Irene Montero 'se libra' de la última dirigente de IU que quedaba en la cúpula de Igualdad

Toni Morillas es, probablemente, la candidata con más relumbrón de todas las que presenta la izquierda en Andalucía. Dirigente de IU Andalucía y directora del Instituto de las Mujeres desde 2021, encabeza la lista de la confluencia en Málaga, que reúne a las principales fuerzas de la izquierda en la comunidad, con la excepción de Adelante Andalucía. Fue Podemos quien dio el nombre en un intento por desbloquear una negociación que parecía irresoluble, conscientes de que en la federación de izquierdas sonaría bien el nombre de esta jiennense vinculada a la capital de la Costa del Sol. Pero su salida del organismo dependiente del Ministerio de Igualdad deja a todos los cuadros de IU fuera de las dos carteras en manos de la formación morada tras las purgas de los meses pasados.

En IU afirman que la marcha de Morillas de Igualdad, que todavía no se ha hecho efectiva, no ha supuesto el trauma de las destituciones de Enrique Santiago, secretario general del PCE y ex secretario de Estado de la Agenda 2030, y Amanda Meyer, también dirigente comunista andaluza y jefa de gabinete de Irene Montero hasta hace unos meses. Las dos destituciones se produjeron solo unos días antes de las elecciones andaluzas, que supusieron un importante motivo de conflicto entre Podemos e IU y el resto de actores de la izquierda alineados ahora con Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz.

TE PUEDE INTERESAR

Podemos limita el alcance de Sumar: "Yolanda ha prometido por encima de sus posiblidades"

Esteban Hernández

El acuerdo en Málaga se produce en un momento de alta tensión en el espacio de la izquierda, pero fuentes conocedoras de la negociación achacan la entente al cálculo electoral en la segunda ciudad más poblada de Andalucía. Y a la posibilidad que tienen ahora en Podemos de lanzar un mensaje de conciliación cuando muchas voces acusan a los morados de no querer integrarse en Sumar. El acuerdo cuenta con el visto bueno de las direcciones nacionales de Podemos e IU, pero también deja claro que la desconfianza entre los socios sigue viva.

Según el pacto alcanzado, la portavocía en el Ayuntamiento de Málaga es rotatoria y cuenta con varias cláusulas que benefician a Podemos. Las condiciones recuerdan al acuerdo autonómico firmado in extremis para acudir a las andaluzas del 19-J, que después fue calificado como un "trágala" por parte de IU. La federación de izquierdas, no obstante, gana la visibilidad para su candidata y la posibilidad de lograr hasta dos ediles en un escenario conservador el 28-M. Pero sobre todo lanza el mensaje de que apuestan por la unidad en medio de la pugna. En 5 de las 8 capitales andaluzas, la izquierda acude unida, ya que solo en Granada y en Jaén ha sido imposible reunir a todo el espectro político.

La izquierda acude en confluencia en 5 de las 8 capitales andaluzas. Solo Jaén y Granada se han quedado fuera del acuerdo

El acuerdo se produce, además, cuando la relación dentro del grupo parlamentario Por Andalucía vuelve a los cauces habituales tras una crisis que casi rompe la coalición autonómica. El jefe de la delegación de Podemos, Juan Antonio Delgado, se estrenó en las preguntas al presidente de la Junta, Juanma Moreno, como establecía el pacto, tras normalizarse las relaciones del grupo, formado por 3 parlamentarios morados (que figuran como independientes), uno de IU, la portavoz Inma Nieto, y otro de Más País, Esperanza Gómez. Los de Errejón, por cierto, también están en muchas de esas confluencias a pesar de que anunciaron su marcha.

IU, Podemos y su bronca local

Aunque para muchos el acuerdo in extremis alcanzado por Izquierda Unida y Podemos haya sido una sorpresa, lo cierto es que la designación como candidata de Toni Morillas se había pactado hace semanas. En parte, porque situaban en el cartel electoral a una dirigente con recorrido político nacional para medirse ante Francisco de la Torre; pero sobre todo, porque suponía una solución a un problema común: Remedios Ramos.

La situación de la que hasta el domingo era candidata de la coalición Por Andalucía —IU, Verdes Equo, Más País e Iniciativa del Pueblo Andaluz— llevaba bastante tiempo comprometida. El abandono de la política por parte de Eduardo Zorrilla, su antecesor en el grupo municipal, incrementó su relevancia dentro del partido hasta hacerse con las riendas de la dirección de Izquierda Unida en la capital malagueña. Los encontronazos con sus socios de Podemos eran visibles y las relaciones se enquistaron notablemente hasta el punto de que la comunicación era prácticamente nula. Contexto en el que paralelamente se producía una desconexión acelerada con importantes dirigentes regionales y nacionales de su formación.

TE PUEDE INTERESAR

Un mosquito trol, "militontos" y mojitos: la guerra sucia digital en la izquierda andaluza

Pablo D. Almoguera. Málaga

La excentricidad que acabó por cuestionarla fue la supuesta utilización de perfiles falsos en redes sociales para trolear a compañeros de siglas y ediles de la formación morada y socialista. Esto es lo que se desprendió de la investigación interna que realizó IU, que encargó dos informes técnicos que concluyeron que, “con una altísima probabilidad”, Ramos estaba detrás de esa operación de difamación.

La Comisión Colegiada de Izquierda Unida Andalucía, tras analizar toda la información recopilada, recomendó no abrir expediente a la concejala “ante la falta de medios técnicos que nos permitan determinar de manera fehaciente la existencia de una relación probatoria entre los hechos denunciados y la presunta infractora”.

La candidata desplazada no acudió este lunes al acto de presentación de la nueva lista y evidencia un cisma complicado de atajar

Esta decisión contemporizadora no sirvió para aplacar los ánimos y la edil se hizo fuerte frente a los planes de su partido de relegarla en la lista hasta el tercer puesto. Movilizó a todos sus afines y la militancia de la capital malagueña acabó tumbando el acuerdo con Podemos para lanzar la candidatura de Morillas. De esto han pasado poco más de dos semanas. Y este lunes, la que fuera directora del Instituto de las Mujeres se presentaba en público en un acto al que no asistió Ramos.

Fuentes de IU alegaron incompatibilidad de agenda, pero otras de la coalición confirmaron a este periódico que la candidata descabalgada estaba convocada a la presentación. Fue la única de los ediles con posibilidad de conseguir entrar en la corporación municipal que se ausentó. Toda una declaración de intenciones y que pone de relieve la guerra interna que se abre. Un conflicto que promete perdurar porque Remedios Ramos no se quedará quieta cuando sea orillada. Por lo pronto, ha sido vetada para ejercer la portavocía de Con Málaga, como se denominará la nueva coalición a la que se unen Podemos y Alianza Verde. Toni Morillas y Nicolás Sguiglia se alternarán en el puesto durante los próximos cuatro años —uno cada uno— y se ha acordado que si la cabeza de lista deja su acta, el edil morado será la voz de la coalición durante todo el periodo restante.

El relato de cómo se resucitó un pacto que parecía muerto, como es lógico, varía según la fuente consultada, aunque coincide en la crudeza de su desenlace. “Toni Valero —el líder de IU en Andalucía— llamó a Podemos a mediados de la Semana Santa para preguntar si el pacto seguía vigente” y la respuesta fue afirmativa, explican a El Confidencial miembros de los partidos implicados, que recordaron que la nueva coalición pasaba por desplazar a Remedios Ramos.

La candidata se enrocó cuando recibió una llamada de la dirección del partido instándola a aceptar las condiciones que días antes había calificado como “irrespetuosas” con los procesos de primarias realizados. Fue en este punto cuando —según las fuentes consultadas— se le advirtió sobre la posibilidad de impulsar una gestora que se hiciese cargo del partido en Málaga capital. O aceptaba ir tercera en la lista, o nada. Y finalmente acató.

TE PUEDE INTERESAR

IU 'relega' a su candidata en Málaga investigada por trolear a compañeros en redes sociales

P. D. Almoguera. Málaga C. Rocha. Sevilla

Tanto Valero, como Morillas, trataron este lunes de sortear la polémica que supone la designación a dedo de la nueva candidatura, saltándose la opinión, y los votos, de las bases en unas primarias cuyos resultados no serán tenidos en cuenta. “La política es un ejercicio dinámico” y “había que hacer una reflexión a la altura de lo que necesita la ciudad”, señaló el segundo.

La coalición, en buena medida, es un ejercicio de supervivencia de los partidos de izquierda. Los sondeos de los distintos partidos ofrecían un panorama muy distinto si Izquierda Unida y Podemos acudían a las urnas coaligados o lo hacían por separado. En el caso de de que concurriesen juntos, se les adjudicaban hasta tres concejales; mientras que si se consumaba la ruptura, como mucho, un representante a la formación morada, que se beneficiaría de su mayor proyección en los grandes núcleos urbanos.

“Todas las encuestas señalan a Podemos como la marca de referencia y la fuerza más relevante a la izquierda del PSOE, y estamos convencidos que obtendremos grupo municipal y seremos un actor clave para impulsar el cambio que necesita nuestra ciudad”, avisaba Nicolás Sguiglia cuando la situación parecía irreconducible. Ayer, se fundía en un abrazo con Morillas. “La futura alcaldesa” de Málaga, fue presentada.