Conmoción, tristeza y llanto en Córdoba por la muerte del futbolista juvenil Álvaro Prieto

El cadáver de Álvaro Prieto, futbolista juvenil del Córdoba cuyo paradero se desconocía desde el día 12, apareció lamentablemente en la estación de Santa Justa en Sevilla. Fue localizado por un reportero de TVE, Alberto Catalán, que se percató de su presencia mientras informaba de la última hora para el programa Mañaneros. La conmoción en Córdoba ha sido total tras haber vivido un puente completamente atípico. El entorno del fallecido se mantiene hermético y dolido después de la noticia, mientras no descartan medidas legales por lo sucedido durante las pesquisas, así como por la inaudita forma de haberse hallado el cuerpo. Cuando pasaron las primeras 24 horas desde la desaparición, se temieron un duro desenlace, como finalmente ha ocurrido.

Álvaro era estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Córdoba, donde sus compañeros se quedaron de piedra al conocer el hallazgo del cuerpo en plena jornada académica. Ocurrió lo mismo entre sus amigos del club, incrédulos al escuchar las últimas novedades. "Aún no me lo creo. Siempre vas a estar en mi corazón. Descansa en paz, amigo", asegura uno de los futbolistas del Juvenil A del Córdoba. El palo ha sido muy duro para todos los que tenían relación con él.

El apoyo del Córdoba y de su colegio

El fútbol era solo una de las pasiones de Álvaro. Compañeros del equipo señalan que se trataba de un chico alegre y divertido, uno más dentro del grupo. Era habitual que bailara en el vestuario tras conseguir alguna victoria y que siempre le diera ánimos a sus compañeros. Ellos estaban acostumbrados a escuchar el ruido de su moto cada vez que regresaba a su casa después del entrenamiento. Ahora lo echarán muchísimo de menos en su día a día.

Este mismo fin de semana, el Córdoba recibía en casa al Calavera, equipo gestionado por el Betis en esta categoría, pero el partido no se disputó. Los cordobeses pidieron a la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) el aplazamiento dado que sus compañeros no estaban aptos para jugar el encuentro. La incertidumbre pesaba demasiado en las piernas.

Prieto estudió hasta el pasado mes de junio en el colegio Esclavas del Sagrado Corazón, ubicado en el centro de la ciudad. Allí se organizó un homenaje, al estilo de capilla ardiente, desde las 15:00 hasta las 20:00, a la que asistieron numerosos estudiantes del centro y antiguos alumnos para rezar por él y darle su adiós. El centro se volcó con la familia desde que estuvieron al tanto de la desaparición. El apoyo les ha llegado desde cualquier organización con la que su hijo tuvo algún tipo de contacto.

Las primeras investigaciones

La policía barajó la hipótesis de un accidente como principal vía de investigación, aunque sin cerrarse a otras posibilidades. Por eso realizaron la noche del domingo la búsqueda por los aledaños de la estación, porque pensaban que allí era donde podía estar el cadáver. Para ello, solicitaron la ayuda de la Unidad Militar de Emergencia (UME), volcada para dar con el paradero del joven. Eso sí, en ningún momento se plantearon el escenario de buscarlo por todas las cocheras de Santa Justa.

La hipótesis del atropello era la más clara para la policía después de que Álvaro perdiera el tren Sevilla-Córdoba de las 7:35. 13 minutos antes, a las 7:22, envió un mensaje a su familia. Esa fue la última comunicación con ellos. Luego se quedó sin batería, así que no podía pagar con su teléfono y tampoco tenía dinero en efectivo. Por eso intentó colarse en trenes posteriores, pero el personal de seguridad se lo impidió.

Sin embargo, según ha confirmado el Delegado del Gobierno en una entrevista en Canal Sur Radio, una cámara de seguridad de una gasolinera cercana a la zona de talleres de la estación de Santa Justa grabó al joven subido al techo del tren en el que fue encontrado sin vida, lo que podría contribuir a esclarecer los hechos.

La autopsia confirma que murió electrocutado

Los vigilantes de la estación lo echaron de un tren Sevilla-Barcelona con parada en Córdoba. Luego, Álvaro se fue a los túneles de la estación con el objetivo de colarse en cualquier convoy para regresar a su ciudad. Los trabajadores de Renfe se cercioraron de lo ocurrido y le dijeron que se fuera de allí, pero no lo echaron de la estación. Fue una señora la última que lo vio con vida, en la avenida de Kansas City, a las 10:30.

La autopsia confirma que el joven cordobés desaparecido murió electrocutado, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.