Un informe de la Guardia Civil sostiene que los pagos del Barça a Negreira influyeron en los arbitrajes
El dosier, encargado por el juzgado que investiga el caso, siembra dudas sobre la imparcialidad de las decisiones del Comité Técnico Arbitral (CTA) cuando Arminio y Negreira estaban al frente
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La Guardia Civil estima que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) tuvo un "funcionamiento irregular" en la época en la que lo dominaron José María Enríquez Negreira y Victoriano Sánchez Arminio, periodo que coincide con la etapa en la que el exárbitro habría recibido pagos del FC Barcelona para influir en la labor de los colegiados.
Dicho informe, encargado por el juzgado que investiga el caso Negreira, y cuyo contenido ha adelantado El Mundo, sostiene que las decisiones del CTA, el máximo órgano arbitral en el fútbol español y dependiente de la RFEF, "no habrían tenido siempre un respaldo deportivo imparcial".
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La Fiscalía, después de que estallara el escándalo, presentó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona una denuncia contra el Barça y varios exdirectivos del club por pagar más de 7 millones de euros a Negreira.
"Garantizar buenos arbitrajes"
En esta querella, la Fiscalía atribuye al FC Barcelona, a los exdirigentes de la entidad deportiva y al propio Negreira, los presuntos delitos de administración desleal, corrupción en los negocios en su modalidad deportiva y falsedad documental, tras concluir que los pagos tenían como objetivo garantizar buenos arbitrajes para el conjunto blaugrana.
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Los pagos, en virtud de las conclusiones de la Fiscalía, se dirigían "a favorecer al FCB en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club" para influir en los resultados de las competiciones, dice tras meses de investigación de los hechos que ahora han derivado en esta solicitud de acciones penales
La Guardia Civil estima que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) tuvo un "funcionamiento irregular" en la época en la que lo dominaron José María Enríquez Negreira y Victoriano Sánchez Arminio, periodo que coincide con la etapa en la que el exárbitro habría recibido pagos del FC Barcelona para influir en la labor de los colegiados.