Una Comunidad Autónoma decide prohibir los móviles en las aulas hasta 2º de la ESO

La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Andalucía, con Patricia del Pozo a la cabeza, se dispone a reforzar las restricciones sobre el uso de teléfonos móviles en las aulas, siguiendo las sugerencias del Consejo Escolar de Andalucía. Este órgano de consulta y participación de la comunidad educativa andaluza ha recomendado limitaciones más severas, incluyendo la prohibición del uso de dispositivos móviles y análogos personales hasta el segundo de la ESO, abarcando todas las enseñanzas de competencia de la Consejería.

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Para los estudiantes de tercero de la ESO en adelante, se aconseja restringir el uso a momentos puntuales de la jornada escolar, destinados exclusivamente a fines didácticos y respaldados por criterios pedagógicos en el proyecto educativo de los centros. Esta normativa se aplicaría durante toda la jornada escolar, incluyendo momentos de recreo, así como en actividades complementarias y extraescolares.

Orientación sobre el uso responsable de dispositivos

El Consejo también enfatiza la necesidad de ofrecer formación y orientación a familias, docentes y alumnos sobre el manejo responsable de estos dispositivos. Además, se destaca la importancia de que los centros dispongan de la tecnología necesaria para satisfacer las necesidades educativas, reduciendo así la dependencia de los dispositivos personales del alumnado. En este sentido, se ha informado que más de 410.000 dispositivos tecnológicos han sido puestos a disposición de los centros educativos, y que un 45% del profesorado ya cuenta con un nivel de competencia digital A1 o superior.

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Con estas medidas, la Consejería busca no solo apoyar el correcto desarrollo educativo sino también abordar la preocupación creciente entre las familias y el personal docente sobre el impacto de los móviles en la convivencia y el rendimiento académico de los estudiantes. Del Pozo ha expresado su gratitud hacia el Consejo Escolar por su labor en la elaboración de este informe, que ha contado con la participación de expertos de diversos ámbitos como la educación, la salud mental, y la seguridad.

La adopción de estas recomendaciones marca un paso importante hacia la creación de un ambiente de aprendizaje más propicio y menos distraído, fomentando un uso más consciente y pedagógico de la tecnología en las aulas. Andalucía se coloca así en la vanguardia de la implementación de políticas educativas adaptadas a las exigencias del siglo XXI, comprometiéndose con la mejora continua de la calidad educativa y el bienestar de su comunidad estudiantil.