El gran problema del PSOE andaluz: por qué Espadas tiene que hacer oposición en Madrid

Hay quien piensa que Juan Espadas se ha metido en la boca del lobo. El líder del PSOE andaluz será el nuevo portavoz de los socialistas en el Senado, donde deberá defender las políticas de Pedro Sánchez ante la batalla que planteará el PP con su mayoría absoluta. Es una apuesta arriesgada, pero el diagnóstico en las filas del partido es claro: Espadas necesita el escaparate de la política nacional para dar la batalla a Juanma Moreno en Andalucía.

El PSOE andaluz arrastra muchos problemas desde que perdió la Junta, aunque uno de los principales es la visibilidad de su líder. Nunca antes tuvieron que construir un candidato desde la oposición. El poder acapara los focos y, tras más de dos años en la política autonómica y unas elecciones de por medio, los datos de reconocimiento del secretario general regional no han mejorado en exceso. De hecho, incluso han empeorado.

TE PUEDE INTERESAR

El PSOE mantiene a Patxi López como portavoz en el Congreso y opta por Espadas en el Senado

Carlos Rocha

Según el último barómetro del Centra, el CIS andaluz, a Juan Espadas lo conocen menos andaluces que cuando llegó. Según esta encuesta realizada a 3.400 andaluces, su momento de mayor visibilidad fue la batalla con Susana Díaz por las primarias. Entonces, en junio de 2021, un 68,2% de los encuestados reconocía al exalcalde de Sevilla, siendo este su mejor dato hasta ahora. En septiembre, más de dos años después, el porcentaje es del 66,9%. Desde la pugna por el poder orgánico, Espadas no ha logrado mejorar su visibilidad, ni siquiera tras las elecciones autonómicas de 2022.

"Atado de pies y manos"

“La oposición en las autonomías suele estar atada de pies y manos, mucho más que en la política estatal”, resume Robert Liñeira, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Glasgow. En su tesis doctoral, el investigador estudia los comportamientos de la opinión pública en la política autonómica, cuyas dinámicas compara con las elecciones al Congreso de los Estados Unidos, donde el candidato saliente gana en más de un 90% de las veces. En las comunidades, apunta, "la oposición no gana las elecciones, sino que las pierde el Gobierno" por “hacerlo muy mal” o por “dinámicas de la política estatal”.

Juan Espadas ha recorrido las ocho provincias de toda Andalucía, pero, aun así, no cuenta con el altavoz institucional

Con datos, el investigador certifica la "gran desproporción" en el nivel de conocimiento de los candidatos en favor del presidente saliente, con una brecha mucho mayor que en la política estatal. “Que el líder de la oposición mantenga un porcentaje de conocimiento entre la opinión pública del 60% es algo que solo ocurre en las autonomías; Alberto Núñez Feijóo pudo llegar siendo poco conocido, pero en poco tiempo se situó en un 90% o superior”, explica.

Por estos datos, el PSOE cree que las opciones de Espadas pasan por el altavoz de Madrid. La federación con más afiliados en España, una máquina de ganar elecciones que extendía su poder por las ocho provincias, se ha quedado sin el altavoz de la Junta, los grandes ayuntamientos y casi todas las diputaciones provinciales, hoy en manos de Juanma Moreno.

TE PUEDE INTERESAR

El PSOE andaluz entierra su pasado: borra a Susana Díaz como a Chaves y Griñán

Isabel Morillo. Sevilla

En estos dos años y medio, el sevillano ha recorrido las ocho provincias de la comunidad para darse a conocer. Susana Díaz, también de la localidad hispalense, elevó su popularidad en las distancias cortas, aunque el perfil del nuevo líder andaluz es muy distinto. El diagnóstico de su equipo es que, “por muchos kilómetros que haga”, la batalla se bate hoy en los medios de comunicación.

Los motivos

Según Liñeira, las dificultades de la oposición para dar a conocer al candidato suelen darse por dos motivos: un electorado “más homogéneo” que a nivel nacional, con comunidades como la andaluza donde apenas ha habido una alternancia en 40 años de democracia, y la estructura de medios de comunicación en cada región, con una pluralidad inferior a la estatal. Por ello, pasar por la política nacional suele ser una apuesta habitual entre los partidos. En el propio PSOE, hay quien ve a María Jesús Montero, sevillana y número dos de Sánchez, como la única capaz de hacer frente a Moreno en Andalucía.

TE PUEDE INTERESAR

Madrid, una trituradora para la izquierda más allá del PSOE: diez líderes en ocho años y subiendo

Ignacio S. Calleja

Desde la oposición, Espadas se enfrenta, además, al discurso del agravio que tantas décadas utilizó su partido. “Es muy importante si el Gobierno estatal y autonómico son del mismo signo: cuando coinciden, la política estatal incide aún más. Pero cuando son distintos, como ocurre en Andalucía, el Gobierno autonómico se erige como una voz contra el estatal y eso le da incidencia”, concluye Liñeira.

Las mismas reglas del juego que condenaron al PP a la oposición durante décadas relegan a los socialistas ahora, sin poder institucional. Un dato refleja bien la importancia de controlar San Telmo para dar a conocer al candidato: hasta un 75% de los encuestados por el CIS andaluz conocía a Juan Marín (entonces en Ciudadanos), el vicepresidente de Juanma Moreno en el anterior mandato. El mejor dato de Espadas está siete puntos por debajo.