El PSC echa un pulso a ERC con los presupuestos: "No pueden imponer nada"

Los socialistas exigen a ERC una declaración pública y clara de su contribución a los presupuestos de la Generalitat para el año 2023. De lo contrario, Pere Aragonès tendrá que buscar otros apoyos parlamentarios para aprobar los números. “Hemos puesto encima de la mesa unas condiciones. Si las aceptan, habrá voto a favor. De lo contrario, no”, explican a El Confidencial fuentes del PSC para contestar a las optimistas previsiones del presidente del Govern, el republicano Pere Aragonès, que no descartaba este jueves cerrar el acuerdo de forma inminente. Desde el partido que lidera Salvador Illa también afirman que “si ERC tuviese 60 diputados, podría imponer algunas cosas, pero tiene 33 diputados, los mismos que el PSC, así que no tiene capacidad para imponer nada”.

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El PSC entiende que “no se trata de aprobar unos presupuestos en los que hay coincidencias, sino de certificar que ahí se incluyen propuestas nuestras. Habrá algunas que son de ERC, evidentemente, pero hay otras que son socialistas y queremos que se reconozcan explícitamente. Que se vea que se cambian cosas”. En otras palabras, lo que se quiere es “visualizar que los presupuestos cambian por las aportaciones que hace el PSC. No es que nosotros apoyemos unos presupuestos del Govern para este año, sino que obligamos a variar algunas cosas. ERC tiene que pagar un precio político y ése es el precio que exigimos”.

Hasta ahora, los republicanos habían huido de explicitar públicamente las propuestas realizadas por el PSC, presentando los presupuestos como un bloque compacto del Govern. Pero los socialistas no pasan por esa: su interés es que se visualice públicamente su aportación a los números, para que su papel no quede reducido a ser un mero convidado de piedra. “O aceptan eso o votamos que no, pero el voto afirmativo para contentar a Esquerra no entra en nuestros planes. Ya se lo hemos dicho por activa y por pasiva: o se bajan del burro o votamos que no, allá ellos”.

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Aragonès, en cambio, señaló este jueves a Catalunya Ràdio, la emisora pública del Govern, que el acuerdo está “muy avanzado” y que está “en disposición de poder convocar al Govern para aprobar el proyecto en cuestión de horas”. Reconoció, no obstante, que hay cuestiones que impiden un acuerdo total, como la ampliación del aeropuerto de Barcelona, la construcción de la B-40, el proyecto del Hard Rock o las inversiones en Cercanías. En algunos de estos proyectos, matizó, hay acuerdo, pero en otros hay posicionamientos diferentes, lo que, a su juicio, no tendría que suponer un escollo para la aprobación de las cuentas.

Desde el PSC se le recuerda a Aragonès que los proyectos en los que tienen desacuerdos “no son menores. De hecho, hay resoluciones parlamentarias instando a culminar la ampliación de El Prat, el Hard Rock o la B-40. Que no se hagan ahora los desentendidos”.

Juego sucio

Los socialistas afirman: “Hicimos públicas nuestras reivindicaciones para evitar que luego fuesen manipuladas nuestras propuestas. De este modo, todos sabemos lo que ponemos encima de la mesa, porque ERC es especialista en decir primero una cosa y luego otra. Con la publicación de los puntos que exige el PSC, ese problema desaparece. Pero nuestra principal reivindicación es que se sepa cuáles son las aportaciones de los socialistas y se vea en qué puntos ha cambiado el proyecto gracias a nuestras propuestas. No decimos que ERC no haga lo propio. Si ha hecho su aportación en determinadas cuestiones, que lo diga, no nos oponemos a eso. Pero también exigimos que se visualice lo que nosotros obligamos a cambiar”.

Una de las fuentes consultadas explica que desde que en noviembre pasado ERC metió al PSC en su ronda de contactos, ha habido mucho juego sucio por parte de los independentistas. “Lo primero que pedimos fueron los proyectos de presupuestos. Nos dijeron que no los tenían porque no habían tenido tiempo. No había ni Ley de Medidas, pero de repente nos encontramos con que las habían filtrado a la prensa amiga y a algunas entidades. Partimos de la base, pues, de que falta confianza. Aún así, seguimos negociando y ellos siguieron negándonos información y siguieron filtrando informaciones que a nosotros no nos daban”.

La semana pasada, el Govern filtró que ya había un preacuerdo. “Era falso. Hasta entonces, nosotros habíamos tenido que ir a ciegas y aún así les presentamos una propuesta muy generosa, de 117 medidas que tenían un impacto de 2.600 millones de euros. Nos parecía una propuesta asumible y razonable. La tuvimos que hacer a ciegas, porque no nos pasaron ni qué presupuesto tiene cada Departamento. Pero ese documento es nuestra principal condición. Si lo aceptan, Aragonès puede reunir cuando quiera a su Govern y anunciar acuerdo. Mientras no acepten el 100% del documento, no habrá voto a favor”.

“No seremos los tontos útiles”

El propio Govern aseguró que las negociaciones habían dado como consecuencia la asunción del 87% de las medidas del documento del PSC. “Esa es una cifra irreal”, aseguran los socialistas. “No sabemos de dónde la han sacado”. Lo ilógico, en todo caso, sería que el Govern no lograse un acuerdo cuando sólo faltan el 13% de las reivindicaciones por pactar.

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Así pues, todas las fuentes consultadas coinciden en lo mismo: “Pueden decir lo que quieran, que las negociaciones avanzan o que están estancadas. Si Aragonès no acepta el documento tal y como está, no hay presupuestos por nuestra parte. Estamos hartos de anuncios falsos, de información escondida y de globos sonda. Nosotros haremos valer nuestros 33 votos del Parlament, que son los mismos que tiene ERC. Y, como dice Salvador Illa, ¡basta ya de perder el tiempo!”.

Los representantes del principal partido de la posición tienen motivos para apretar las tuercas a los republicanos. “No han de olvidar que el PSC es el partido más votado y que nos birlaron la presidencia gracias al pacto independentista. ¡No pretenderán ahora que les avalemos sus presupuestos! O aceptan nuestras propuestas o votamos en contra. Que se busquen otros socios, pero que no cuenten con nosotros. No seremos los tontos útiles para aprobar los presupuestos de 2023".