Ferraz mima al PSOE andaluz tras ensalzar a históricos críticos con González

Pedro Sánchez iniciará su camino hacia la investidura este sábado. Lo hará en un mitin en Sevilla tras dos sesiones sin replicar a Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados, donde evitó hablar de la amnistía y dio el golpe de efecto cediendo su turno a Óscar Puente. El presidente trasladará los focos a Andalucía, en un gesto con el que alentará a su principal Federación, clave en el resultado de las últimas elecciones generales y especialmente sensible a las cesiones a los independentistas. Además, la organización estudia convocar un segundo acto de partido en la comunidad aprovechando su presencia en Granada la próxima semana por la cumbre de líderes europeos.

El debate territorial y las reclamaciones del País Vasco y Cataluña ponen a prueba a la dirección andaluza, alineada con las tesis de Pedro Sánchez desde la caída de Susana Díaz. Este jueves, en el Parlamento andaluz, el partido se negó a apoyar una propuesta para rechazar la amnistía. Tras varias elecciones encadenando malos resultados, las últimas generales supusieron un punto de inflexión para el PSOE andaluz, que volvió a ser clave en el buen resultado de los socialistas. El partido habla de “remontada” y cree que la estrategia compartida con Ferraz ha empezado a dar sus frutos, aunque los pactos con los nacionalistas situarán en una posición complicada a la dirección en los próximos meses.

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Sánchez, que no pasó por Andalucía durante la campaña electoral, ha aumentado su presencia en la comunidad tras el verano. A principios de septiembre inició el curso político en Málaga, en un mitin en el que arropó al actual secretario general. Allí prometió bajar “mucho” a Andalucía para apoyar a Juan Espadas. “Vamos a apostarlo todo al rojo para que sea el próximo presidente de la Junta”, expresó el presidente. El mitin de Málaga, sostienen varios diputados socialistas, blindó el liderazgo actual ante las especulaciones sobre un debate sucesorio.

Aquel gesto reforzó a Espadas, que durante las últimas semanas ha defendido a Sánchez ante el discurso del agravio del presidente andaluz, Juanma Moreno, y ha reprochado a figuras históricas del partido, como Felipe González y Alfonso Guerra, sus críticas a la amnistía. Precisamente en Andalucía surgió el movimiento de veteranos del PSOE que defendieron a Sánchez y reforzó sus posicionamientos frente a los ataques de la vieja guardia. Frente a González y Guerra, referentes del socialismo andaluz arropados ahora por el PP, el PSOE se ha apoyado en las últimas semanas en otras figuras como Rafael Escuredo, primer presidente autonómico crítico con sus compañeros de generación.

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Carlos Rocha

Tras el mitin de Málaga, Espadas ha pasado a la ofensiva, promoviendo un grupo de trabajo en el Parlamento autonómico para posicionar a la comunidad en el debate territorial. El objetivo era forzar al PP a votar con Vox contra el desarrollo del autogobierno andaluz. “Este sábado pasaremos a la siguiente pantalla”, explican fuentes del PSOE andaluz, que defienden la importancia de tener al presidente en Andalucía para constatar la estrategia conjunta, basada en una premisa: el PSOE necesita recuperar a Andalucía, su histórico granero de votos, y Andalucía necesita al PSOE en Moncloa.

El lugar elegido para el mitin para este sábado será La Rinconada, uno de los pocos municipios donde el PSOE andaluz se impuso al PP de Juanma Moreno en las autonómicas. Su alcalde, Javier Fernández de los Ríos, es a la vez presidente de la Diputación de Sevilla y una de las figuras en alza del partido en Andalucía. Esta localidad sevillana también fue el espacio donde el PSOE andaluz cerró la campaña para las elecciones generales, con José Luis Rodríguez Zapatero y María Jesús Montero, gran revulsivo de la Federación para la remontada del 23-J. Allí, el presidente defenderá su proyecto e iniciará el camino a la investidura, en el que deberá hacer una "pedagogía exprés" sobre sus cesiones a los independentistas.

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El histórico granero de votos del partido del puño y la rosa será fundamental en el futuro del partido, más aún en una posible repetición electoral. Sánchez ya ha prometido un "trabajo intenso" en Andalucía. En Málaga, presumió de haber "aumentado" en 30.000 millones de euros "los recursos económicos" para la comunidad, un 40% "de lo que hizo Mariano Rajoy". Será difícil asentar el mensaje ante el altavoz del presidente de la Junta, eregido en defensor de las comunidades más pobres frente a las cesiones a los independentistas. Tampoco ayuda la ausencia de socialistas andaluces en la dirección de los grupos del Congreso y el Senado por primera vez en la historia. En cualquier caso, Sánchez volverá a intentarlo este sábado. “El mensaje es que Andalucía debe estar en el centro”, resumen desde el PSOE andaluz.