Los desencantados de Vox se preparan para las municipales a la espera de un traspiés de Olona

"Existen lo que se llama los partidos-champiñón o partidos-seta, que aparecen después de las lluvias y desaparecen en el momento que llega el verano", explica la analista Ana Salazar, de la consultora Idus3. "Que existan, para el partido matriz, no quiere decir nada. Realmente es algo neutro, no le afecta. Incluso es hasta positivo, quiere decir que la formación original ha podido montar listas más fuertes y profesionalizadas y otra gente ha quedado fuera. Solo tienen sentido si la marca principal sufre".

Se refiere a las dos escisiones "oficiales" de Vox, TÚpatria (sic) y Libres, que no concurrirán a los comicios del 19-J a pesar de que ambas lo anunciaron y la segunda, además, surgió de una exdiputada de la formación de ultraderecha, Luz Belinda Rodríguez, cabeza de lista por Almería en 2018.

Ambas marcas, construidas en base a expulsados del proyecto inicial de Vox, calientan motores para las municipales de 2023 por la imposibilidad de presentarse a las actuales andaluzas por falta de listas. La misma elección de Macarena Olona como candidata a las autonómicas señalaba, en parte, una debilidad del partido en Andalucía: ausencia de caras conocidas tras la imputación por fraude y posterior dimisión del juez Francisco Serrano.

Y ahora, tras las dudas surgidas después de los dos debates electorales, se teme el pinchazo del ‘efecto Olona’ y que la posible subida electoral sea menor de la esperada. No obstante, el argumento oficial de sus escisiones para no haberle planteado competencia es el mismo: se reservan para municipales o generales dado que no defienden el estado autonómico. Subyace la explicación de su falta de personal, pero también que la mayoría de sus cargos públicos proviene, precisamente, del ámbito municipal, un ámbito en el que podrían sacar mayor rédito.

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La escisión más antigua es TÚpatria, presentada en sociedad en julio de 2020 aunque operaba desde marzo del año anterior presidida por Carmen Gomis, veterana dirigente de Vox por Alicante desde su fundación en 2013 y que había llegado a ostentar varios cargos a nivel nacional. Aunque no era el primer "partido-seta" que le surgía a Vox, sí que era el primero en recibir atención mediática, por hacerlo después de la entrada de la formación de Abascal en el Congreso y ya con varios gobiernos autonómicos de PP-Ciudadanos dependiendo de su apoyo.

Gomis explica por email a El Confidencial que su formación sí que se preparó para unas eventuales elecciones andaluzas y que incluso "se estaba confeccionando un programa" pero el que iba a ser candidato por Málaga, Enrique De Vivero, intentó desplazarla en la presidencia nacional del partido y finalmente fue expulsado. Para el partido "las candidaturas a las autonómicas son voluntarias, dado que no somos partidarios de un Estado autonómico", así que sin nombre dispuesto a hacer la campaña, se suspendió la candidatura.

De Vivero, coronel de la Legión retirado, fue coordinador de Vox en Alhaurín de la Torre y más tarde presidente provincial del partido en Málaga, cargo en el que apenas duró unos meses al ponerse en duda la limpieza de las primarias en las que accedió al puesto por apenas 11 votos. Fue elegido en septiembre de 2020 y abandonó el partido en noviembre, amenazando con denunciar a varios de sus antiguos compañeros. En TÚpatria llegó a ser vicepresidente nacional y secretario de Defensa.

Otro fichaje sonado de TÚPatria en Andalucía fue Francisco Javier Martínez, el letrado del grupo parlamentario de Vox en la cámara autonómica cuando entró en ella en 2018. Martínez llegó a denunciar al partido por impagos e incluso pidió el embargo de su minuta por una causa a finales de 2019. Un año después se anunció su incorporación a la formación de Gomis, pero ya no pertenece a ella "por motivos laborales", aclaran.

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El único cargo público del partido en Andalucía es Antonio Roche, concejal en el municipio onubense de Aljaraque, que en 2021 abandonó acusándolo de falta de democracia interna. No obstante, TÚPatria segura que tiene presencia en todas las provincias excepto en Córdoba.

"Nuestra prioridad electoral y puesta en escena, deben ser las elecciones municipales. Nosotros apostamos por el municipalismo, la política de proximidad, porque la forma de trabajar es de abajo hacia arriba, además de que los afiliados lo que nos demandan es tener la posibilidad de representar a su municipio, y siempre con total autonomía de trabajo", apunta Gomis a El Confidencial.

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En cuanto a Libres, su fundación data de 2021, precisamente con la intención de presentarse a las andaluzas. Luz Belinda Rodríguez, presidenta del partido, estaba llamada a liderar la lista. El empresario cordobés José María Tejero, conocido por su etapa como banderillero, es el vicepresidente de la formación. En su Junta Directiva, formada por solo tres personas, aparece también Rafael Ruda, concejal en Vícar (Almería) que en 2020, tras apenas ocho meses en el cargo, abandonó la formación de Abascal para pasar a no adscrito.

Rodríguez fue cabeza de lista de Vox por Almería en diciembre de 2018, tomó posesión de su acta de diputada en enero de 2019 y abandonó la formación un año más tarde acusando a su expartido de acoso laboral, pasando a no adscrita. Más tarde ingresó en Falange Española y fue célebre la polémica cuando la Mesa del Parlamento andaluz la obligó a descolgar una bandera de dicha formación de su despacho al igual que ordenó retirar banderas LGTBI o andaluzas a los exdiputados de Podemos afines a Teresa Rodríguez.

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Libres tenía preparadas listas en un primer momento para cuatro provincias (Almería, Córdoba, Sevilla y Málaga), según se anunció en abril de este año. Y aunque oficialmente la fundación del partido se sitúa en 2021, lo cierto es que la marca nacional está registrada desde mucho antes y ya concurrió en las municipales de 2019 (en toda Andalucía registró algo más de 2600 votos). Finalmente, aunque el partido inició los trámites para presentar listas en las ocho provincias, no se ha presentado por ninguna. Rodríguez, aún diputada en funciones, alegó "motivos familiares" y aseguró que se presentará a las generales.

Otras escisiones del partido de Abascal, como Juntos por España o Valores, ni siquiera han hecho el amago de concurrir a las autonómicas. Solo una, España Suma, registrada por José Manuel Martínez Ayala, que fue elegido concejal por Vox en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y abandonó el partido en septiembre de 2020, manteniendo su acta, tiene vinculación con Andalucía.

Ana Salazar entiende que la proliferación de escisiones pueden ser "un indicativo de salud de Vox. Hace cuatro años eran un partido muy débil con problemas para rellenar las listas y sin arraigo territorial. Si puede perder tantos cuadros y presentar listas renovando candidaturas es que está mucho más fuerte". Estos partidos "son las típicas escisiones de gente que se marcha dolida de un proyecto político y las monta por rencor, pero luego no tienen mucho recorrido".

Así, Salazar descarta también similitudes entre la proliferación de miniformaciones a la derecha de Vox con las disputas en el espectro a la izquierda del PSOE. "No tiene ni punto de comparación, porque ahí existen siglas con mucho peso, y más en Andalucía. Dentro de Por Andalucía hay partidos con arraigo, estructuras fuertes y profesionalizados en su gestión. El principal IU, que tiene muchísimo arraigo municipal y gobierna en cientos de municipios desde hace décadas. Vamos, ni se acerca".

La ventana de oportunidad de Libres y TÚpatria, sin embargo, será aguantar a sus pocas decenas de concejales hasta 2023 y esperar que, efectivamente, el efecto Olona se disipe y la candidata acusada de "paracaidismo" regrese a Madrid. Un Vox que no es capaz de consolidar su arraigo territorial más allá de la marca a nivel nacional se enfrentaría ahí a candidatos con cierta imagen municipal que podrían vender el "titular" de que le ganan cuota. Sin embargo, son castillos en el aire. La siguiente estación para los "partidos-champiñón" empieza con los resultados del 19-J.