motivos por los que naufragó el proyecto para hacer del Pirineo la meca del esquí

Los fondos europeos han sido como un maná para muchos gobiernos que querían colmatar inversiones prometidas. O para desatascar proyectos históricos. En otras ocasiones, también han sido un cúmulo de titulares y fotografías para terminar dejando el proyecto en un cajón: sin fondos europeos y con la ilusión por los suelos. Es el vivo ejemplo del fallido proyecto de la unión de estaciones que lideró Aragón, durante el mandato de Javier Lambán (PSOE). La unión de estaciones aglutinó en dos meses todos los contratiempos posibles para terminar desterrando la idea de un proyecto de esta envergadura, que contemplaba una inversión de 35 millones para la unión de Astún con Formigal y un enlace con Candanchú.

En la práctica, unir los dos valles pirenaicos de Tena y Aragón para hacer el mayor dominio esquiable de España y uno de los más largos del mundo. Para ello se solicitaron 26,4 millones de euros a través de los Fondos Next Generation de la Unión Europea. Pero todo se torció. Las críticas de los ecologistas por el daño ambiental, el enfado del líder del PSOE en Huesca y expresidente de la Diputación y el rechazo de la población de los valles hicieron que el castillo de naipes para la unión de estaciones cayera de un plumazo. Especialmente, la posición en contra los socialistas oscenses al plan de Lambán para el Pirineo fue la guinda del pastel.

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El entonces presidente de la diputación oscense, Miguel Gracia, cuya Administración ejercía de promotor del proyecto, entendía que los plazos para ejecutar la inversión eran extraordinariamente cortos. Eso se sumaba a que era una inversión desproporciónala para una institución de la entidad de la Diputación, que tiene un presupuesto anual de 80 millones. Tal y como detalló El Confidencial, el incumplimiento en los plazos de ejecución hubieran llevado a la Diputación a estar cerca de la quiebra, por la exigencia de devolver los fondos a la UE. Ante los riesgos de no poder llegar a los plazos de Europa, se señaló por parte de los responsables del proyecto que se podría pedir una prórroga o cambiar el destino de los fondos.

Desde el minuto uno, y a pesar de las críticas del propio líder del PSOE de Huesca, siempre se defendió que el proyecto se haría en tiempo y forma. Tras el proyecto fallido, el Ejecutivo de Lambán decidió que los 26,4 millones de euros previstos para la unión de estaciones se reorientaran en otros proyectos destinados al turismo sostenible. Pero también con problemas. Fuentes del Ejecutivo aragonés indican que la reasignación de los proyectos que realizó el Gobierno de Lambán antes de las elecciones tuvo varios errores formales. Por ello, la Secretaría de Estado de Turismo avisó de que el reparto de los fondos de la UE no fue debidamente formalizado en el Ministerio por parte del Ejecutivo aragonés.

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A día de hoy, nada se sabe de cuándo llegarán los fondos Next Generation para la inversión en otros proyectos del Pirineo que decidió reasignar el nuevo gobierno aragonés de Jorge Azcón (PP). Fuentes del Gobierno autonómico aseguran que, tras el fallido proyecto para unir Astún con Formigal, la unión de estaciones sigue siendo “un proyecto estratégico” por la incidencia en el PIB del sector de la nieve. La idea de recuperar el proyecto es precisamente una idea. Aún no se conoce un plan concreto, ni la financiación, ni los plazos de ejecución de la unión. Tan solo aseguran estas fuentes que “será una iniciativa sostenible y contará con todo el territorio”. El ejecutivo actual de PP y Vox no quiere repetir los errores del anterior gobierno.

Este mismo planteamiento es defendido por Isaac Claver, presidente de la Diputación oscense. En declaraciones a El Confidencial, Claver asegura que la unión de estaciones del Ejecutivo de Lambán “fue un fracaso de proyecto por la falta de coordinación y la ausencia de trabajo en común del Gobierno y de la Diputación”. La actual reasignación de proyectos tiene un montante total de casi 9,5 millones de euros en varias inversiones en las comarcas pirenaicas del Alto Gallego y la Ribagorza. Entre otros, un parking disuasorio en Formigal para descongestionar su centro urbano o la peatonalización del centro de Sallent de Gállego.

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El resto de millones que se asignaron a la unión de estaciones se han destinado a otros proyectos repartidos por toda la comunidad. Junto a ello, el gobierno de Azcón quiere destinar 250 millones de euros a un plan global para el Pirineo, durante los próximos ocho años, más allá de la unión de estaciones. "Queremos que la inversión en el Pirineo no sea solamente en un sector estratégico como es el de la nieve, sino que sea en todos y cada uno de los elementos que dinamicen el turismo en la zona", expresó Azcón recientemente.