La autopsia confirma la principal hipótesis: Álvaro Prieto murió electrocutado
Según la investigación, los intentos del joven cordobés por subir al tren desde la estación de Santa Justa duraron al menos tres horas
La autopsia practicada al cadáver de Álvaro Prieto, hallado este lunes entre dos vagones de un tren en la estación de Santa Justa en Sevilla, ha confirmado que el joven cordobés desaparecido desde el pasado jueves murió electrocutado, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
"El Juzgado de Instrucción Número 11 de Sevilla, que lleva la causa por el fallecimiento del joven desaparecido la pasada semana en la capital hispalense, ha recibido en la mañana de hoy martes el adelanto de la autopsia practicada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla. Según dicho adelanto, el joven habría fallecido por electrocución", afirman.
Esta información refrenda la principal hipótesis de la investigación policial, según la cual se trataría de una muerte accidental, ya que el cuerpo no presentaba signos de violencia. En concreto, el cableado entre dos vagones del tren habría electrocutado al futbolista de 18 años que formaba parte de las categorías inferiores del Córdoba Club de Fútbol. Las pesquisas apuntan a que el cuerpo permaneció en ese lugar desde el jueves, día en el que se le perdió la pista después de quedarse sin batería en el móvil.
Según las explicaciones de Renfe, se trata de un tren que llevaba meses averiado y no prestaba servicio desde el 24 de agosto, aunque justo este lunes realizaba unas maniobras sin viajeros en el momento en el que una cámara de TVE captó sus movimientos. En ellas se veían unas piernas que sobresalían entre dos vagones y su vestimenta coincidía con la que, según la descripción, llevaba Álvaro el día de su desaparición. Horas después, fuentes policiales confirmaron oficialmente que era él.
Quedan algunas incógnitas por resolver
A pesar de que se ha esclarecido la causa de la muerte, todavía quedan algunas incógnitas por resolver, como averiguar por qué accedió a ese lugar y cómo fue posible que lo lograra, además de cuáles fueron sus últimos movimientos, teniendo en cuenta que una cámara de seguridad de una gasolinera cercana grabó al cordobés encima del techo del tren. También sobre la actuación del personal de la estación sevillana o por qué no pidió ayuda para cargar el teléfono.
Durante cuatro días, la desaparición de Álvaro mantuvo en vilo a su familia. El joven se desplazó desde Córdoba hasta Sevilla la semana pasada para salir de fiesta con amigos, ya que el jueves era festivo por el Día de la Hispanidad, y tenía el billete de vuelta para el día siguiente a primera hora. Pero lo perdió y nunca llegó a subirse a ese tren. Durante esos angustiosos días, nadie dio con su paradero, aunque la búsqueda se centró en Santa Justa, donde había sido visto por última vez y donde trató de subirse a otro tren para el que no tenía billete, por lo que fue echado por los vigilantes.
La familia tardó unas horas en presentar una denuncia y pedir colaboración ciudadana para encontrarle. Entre los centenares de llamadas que recibieron, hubo al menos una a la que sí que dieron credibilidad: una mujer afirmaba que había visto al joven en buen estado sobre las 10:30 horas del jueves. Sin embargo, la Policía y la Unidad Militar de Emergencias (UME) centraron la búsqueda desde el principio en las vías, pero no peinaron la zona donde fue encontrado.
La autopsia practicada al cadáver de Álvaro Prieto, hallado este lunes entre dos vagones de un tren en la estación de Santa Justa en Sevilla, ha confirmado que el joven cordobés desaparecido desde el pasado jueves murió electrocutado, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
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