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Las mirillas con cámara que delataron a una banda que 'sembraba' edificios para robar
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Las mirillas con cámara que delataron a una banda que 'sembraba' edificios para robar

La Policía Nacional detiene en Antequera (Málaga) a un grupo organizado itinerante que marcaba las viviendas para saber en cuáles estaban sus moradores. Una alerta vecinal a través de WhatsApp hizo que su imagen se distribuyese por todo el municipio

Foto: El presunto cabecilla de la organización, tras ser detenido. (Policía Nacional)
El presunto cabecilla de la organización, tras ser detenido. (Policía Nacional)

En el argot policial, lo llaman la siembra. Consiste en colocar testigos en multitud de casas para saber si se encuentran los moradores. En un lugar poco visible, entre el marco y la puerta de entrada, ponen unos hilos de pegamento o una cuña de plástico. Si cuando regresan para revisarlos están rotos o caídos, saben que ha habido un tránsito de personas y que no es recomendable actuar. Una forma de hacer seguimiento a los posibles objetivos frente a la que los propietarios parecen haber encontrado el auxilio de las mirillas digitales que incorporan sistemas de grabación temporales que se activan cuando alguien se aproxima. Las imágenes captadas por uno de estos dispositivos, y difundidas a través de WhatsApp, pusieron en alerta a los vecinos de Antequera (Málaga) por la presencia en el municipio de una banda itinerante de ladrones de vivienda que operaba por todo el país, y que ha sido desmantelada por la Policía Nacional tras más de seis meses de investigación.

Los detenidos son tres georgianos, especialistas en la apertura de inmuebles. Se piensa que enviaban el botín a su país natal, donde los jefes de la organización se cobraban su parte.

Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial explicaron que los arrestados fueron detectados por primera vez en la localidad la pasada Navidad. Fue concretamente la madrugada del 25 de diciembre. Unos agentes identificaron a uno de los investigados y, al comprobar sus datos, observaron que acumulaba muchos antecedentes por robos con fuerza.

Foto: Coche de la Policía Nacional en una imagen de archivo. (EFE)

Su presencia activó un dispositivo que condujo hasta sus acompañantes y el lugar donde estaban alojados. Como los sospechosos acumulaban un nada desdeñable historial como ladrones de viviendas, se mantuvo el marcaje sobre ellos. Pero en el tiempo en que estuvieron bajo vigilancia, no actuaron. Y “luego se marcharon”, apuntaron las fuentes mencionadas.

Las pesquisas se reactivaron tras una denuncia en la que se daba cuenta de un robo en un domicilio de Alicante cometido a principios de julio. Cuando los investigadores inspeccionaron el inmueble, hallaron en la puerta del domicilio unos pequeños hilos de pegamento. Y, ante la posibilidad de que éste no fuera un hecho aislado, y de que los responsables fueran integrantes de una organización criminal de carácter itinerante, los agentes del Grupo de Delincuencia Especializada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante realizaron gestiones con otras unidades policiales del país para saber si había hechos delictivos con las mismas características.

Se piensa que el botín acababa finalmente en Georgia, donde los jefes supremos de la organización se cobraban su parte

Los agentes averiguaron que, detrás de los siete robos similares que habían sido denunciados, se encontraba una célula de una red georgiana dedicada a la comisión de robos en domicilios. Para ello utilizaban el método conocido como “hilo de pegamento”.

Días después de realizar la siembra en varios edificios, los investigados regresaban a los domicilios donde habían colocado los marcadores. Si continuaban en su sitio significaba que nadie había entrado y que todo hacía indicar que sus moradores no estaban. Para acceder al interior y cometer los robos, utilizaban diferentes métodos, como la fractura de la cerradura, el resbalón, la llave falsa o el apalancamiento.

La organización mantenía una estricta jerarquía y reparto de funciones, estableciendo grandes medidas de seguridad en sus desplazamientos mediante vehículos de rent a car y ocultándose en pisos de alquiler vacacional para evitar el control policial. El cabecilla era un individuo entrado en los 50, calvo y con barba al que los demás debían obediencia, señalaron las fuentes consultadas, que añadieron que todo hace indicar que España era una parada más dentro del tour de robos por Europa que llevan a cabo los ladrones procedentes de Europa del Este.

La creencia entre los investigadores es que el botín era enviado a Georgia, donde una parte iba a parar a los máximos responsables de la red. Las alhajas, probablemente, si tenían acceso a los medios necesarios, eran fundidas; mientras que las piezas que tenían un valor por su marca y utilidad, como los relojes, posiblemente eran trasladados por diversos medios de transporte o mensajería.

Los investigados habían instalado su base en Sierra de Yeguas y se hacían pasar por turistas

La captura de esta banda comenzó a sustanciarse cuando en junio regresaron a Antequera. Se alojaron en una vivienda de Sierra de Yeguas, desde la que se desplazaban para marcar posibles objetivos. Su tapadera era hacerse pasar por turistas.

Una vez centrado el domicilio en el que los autores habían establecido su base de operaciones, los agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Antequera actuaron y el 3 de agosto detuvieron a los tres integrantes del grupo.

placeholder Traslado de uno de los detenidos. (Policía Nacional)
Traslado de uno de los detenidos. (Policía Nacional)

En los registros practicados intervinieron multitud de joyas, relojes, dinero y efectos sustraídos en los diferentes domicilios violentados, así como un tubo de pegamento y la ropa utilizada en los robos. En uno de los vehículos se hallaron dos láminas de las que se usan para la apertura de puertas por el método impresioning.

Tras el cotejo de los datos de los detenidos a través de los mecanismos de coordinación policial, se pudo determinar que eran los responsables de robos con fuerza en domicilios cometidos en Alicante, Antequera, Molina de Segura (Murcia) y Jaén.

Foto: Detalle del marco de la puerta con el pegamento. (EC)

Los detenidos, de 32, 37 y 54 años de edad, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial en la citada localidad malagueña, que decretó de inmediato el ingreso en prisión de todos ellos. Los agentes continúan con las gestiones de investigación tendentes al esclarecimiento de más hechos delictivos que hubiesen podido cometer los detenidos. Gran parte de los efectos recuperados pudieron ser reconocidos y devueltos a sus propietarios.

En el argot policial, lo llaman la siembra. Consiste en colocar testigos en multitud de casas para saber si se encuentran los moradores. En un lugar poco visible, entre el marco y la puerta de entrada, ponen unos hilos de pegamento o una cuña de plástico. Si cuando regresan para revisarlos están rotos o caídos, saben que ha habido un tránsito de personas y que no es recomendable actuar. Una forma de hacer seguimiento a los posibles objetivos frente a la que los propietarios parecen haber encontrado el auxilio de las mirillas digitales que incorporan sistemas de grabación temporales que se activan cuando alguien se aproxima. Las imágenes captadas por uno de estos dispositivos, y difundidas a través de WhatsApp, pusieron en alerta a los vecinos de Antequera (Málaga) por la presencia en el municipio de una banda itinerante de ladrones de vivienda que operaba por todo el país, y que ha sido desmantelada por la Policía Nacional tras más de seis meses de investigación.

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