Prodiel ultima su integración en otro grupo tras refinanciar 144 millones de deuda

Tal y como adelantó El Confidencial la pasada semana, la multinacional sevillana de ingeniería Prodiel ha firmado un importante acuerdo para refinanciar la deuda financiera que tenía con 14 entidades (11 bancos y tres 'fintech') por valor de 114 millones de euros, que tendrán ahora un año de carencia y podrán ser devueltos hasta junio de 2025.

La compañía es propiedad del presidente del Betis, Ángel Haro, que tiene un 45% de las acciones, junto a la familia Godia (45%) y a José María Vicente (10%). Hace apenas dos años, la empresa despuntaba a nivel mundial como la tercera constructora más importante de parques solares fotovoltaicos (EPC), con contratos por 2.400 millones de euros. Pero, en este tiempo, el fuerte alza de las materias primas ha convertido todos aquellos contratos en "tóxicos", como reconoce su vicepresidente, Miguel Somé, que no duda en calificar como la "tormenta perfecta" la situación que ha vivido "no solo nuestra empresa, sino todo el sector".

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Todos esos contratos con precio cerrado para construir esas instalaciones son a día de hoy altamente deficitarios, lo que ha llevado a Prodiel a tomar la determinación de terminar los que ya tenía en marcha, pero a cancelar los proyectos por más de 4 GW que tenía con tres grandes compañías.

El grupo ha pasado de ganar 167 millones de euros en el año 2020 a unas pérdidas de 91 millones el pasado año, y de facturar 661 millones a 304 este último ejercicio. La situación ha llegado a ser especialmente dura a comienzos de año, cuando la empresa se encontró con una deuda de 227 millones de euros, de los que 117 correspondían a las entidades financieras y otros 100 a la deuda comercial (proveedores).

En estos ocho meses, la compañía ha tomado importantes decisiones para evitar caer en concurso de acreedores, entre las que destaca la venta de activos, la reducción de costes y la negociación con los acreedores.

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Así, además del acuerdo con los bancos para refinanciar los 114 millones, ha vendido su 50% de la sociedad DVP Solar, creada hace un año con la compañía Everwood, y del 50% de la sociedad Greenfield a la empresa Smart Energy (a la que ha vendido una cartera de proyectos por un 1 GW.)

Gracias a estos acuerdos, ha obtenido 80 millones de euros que ha dedicado a saldar la deuda comercial con los proveedores, valorada en unos 100 millones. En concreto, ha pagado 70 millones y ha acordado refinanciar el pago de otros 30 millones en los próximos dos años.

Sin embargo, la multinacional sevillana se muestra convencida del potencial del sector y quiere dar pasos para dejar la construcción y centrarse en la promoción de los parques solares fotovoltaicos. De hecho, en estos momentos última un acuerdo, que podría firmarse en cuatro meses para su "integración en una compañía más grande con capacidad de inversión", según explica Somé.

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La idea es ganar músculo financiero como parte de una empresa que aporte capital, pero que no se dedica al mismo campo de actividad que Prodiel. Con este respaldo, la firma sevillana tiene intención de promover proyectos por hasta 15 GW.

El directivo de la compañía reconoce que este año volverá a ser malo en las cuentas, "especialmente dependiendo de la agilidad de las administraciones públicas para desbloquear el embudo de autorizaciones en el sector", si bien se muestra optimista sobre el futuro de la empresa tras esta crisis "que hemos podido superar gracias a los buenos resultados del pasado año y a que hemos tenido total transparencia con nuestros acreedores, que también saben de la situación global".

La empresa ha ajustado también su plantilla en este año hasta quedar en 594 empleados y no descarta volver a las EPC en el futuro, pero en condiciones muy distintas, en las que los promotores deberán asumir riesgos para el desarrollo de parques solares fotovoltaicos y no firmar con precios cerrados que provocan situaciones como las vividas en estos momentos por Prodiel.