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Otra bandera que se le cae al Gobierno: las 'kellys' reniegan de la contrarreforma laboral
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CISMA CON CCOO Y UGT

Otra bandera que se le cae al Gobierno: las 'kellys' reniegan de la contrarreforma laboral

Tras las quejas de los investigadores universitarios, el colectivo de las camareras de piso, símbolo de los partidos de izquierdas contra la precariedad laboral, advierten de que "no han cumplido"

Foto: Imagen de archivo de una manifestación de 'kellys' en Málaga. (Reuters/Jon Nazca)
Imagen de archivo de una manifestación de 'kellys' en Málaga. (Reuters/Jon Nazca)
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El discurso para la convalidación de la contrarreforma laboral va camino de hacérsele bola a la ministra de Trabajo y Economía Social. Si antes de que compareciera en el Congreso eran los rectores los que alertaban de que la supresión del contrato por obras y servicios sin contemplar una alternativa complicaría el futuro laboral de miles de investigadores universitarios, ahora es uno de los colectivos bandera de la izquierda política el que reniega del nuevo texto. Las kellys, como se conoce a las camareras de piso, han criticado al Gobierno al considerar que "no ha cumplido" y censuran que venda como un éxito un articulado que no resuelve los problemas en su sector.

“¿Les van a decir a los trabajadores y trabajadoras de este país que si por ustedes fuera, señorías de muchos partidos, iban a volver al modelo del PP? ¿Quién se siente cómodo en este plenario con convenios colectivos afectados de muerte súbita? ¿Quién se siente cómodo? Explíquenselo a Cádiz, a los empleados de Endesa, a las camareras de piso, que por si ustedes fuera, mañana, las personas trabajadoras se levantarían sin este derecho que hoy ya está vigente en nuestro país”, reprochaba Yolanda Díaz a la oposición, sin saber que las kellys se han desmarcado de la euforia de la también vicepresidenta del Gobierno. Representantes de este colectivo en Benidorm, Madrid, Granada, Lanzarote o Málaga ya han expresado públicamente su disconformidad con un marco laboral que no cumple con sus expectativas porque consideran que a estas trabajadoras se les podrá seguir aplicando el convenio de limpieza.

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La presidenta de la asociación Kellys Unión Málaga, Mari Trini Jiménez, explicó a El Confidencial que llevan tiempo reclamando que se cumpla su inclusión real dentro del marco regulador de los empleados de hostelería, como se acordó en 2018 en esta provincia, pues entienden que forman parte de la estructura de personal de un establecimiento hotelero. “Exactamente igual que un recepcionista”.

“Un hotel puede operar sin un restaurante, pero no sin camareras de piso”, recordó, para seguidamente señalar que el problema es que ese pacto alcanzado hace cuatro años “no se está cumpliendo” y “para obtener sus derechos tienen que denunciar”. “Pensábamos que eso se iba a solucionar” y que, además de dejar atrás el convenio de limpieza, “los departamentos troncales no se iban a poder externalizar”.

Las 'kellys' recuerdan al PSOE y UP que en sus programas incluyeron sus reclamaciones

“La mayoría de las 'kellys' coincidimos en que el apaño que le han hecho [a la reforma laboral]no nos sirve. Lo demás estará bien, pero en el punto que nosotros pedíamos, el 42 [relativo a la contratación y subcontratación de obras y servicios], no han respetado lo que nos prometieron”, lamentó Jiménez, quien no oculta cierto sabor amargo por este desenlace. “Hemos sido bandera en esta lucha, las primeras en levantarnos y decir que había que cambiar la normativa laboral de 2012”, recordó, antes de dejar traslucir cierta desilusión al rememorar que en los programas electorales del PSOE y Unidas Podemos (UP) “llevaban estas reivindicaciones con nuestro nombre”.

La portavoz del colectivo en Málaga, provincia donde se hicieron visibles, no cree que la subida de sueldo que se contempla “nos solucione nada”, ya que, “para nosotras, lo más importante eran los derechos, por los que llevamos peleando desde primera hora”. “Y de eso no hay nada. Quizá más adelante, pero nos vamos desesperando porque estamos en esta lucha desde 2014 y no vemos avances”, afirmó. "Para nosotras ha sido como un jarro de agua fría, y quien no lo quiera entender, lo siento", añade.

Estas últimas palabras parecían una respuesta a CCOO y UGT, las dos organizaciones sindicales que han negociado el contenido de la contrarreforma, y que han salido en auxilio de Yolanda Díaz con una nota de prensa en la que tildan de “absolutamente falsas” las declaraciones de Mari Trini Jiménez. En este documento critican la “alarma social y la confusión” creada y recuerdan que son los sindicatos mayoritarios de los trabajadores de hostelería. Además, remarcan que “el convenio colectivo de aplicación para las empresas contratistas y subcontratistas será el del sector de la actividad desarrollada en la contrata o subcontrata; es decir, para la actividad de camarera de pisos, se aplicará el de hostelería —de Málaga, en este caso—”.

Este comunicado ha abierto un cisma evidente entre la asociación Kellys Unión Málaga y ambos sindicatos, ya que no entienden por qué organizaciones que defienden los derechos de los trabajadores acaben enmendando la plana a mujeres que consideraban explotadas laboralmente. Y la única explicación es la defensa de un texto en cuya redacción han participado y por la proximidad de ambos a los partidos de coalición del Gobierno. En especial, CCOO, cuya relación con Díaz le llevó a promocionar en sus canales de difusión una entrevista de la ministra en La Sexta.

Foto: Las camareras de pisos subcontratadas cobran hasta un 40% menos

Jiménez, por su parte, atisba cierta inquina personal y en declaraciones a este periódico calificó como “muy graves” las afirmaciones realizadas por las dos organizaciones. “Es muy triste que un sindicato ataque a trabajadoras”, sobre todo porque “no hemos dicho nada malo de ellos, incluso hemos reconocido su labor para lograr en 2018 la prevalencia del convenio de hostelería”. “Estuvimos luchando juntos, pero parece que es una batalla contra la asociación”, subraya.

La representante de Kellys Unión Málaga, que confirmó que nadie del Ministerio de Trabajo y Economía Social ha contactado con ellas para ofrecerles una explicación, insistió en que “no decimos que CCOO y UGT lo hayan hecho mal, ellos sabrán lo que hablaron en las mesas de negociación, nosotras no estábamos delante, lo que sostenemos es que nos prometieron una cosa que no se ha cumplido (...) Y queremos contar en qué nos afecta, y mucho”.

El discurso para la convalidación de la contrarreforma laboral va camino de hacérsele bola a la ministra de Trabajo y Economía Social. Si antes de que compareciera en el Congreso eran los rectores los que alertaban de que la supresión del contrato por obras y servicios sin contemplar una alternativa complicaría el futuro laboral de miles de investigadores universitarios, ahora es uno de los colectivos bandera de la izquierda política el que reniega del nuevo texto. Las kellys, como se conoce a las camareras de piso, han criticado al Gobierno al considerar que "no ha cumplido" y censuran que venda como un éxito un articulado que no resuelve los problemas en su sector.

Convenio colectivo Yolanda Díaz Reforma laboral
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