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La educación canina, más allá de enseñar comandos
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'Dejando Huella'

La educación canina, más allá de enseñar comandos

Las mascotas ya no son consideradas en España como una pertenencia, son seres sintientes, respaldados por la ley, lo que ha puesto patas arriba al sector, que busca nuevas miradas en todos los ámbitos

Foto: Gala se pone en dos patas y posa para la fotógrafa Susana Mateos de Pelosos.
Gala se pone en dos patas y posa para la fotógrafa Susana Mateos de Pelosos.

Adaptar y adoptar métodos de aprendizaje de niños para aplicarlos a los perros y gatos es ya una realidad. Más respeto, empatía y diversión, y menos castigos, gritos y uso del papel periódico. No basta con enseñar comandos, debemos ahora contemplar otras variables como la socialización, la percepción del entorno en el que vivimos, o la gestión de las emociones de nuestras mascotas. Hay que entrenar habilidades, en lugar de conductas.

El adiestramiento canino evoluciona y surgen propuestas más humanas, literalmente. Las mascotas ya no son consideradas en España como una pertenencia, son seres sintientes, respaldados por la ley, lo que ha puesto patas arriba al sector, que busca nuevas miradas y propuestas en todos los ámbitos: moda, ocio, salud, y, como no, la educación. Actualmente, el adiestramiento tradicional convive o evoluciona con nuevas fórmulas de enseñanza, donde prima la adaptación de nuestras mascotas al entorno en el que viven. Propuestas más humanas (literalmente), como el Método Montessori Para Perros, llegan para aportar una mirada distinta a la educación de nuestras mascotas.

Ío Almagro, doctora en biología y reconocida educadora de mascotas, nos habla de su Método Montessori Para Perros, una innovadora propuesta educativa, que consiste en unos cursos registrados donde enseña a las personas a educar y cuidar a sus perros desde el respeto, la empatía y el conocimiento de la especie.

placeholder La bióloga y entrenadora Ío Almagro con un grupo de aplicados estudiantes caninos (cortesía Ío Almagro).
La bióloga y entrenadora Ío Almagro con un grupo de aplicados estudiantes caninos (cortesía Ío Almagro).

"El adiestramiento no solo se trata de comportamiento, sino también de satisfacer las necesidades intelectuales y físicas de los animales. Es fundamental resaltar la importancia de la socialización y la gestión de emociones en el adiestramiento", afirma Almagro, doctora en biología colaboradora en programas de televisión 'Como El Perro y el Gato', de La Sexta, o en Onda Cero, donde lleva años resolviendo consultas de comportamiento de perros.

"La llegada de mi perro Milko, que tiene 17 años, cambió mi vida. Mi amor por este perro, que de cachorro tenía miedo al ruido, pánico a casi todos los perros, era un torbellino, orinaba en todas partes y mordía muebles y zapatos, me llevó a embarcarme de lleno en su bienestar, y entonces comencé a investigar y a interesarme profesionalmente por el tema", dice la doctora en biología y entrenadora canina.

placeholder Odie dando la pata (cortesía Pelosos)
Odie dando la pata (cortesía Pelosos)

Tras tener una escuela de adiestramiento a domicilio durante cinco años, y darse cuenta de que en el sector de adiestramiento todo era muy parecido, decidió crear algo distinto, innovador y divertido.

"Como siempre me han gustado mucho los niños, me di cuenta de que se podía sacar provecho de algún método cognitivo para niños y aplicarlo a los perros. Una metodología que empezara con el respeto por la individualidad del otro ser y potenciara sus habilidades. Hoy en día los perros hacen parte de nuestro hogar. Hay algo más. No son un juguete o una posesión. Todas estas reflexiones e investigaciones me llevaron a combinar el método de educación Montessori con la etología (rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en sus medios naturales) canina, la ciencia, los valores y la diversión", señala Ío.

El método Montessori es un modelo educativo creado por la médica María Montessori a finales del siglo XIX, y que busca liberar el potencial de cada niño para que se desarrolle en un ambiente estructurado.

Entrenar habilidades en lugar de conductas

La educación ha cambiado mucho, hace 50 años los métodos de enseñanza eran otros, no estaba mal visto que el profesor te diera en los dedos con una regla si te comportabas mal. Hoy días eso es impensable. Pues algo parecido está ocurriendo con el adiestramiento de las mascotas: muchas veces confundimos el adiestramiento con el comportamiento. Un perro puede estar muy entrenado y portarse mal, porque emocionalmente no gestiona bien una situación. Se dan mejores resultados con amor y entendimiento, que con la zanahoria y el garrote. Ío Almagro basa su trabajo en dejar que los perros se desarrollen de una forma divertida y amable.

placeholder Pepa, ejercitando la paciencia (cortesía Pelosos)
Pepa, ejercitando la paciencia (cortesía Pelosos)

"Un perro no tiene las mismas necesidades que una persona y no debemos negar sus capacidades, como, por ejemplo, la capacidad de guardar recuerdos. La ciencia ha avanzado mucho en este tema. Tan únicos no somos los humanos. Dicho esto, es verdad que a veces se nos va de las manos: tenemos que diferenciar y distinguir entre un capricho nuestro, y qué realmente le viene bien al perro. A un perro le puede venir bien usar alguna prenda que le dé calor si tiene el pelo corto y hace mucho frío, o usar algo para protegerse de la lluvia. Tampoco está mal que un día en concreto le pongamos un disfraz y le hagamos alguna foto, el perro puede incluso disfrutar el momento, si luego lo premiamos con achuchones o chuches. Ahora, que nuestro perro tenga un armario más grande que el de Paris Hilton, pues no. Además de absurdo, es poco sostenible", sostiene.

Habilidades caninas

El método Montessori Para Perros, comienza por reconocer su naturaleza: son perros, y tienen muchas habilidades y cualidades que se pueden potenciar. Una de estas cualidades es la permanencia del objeto, que consiste en un tipo de memoria: vas de paseo con tu perro y te metes a la farmacia y lo dejas fuera y no te ve salir, entonces sabe que algo pasa. O si guardo la pelota en el armario y no la ve salir de ahí, ya sabe que la pelota está en el armario y no lo olvida. Tienen también la capacidad de aprender palabras, entre otras cosas.

placeholder Turbo mostrando su mejor disposición (cortesía Pelosos)
Turbo mostrando su mejor disposición (cortesía Pelosos)

"Antes de recibir a nuestro perro en casa, hay que preparar un ambiente que les permita desarrollarse de manera idónea, respetando su naturaleza. Luego, deben socializar y aprender a vivir en nuestras ciudades, a relacionarse con otros perros, con otras personas. Hay que poner límites, y permitir que se desarrollen de una manera más competente que cuando están inhibidos, y sólo responden a comandos u órdenes que hemos enseñado de una manera unidireccional", afirma la entrenadora canina.

Ejercicios mentales

Tanto perros como gatos tienen necesidades, más allá de las físicas. La educación no solo es necesaria para conseguir que se comporten, es también una herramienta para que estén satisfechos y saquen todo su potencial, es cómo ejercitarles su cabeza, para evitar enfermedades, como, por ejemplo, la disfunción cognitiva, una especie de demencia que sufren los perros. Un perro con la mente ágil, va a tener mejor salud.

placeholder Tintín y Tango sociabilizando (cortesía Pelosos)
Tintín y Tango sociabilizando (cortesía Pelosos)

El reparto del botín

Hay varios ejercicios que propone el método de Ío Almagro, para aprender jugando. Uno de ellos es el reparto del botín.

El juego el "reparto del botín" es una herramienta para entrenar el autocontrol y la educación en los perros al compartir su comida. Se trata de premiar la conducta respetuosa y paciente del perro, sin necesidad de dar órdenes directas, ya que el objetivo es entrenar habilidades en lugar de conductas.

placeholder Un grupo de perros atentos de recibir su recompensa (cortesía Ío Almagro)
Un grupo de perros atentos de recibir su recompensa (cortesía Ío Almagro)

"Coges un poco de pienso o unas chuches, haciéndole ver a tu perro que los tienes. Y le enseñas a que no se impaciente. Al comienzo se pondrá ansioso y puede que ladre, que pida a gritos la chuche. Pero debe aprender a esperar. Es cuando ya se queda tranquilo y ha practicado el autocontrol, cuando finalmente le das una chuche. No se les debe dar una recompensa cuando la exigen de mala manera", concluye Almagro, quien nos invita a comenzar por poner en práctica este ejercicio para empezar a cambiar la percepción que tenemos de la educación canina.

Adaptar y adoptar métodos de aprendizaje de niños para aplicarlos a los perros y gatos es ya una realidad. Más respeto, empatía y diversión, y menos castigos, gritos y uso del papel periódico. No basta con enseñar comandos, debemos ahora contemplar otras variables como la socialización, la percepción del entorno en el que vivimos, o la gestión de las emociones de nuestras mascotas. Hay que entrenar habilidades, en lugar de conductas.

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