Sánchez trata de sacar rédito de la polémica del aborto y acusa al PP de tirarse en brazos de la ultraderecha

"La derecha ya sabe qué camino tomar, el que le marca la ultraderecha". Pedro Sánchez ha aprovechado el arranque de la precampaña de las municipales y autonómicas del 28 de mayo para meter el dedo en la llaga provocada al PP por la polémica del aborto en Castilla y Léon. El líder del PSOE y presidente del Gobierno ha atizado a los populares por su alianza con Vox, "la coalición del miedo", en un acto en Sevilla que sirve como inicio de la carrera electoral que será todo 2023.

El anuncio del vicepresidente castellanoleonés, Juan García Gallardo, sobre las medidas antiabortistas que defiende su partido ha provocado un problema al PP y Sánchez intenta sacar rédito de ello. "No vamos a permitir ni un retroceso, ni que nadie le diga a una mujer cuándo ser madre y cuándo no", ha defendido el secretario general socialista ante unas 1.200 personas en un mitin en la capital andaluza que ha servido para bendecir la candidatura del alcalde hispalense, Antonio Muñoz, que se presenta a unas elecciones por primera vez el 28 de mayo.

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Ana Belén Ramos

Fue justo en Andalucía cuando el PSOE puso en práctica por primera vez la técnica de conjurar el miedo a la llegada de la ultraderecha. A mitad de la campaña de las autonómicas de 2018, Susana Díaz comenzó a mencionar a Vox, pero no logró el objetivo de movilizar a los suyos. El partido de Santiago Abascal acabó saliéndose de las encuestas y entró por primera vez en las instituciones españolas. Casi un lustro después, Vox forma parte del Gobierno del popular Alfonso Fernández Mañueco y es ahí donde pone el foco Sánchez cuando faltan cuatro meses para las municipales y autonómicas.

El acto ha contado con la presencia de las ministras María Jesús Montero y Pilar Alegría, así como del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Y ha estado centrado en el intento del líder socialista por sacar pecho de las medidas tomadas por su Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos, que acaba de cumplir tres años. En ese bagaje positivo, Sánchez incluye la agenda social, pero también su apuesta por "primar la convivencia frente a la conformación".

Es su forma de referirse al acercamiento a ERC y las concesiones como la reforma de la malversación y la sedición para "pacificar" la situación en Cataluña, asuntos que no siempre se entienden bien en el resto de federaciones del PSOE. En privado, dirigentes socialistas andaluces recuerdan que es imposible sacar adelante medidas como la reforma laboral o la revalorización de las pensiones sin el apoyo de partidos como ERC o Bildu. Y en público, como ha ocurrido este sábado, centran sus discursos en esas medidas sociales que, consideran, les harán ganar las elecciones municipales si son capaces de trasladarlas a la población.

Sánchez ha defendido hasta en cuatro ocasiones su agenda social y la apuesta por "la convivencia", en alusión a la situación en Cataluña

Sánchez ha retomado su discurso clásico sobre las distintas recetas aplicadas por el PSOE y el PP en las salidas de las últimas crisis, la del coronavirus y la financiera de la pasada década. "Se usó dinero público para rescatar bancos y ahora les decimos a los bancos que van a tener que arrimar el hombro", ha apuntado el presidente del Gobierno. El dirigente socialista ha aprovechado además para defender el éxito del tope al gas -"lo llamaban el timo ibérico"- que, ha asegurado, ha ahorrado 4.000 millones de euros a las familias españolas en los últimos meses.

Ha reiterado hasta en cuatro ocasiones esa ristra de logros que quiere trasladar a los votantes: pensiones, salarios y la convivencia en Cataluña. "Eso es el PSOE y todo lo demás es ruido", ha zanjado líder socialista. El jefe del partido en Andalucía, Juan Espadas, que ha hecho las veces de presentador del acto, ha dejado caer la misma idea en su intervención. "Necesitamos hablar de lo más cercano, lo más íntimo, lo que importa a la gente, pero con el zurrón lleno con las cosas que hemos hecho", ha defendido el secretario general del PSOE andaluz.

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Carlos Rocha. Sevilla

Esa es la obsesión de los dirigentes autonómicos y locales, alejar el foco de atención de las polémicas asociadas al Gobierno central y mirar a lo cotidiano. No es casualidad que Javier Fernández, líder del PSOE de Sevilla, haya agradecido a Sánchez la revalorización de las pensiones asociada al IPC, que beneficiará a "387.000 sevillanos". Fernández, que dirige la mayor agrupación provincial del partido con más de 10.000 afiliados, ha intervenido antes que Sánchez y Muñoz junto con las alcaldesas de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez, y de Osuna, Rosario Andújar.

El protagonista del acto, además del presidente del Gobierno, ha sido el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que llegó al cargo hace poco más de un año. El regidor cogió el bastón de mando de Juan Espadas, a quien ha agradecido su confianza, y tiene el reto de revalidar la victoria para poder mantener el control de la que es ahora la ciudad más poblada del país en manos del PSOE. La importancia que Moncloa y Ferraz dan al éxito en Sevilla es lo que ha motivado este arranque de la precampaña en la capital, aunque hay preocupación por el mal momento de los partidos a la izquierda del socialista por la dificultad que puede encontrarse los candidatos del PSOE para armar coaliciones.