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Caos en Renfe por la DANA: ocho horas atrapado en el AVE Madrid-Sevilla sin explicaciones
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CRÓNICA DESDE EL TREN

Caos en Renfe por la DANA: ocho horas atrapado en el AVE Madrid-Sevilla sin explicaciones

La indignación fue mayúscula entre miles de viajeros por la falta de información de Renfe sobre los plazos de las demoras o del tiempo de trayecto para que pudieran elegir

Foto: Cientos de personas intentan acceder a los trenes en Atocha. (J. L. L.)
Cientos de personas intentan acceder a los trenes en Atocha. (J. L. L.)

La historia no es original. Es el drama que vivieron este lunes miles de españoles contado en primera persona. Como medio país, el domingo debía volver tras las vacaciones a Sevilla, pero la DANA y la cancelación de los trenes desde Madrid me obligó a aplazar el viaje al lunes. El primer AVE que encontré con plazas libres para ese día fue el de las cinco de la tarde y pensé que ya no tendría problemas. De hecho, por la mañana ya había visto un comunicado oficial de Renfe anunciando que se había restablecido el servicio en ese corredor del Sur, cerrado el día antes en plena operación retorno y con miles de seguidores del Sevilla FC que habían acudido a la capital para ver el partido con el Atlético de Madrid (también suspendido).

Sin embargo, lo vivido este lunes en Atocha superó con creces la peor de las expectativas posibles. A la llegada a la estación, la primera imagen fue ver miles de personas que se concentraban a las puertas de la sala de espera de los trenes de larga distancia y AVE. Las rampas mecánicas que dan acceso a esta sala habían sido inutilizadas para evitar accidentes por la gran cantidad de gente que se agolpaba allí y, en la planta baja de la estación, otros cientos de personas intentaban descansar tiradas en suelo entre maletas, dando una imagen de auténtico caos, con niños y ancianos sin asistencia alguna. La compañía ferroviaria ha informado de que la circulación se iniciará este martes a las 10:30 para acelerar así la normalización de la infraestructura.

placeholder Viajeros tirados por la estación de Atocha pendientes de las pantallas informativas.
Viajeros tirados por la estación de Atocha pendientes de las pantallas informativas.

La "culpable" el lunes era una gran pantalla que reflejaba los horarios de los trenes que debían partir, pero con un letrero rojo en casi todos ellos que avisaba "Demorado". La pregunta lógica que hacían todos los viajeros al ver ese mensaje era de cuánto tiempo sería esa demora. ¿Media hora, dos horas, 10…? La respuesta de los representantes de Renfe no podía ser más ambigua. "No lo sabemos. Esperen a que les demos la información en las pantallas".

Visto lo que había, los pasajeros del tren de las 17 horas creímos tener suerte. A las 18 horas avisaron de que podíamos pasar a la sala de espera de esos trenes, también colapsada de público, y solo media hora después nos dijeron que ya podíamos acceder al AVE Madrid-Sevilla, dándonos nuevos asientos aleatorios en los vagones.

Foto: Problemas en Madrid por las lluvias de la noche. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Desgraciadamente, esa decisión no fue más que una maniobra de Renfe para quitar gente de la estación, ya saturada, y bajarlas a las vías, porque el tren permaneció más de dos horas con los viajeros dentro sin poder moverse y, una vez más, sin información de la hora a la que iban a partir, por más que muchos preguntaban para tomar sus decisiones.

placeholder Cola de viajeros para pedir información o cambiar billetes en Atocha.
Cola de viajeros para pedir información o cambiar billetes en Atocha.

A las 20:30, el "AVE de las cinco de la tarde" partió y los viajeros aplaudían como cuando antiguamente aterrizaban los aviones. Una mujer echaba a llorar de emoción. No era para menos. Su nombre era Carmen y explicaba que llevaba con su familia desde el domingo atrapada en Atocha viviendo un infierno de incertidumbre y desatención por parte de la compañía pública ferroviaria.

Pero la alegría por la salida del tren duró exactamente cinco minutos. A la altura de la M-50, el AVE se paró y permaneció 25 minutos ahí, dando ya idea de cómo iba a ser el trayecto. Volvió a avanzar unos minutos y realizó otra parada del mismo tipo. La situación se fue poniendo cada vez más tensa entre los viajeros al ver que era aún peor estar encerrados en el tren que lo vivido previamente en Atocha.

Foto: Varias personas achican agua este lunes en Nambroca (Toledo). (EFE/Ismael Herrero)

Tras dos horas de trayecto (sin contar las horas previas de espera), el AVE se encontraba aún a solo 30 kilómetros de Madrid. La tensión daba paso por momentos a la ansiedad. Algunos pasajeros hablaban de "secuestro", de "mentira por parte de Renfe para meternos en los trenes engañados", otros proponían llamar a la Policía, a la Guardia Civil o al 112, mientras que los más osados llegaban a comentar la posibilidad de abrir las puertas del tren parado en mitad del campo y en medio de la oscuridad de la noche.

Muchos pasajeros acudían al vagón cafetería, donde las dos dependientas se veían desbordadas para atender a unos clientes nerviosos que ya habían agotado las comidas y que temían quedarse también sin agua o zumos.

Para rematar la situación, agravada en todo momento por la falta de información de Renfe a los pasajeros, un tren paraba junto a este en la vía contigua y los viajeros, también visiblemente nerviosos, hacían aspavientos y pedían auxilio. Una chica joven mostraba en su tableta un mensaje en el que podía leerse "No anda el tren. ¡¡Ayuda!!".

placeholder Una pasajera pide auxilio con un cartel en su tableta.
Una pasajera pide auxilio con un cartel en su tableta.

Se trataba del tren que había salido a las seis de la tarde de Sevilla en dirección a Madrid y que a las 11 de la noche se cruzaba con este. La imagen era la viva muestra de la desesperación sufrida por las personas que cogieron un tren un día en el que Renfe se vio desbordada e incapaz de gestionar la información para avisar a los viajeros de las condiciones del trayecto y que pudieran decidir si lo cogían o no.

Foto: Vista de un túnel inundado el la localidad valenciana de Aldaya. (EFE/Juna Carlos Cárdenas)

A las 00:45, por fin, una voz sonó por los altavoces del tren para anunciar que el tren llegaría a Córdoba a la 1:05 y a Sevilla en torno a las 2:00 de la madrugada. A esas horas, las caras desencajadas de los viajeros demostraban el agotamiento físico y especialmente mental sufrido en un trayecto de más de ocho horas, a las que muchos tuvieron que sumar un día de espera para cogerlo. Para otro, el viaje aún no había terminado. A los pasajeros que iban a Huelva y Cádiz, como Carmen y su familia, les anunciaban que les esperaban unos autobuses para llevarlos a sus destinos

Fue el final de un día en el que la información oficial de Renfe aseguraba que el servicio estaba restablecido, que había miles de operarios extras trabajando para ello y que se había informado puntualmente a los viajeros de lo acaecido

La historia no es original. Es el drama que vivieron este lunes miles de españoles contado en primera persona. Como medio país, el domingo debía volver tras las vacaciones a Sevilla, pero la DANA y la cancelación de los trenes desde Madrid me obligó a aplazar el viaje al lunes. El primer AVE que encontré con plazas libres para ese día fue el de las cinco de la tarde y pensé que ya no tendría problemas. De hecho, por la mañana ya había visto un comunicado oficial de Renfe anunciando que se había restablecido el servicio en ese corredor del Sur, cerrado el día antes en plena operación retorno y con miles de seguidores del Sevilla FC que habían acudido a la capital para ver el partido con el Atlético de Madrid (también suspendido).

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