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Los exmilitares del Este de Europa que asolaban las urbanizaciones de lujo de Marbella: 64 robos y "van a salir más 'palos"
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SEIS DETENIDOS

Los exmilitares del Este de Europa que asolaban las urbanizaciones de lujo de Marbella: 64 robos y "van a salir más 'palos"

Se estima que se hicieron con un botín superior al millón de euros en los 71 robos que se les imputa por ahora. Su líder era un albanés "tan confiado en su sistema" que decidió asentarse en la Costa del Sol

Foto: Parte del material intervenido a la red desarticulada. (Policía Nacional)
Parte del material intervenido a la red desarticulada. (Policía Nacional)

"Al principio, perseguíamos sombras, hasta que encontramos un hilo del que tirar". Quien pronuncia estas palabras es uno de los agentes que han participado en la captura de una de la "redes más activas" de robos de viviendas que han operado en Málaga. Una organización compuesta —mayoritariamente— por exmilitares de Europa del Este que se especializaron en los complejos residenciales de Marbella y a la que por ahora se le imputan 71 asaltos en toda la Costa del Sol. Aunque avanza que "van a salir más palos". Han sido detenidas seis personas que se hicieron con un botín superior al millón de euros.

La investigación del Grupo de Robos de la Comisaría marbellí comenzó tras registrarse en esta localidad una serie de asaltos a domicilios cuyos autores, en todos los casos, seguían un modo de operar muy característico y empleaban herramientas específicas para forzar puertas, ventanas o cajas fuertes y actuaban en una franja horaria concreta.

Una de las principales particularidades de la organización criminal, informó la Comisaría Provincial, era su alta cualificación a la hora de cometer los robos. Utilizaban, al igual que las unidades del Ejército, equipos de transmisión para comunicarse durante los asaltos.

Debido a sus conocimientos de técnicas militares, los investigados tomaban estrictas medidas de seguridad personal y contravigilancia, con maniobras de cambio de sentido o paradas imprevistas cuando circulaban en coche o caminaban por la calle. También estaban entrenados para acceder a cualquier tipo de inmueble, independientemente de la altura de sus muros y perímetros, y actuar de manera rápida y eficaz.

Foto: Ángel, alias el Oso, en su barrio de Carabanchel. (D.B.)

Los delitos que se les imputan ponen de manifiesto un patrón bastante claro en sus objetivos: domicilios de lujo y establecimientos cercanos a campos de golf, situados por lo general en las zonas de Artola y Río Real, con dificultad para ser detectados por las fuerzas de seguridad y con fácil huida.

Fuentes consultadas por este periódico explicaron que la banda llevaría "más de un año" operando en la Costa del Sol, donde se habían instalado con sus familias y hacían "vida normal". Estaban "tan confiados" de que no podían ser detectados, que no se plantearon trasladarse a otras zonas del país para evitar el riesgo que subyacía tras su hiperactividad.

Los agentes se enfrentaban a "sombras", hasta que "encontramos un hilo del que tirar". Las líneas de trabajo abiertas permitieron identificar a algunos integrantes del entramado y comenzar a vincularlos con robos denunciados.

Las vigilancias concretaron que los sospechosos empleaban para sus traslados coches de alquiler que cambiaban con asiduidad. Aunque no era su única opción de movilidad. Se averiguó que los ladrones contaban con la colaboración de un empresario español al frente de un negocio de compraventa de vehículos en la capital malagueña. Esta persona, según la fuente oficial, supuestamente suministraba turismos de su propia empresa cuya titularidad no se había o con documentación falsificada. Una operación se hacía sin ningún tipo de contrato, lo que dificultó enormemente el trabajo policial.

El líder era un albanés de unos 40 años con antecedentes. Un tipo bregado en esta suerte delictiva y siempre con un arma en el cinto

El líder de la banda era un albanés de unos 40 años, casado y con numerosos antecedentes penales por delitos de la misma naturaleza, así como por tenencia ilícita de armas. Un tipo bregado en esta suerte delictiva y con un arma en el cinto cuando actuaba. Físicamente, "una mala bestia", lo describe un policía, que destaca que "conoce de qué va esto" y no hacía ostentación. "Vida normal para no llamar la atención".

Era el cabecilla, el encargado de la planificación y estudio de todas las actuaciones. Quien marcaba las pautas a seguir por el resto de miembros. Y el que daba salida a los efectos sustraídos en los robos. Los investigadores le señalan como la única persona que entró en las viviendas en la mayoría de los asaltos, aunque en otros —los menos— estuvo acompañado por otros dos ladrones.

Un escalón por debajo estaban otros dos ciudadanos de países de Europa del Este, quienes solían actuar como conductores habituales durante los desplazamientos, proporcionaban cobertura y vigilancia al resto de los miembros y participaban en los asaltos como coautores. En el mismo escalón se hallaba un cuarto hombre que alquilaba los vehículos. En un tercer nivel estaba un subordinado de los anteriores que, entre otros cometidos, ejercía labores de apoyo y de gestión de vehículos.

Encañonaron a unos moradores

El grupo de exmilitares seguía escrupulosamente el mismo modus operandi en cada uno de sus golpes. El líder —autor material de todos los robos— salía de su vivienda con una vestimenta normal y sin portar nada consigo. Se reunía con uno o dos compinches, que le trasladaban en vehículo hasta una zona de campo ubicada a las afueras de Marbella.

En ese punto, se introducía entre la maleza, por un lugar de difícil acceso, para ponerse la "indumentaria de faena" y coger los útiles para perpetrar los robos —incluida una pistola— que se encontraban escondidos. En este punto, enterrado, se halló parte del botín.

Una vez equipado, era trasladado hasta el lugar elegido para asaltar las viviendas, delito que cometía estando permanentemente en contacto con el resto de la organización que vigilaba en los exteriores y avisaba si había algún peligro. Finalmente, y tras consumar el delito, se dirigían todos al establecimiento de compraventa de vehículos de la capital para ocultar las joyas, dinero y efectos sustraídos.

Foto: El presunto cabecilla de la organización, tras ser detenido. (Policía Nacional)

Los ladrones solían actuar limpiamente, aunque en cuatro ocasiones emplearon la violencia o intimidación cuando se vieron sorprendidos por sus víctimas. Las mencionadas fuentes recordaron el caso en el que los moradores de una de las casas se despertaron al oír ruidos. Cuando descubrieron al asaltante y fueron a atraparlo, este sacó el arma y les encañonó.

El pasado día 18 de enero, bajo la supervisión del juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, y coordinados por el Grupo de Robos de la Comisaría de Marbella, se llevaba a cabo la fase operativa de la investigación. La operación Western se saldó con la detención de seis personas por su presunta responsabilidad en los delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Cuatro de ellas han ingresado en prisión.

Un millón de euros

Según las pesquisas, la organización es la responsable de 64 robos en Marbella —58 en domicilios y seis en establecimientos—, además de otros siete en Estepona, Málaga y Torremolinos. En total, 71 asaltos a viviendas esclarecidos. Aunque se piensa que esta cifra crecerá conforme prosigan las indagaciones.

Los investigadores hallaron parte del botín enterrado en la zona donde también escondían las armas y las herramientas para robar

Los agentes realizaron media docena de registros —dos en Málaga capital y Torremolinos; y uno en Fuengirola y Mijas— en los que se han recuperado 169 piezas de joyería, relojes de alta gama, bolsos y otros efectos de marca de reconocido prestigio. Se estima que los bienes denunciados superan un millón de euros.

Entre los útiles empleados para los robos, destaca la incautación de una pistola, una escopeta de fuego real y otra simulada, una defensa extensible, un puño americano, equipos de transmisiones, indumentaria específica para los asaltos —botas, pasamontañas y guantes— y un machete de gran tamaño. También herramientas propias para el robo con fuerza —palanquetas, radial y taladros—, material informático y 8.700 euros en efectivo.

Las fuentes consultadas no ocultaban este miércoles su alegría por la feliz resolución de un caso que "ha llevado mucho tiempo de investigación". "Nos ha costado una barbaridad", porque "sabían lo que hacían".

"Al principio, perseguíamos sombras, hasta que encontramos un hilo del que tirar". Quien pronuncia estas palabras es uno de los agentes que han participado en la captura de una de la "redes más activas" de robos de viviendas que han operado en Málaga. Una organización compuesta —mayoritariamente— por exmilitares de Europa del Este que se especializaron en los complejos residenciales de Marbella y a la que por ahora se le imputan 71 asaltos en toda la Costa del Sol. Aunque avanza que "van a salir más palos". Han sido detenidas seis personas que se hicieron con un botín superior al millón de euros.

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