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Pincha el teléfono de violencia intrafamiliar: recibe dos llamadas al día; el de la mujer, 111
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FUE UNA CONCESIÓN A VOX EN ANDALUCÍA

Pincha el teléfono de violencia intrafamiliar: recibe dos llamadas al día; el de la mujer, 111

La conquista de Vox al Gobierno del PP en Andalucía se salda con un balance pobre en su primer año de vigencia y revela que los compromisos pactados para la investidura no han tenido reflejo

Foto: El político ultraderechista español Santiago Abascal. (EFE/Rogerio Florentino)
El político ultraderechista español Santiago Abascal. (EFE/Rogerio Florentino)

Ha sido poco útil. El teléfono de violencia intrafamiliar, que Vox arrancó como una conquista al Gobierno de PP y Cs en la negociación del presupuesto en vigor, recibió dos llamadas al día en su primer año de vida. La cifra contrasta con el servicio de atención a la mujer que gestiona la misma Consejería de Igualdad, que alcanza las 111 llamadas diarias.

Vox arrancó en septiembre de 2019 la puesta en marcha de este teléfono, una concesión simbólica con la que hizo bandera y que sumó al recorte a las partidas destinadas en la Ley de Memoria Histórica para las asociaciones memorialistas. Con estas dos concesiones, dio luz verde al presupuesto del pasado ejercicio. Nada que ver con la situación actual: Vox está ya en una pelea a cara de perro con los que han sido sus socios y las cuentas andaluzas fueron tumbadas el mes pasado.

El partido de Santiago Abascal es negacionista de la violencia de género, rechaza que haya en la sociedad una violencia machista estructural contra la mujer y considera que la ley es “ideológica”, “fruto de la dictadura progre” y que “criminaliza a los hombres”. Esta ha sido una de sus batallas en Andalucía y uno de los motivos que más han enfrentado a Vox con la consejera andaluza de Igualdad, Rocío Ruiz, de Cs.

Foto: Santiago Abascal, en un acto de Vox en Sevilla. (EFE/Raúl Caro)

Las estadísticas vuelven a decir lo contrario. Desde el 16 de octubre de 2020 que entró en vigor hasta el 30 de septiembre de 2021, en el teléfono de violencia intrafamiliar (900 300 003) se han atendido un total de 727 llamadas, de las cuales el 70,57% han sido realizadas por mujeres (513) y el 29,43% (203) por hombres, según datos oficiales de la Junta. Sevilla es la provincia con mayor número de llamadas, con un 29,30%. Málaga y Cádiz son las provincias que la siguen, con un 15,26% y un 13,20% respectivamente.

En contraposición a esos datos, en los primeros nueve meses del año, la línea 900 200 999, de atención a la mujer, ha recibido más de 30.000 llamadas (30.140), cifras similares a las del pasado año, cuando se batió el récord en los 25 años de historia con casi 39.000 llamadas en todo 2020. Lo que significa que se están atendiendo 111 llamadas al día frente a las 80 de 2018. Además, en este periodo se ha dado respuesta a casi 12.000 consultas sobre violencia de género (11.804), un 43% más que el pasado año. Y se han gestionado 548 acogimientos en los recursos de acogida de toda Andalucía.

La condición que puso el Gobierno andaluz para crear esa nueva línea de violencia intrafamiliar, donde Vox engloba todas las agresiones o abusos en el ámbito familiar, fue que no desapareciera el actual número de atención vinculado al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). La Junta de Andalucía resalta la utilidad del 900 200 999, el teléfono que ayuda a las mujeres desde hace 25 años. En enero de 1996, ese número se convirtió en el teléfono de información a las mujeres andaluzas, un servicio del IAM que arrancó con ocho profesionales, un presupuesto de 25 millones de pesetas (al cambio, 150.253 euros) y que recibió 8.437 llamadas en su primer año de funcionamiento. Este recurso es un referente nacional, especialmente para las víctimas de violencia de género, que complementa al 016 y ha ayudado a cerca de 600.000 mujeres andaluzas (590.862).

¿Quién llama y por qué?

Respecto al nuevo número, el de violencia intrafamiliar, el 62,58% de las llamadas recibidas fueron notificaciones de posibles situaciones de riesgo de maltrato que tienen lugar en el ámbito doméstico, mientras que el 23,55% del total de llamadas han sido demandas de información. El 13,75% han sido llamadas que han entrado por error. En estas llamadas, en las que la persona notifica una posible situación de riesgo de maltrato en el ámbito doméstico, el 65,93% de ellas se remitieron al Servicio de Atención a las Víctimas de Andalucía (SAVA), siguiéndole el teléfono del mayor, al que se transfirió el 16,04% de las llamadas. El 9,23% se derivaron a las líneas de infancia y adolescencia, siendo un total del 3,51% las referentes al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Un 0,21% fueron atendidas por el 112 Andalucía. El 2,5% han sido derivadas a discapacidad y, para finalizar, un 2,19% han sido llamadas en las que se cortó la comunicación.

El Gobierno andaluz elude valorar la eficacia o la necesidad de este número y se limita a ofrecer los datos pormenorizados de este balance. Fue una de las concesiones a Vox de esas con las que el partido hace bandera en su guerra cultural y que ha ondeado en Andalucía desde la investidura. Ese día, cientos de asociaciones de mujeres rodearon el Parlamento para rechazar el apoyo de Vox a la investidura del presidente Juan Manuel Moreno.

La mayoría de los choques de Vox con el Gobierno andaluz han tenido como frontón la Consejería de Igualdad, de Cs. Ocurrió también con los centros de menores inmigrantes, donde Vox arrancó una partida de 1,5 millones de euros para reforzar la seguridad en estos centros de la que no hay información sobre su ejecución. Insistieron públicamente en que los datos oficiales demostraban que esa medida no era necesaria.El índice de delincuencia asociado a los menores migrantes tutelados en Andalucía es del 0,54%”, aseguraron mientras hacían la concesión. Para consignar ese millón y medio, se detrajeron 600.000 euros de la partida para acogida e integración de inmigrantes.

Un acuerdo desvaído

El acuerdo de investidura suscrito entre PP y Vox borró todos los planteamientos iniciales sobre la derogación de la ley LGTBi o la ley de igualdad. Ninguno de esos compromisos figuró en el texto firmado, donde sí se pactó una ley de concordia, que esta semana PP y Cs han dejado caer con su abstención en el Parlamento de Andalucía.

Un repaso a aquel documento deja claro que la mayoría de asuntos sobre los que se ha cumplido responden al área económica, con la bajada de impuestos ya aprobada y con una auditoría al sector público, también realizada. Vox no comparte la estrategia seguida por el Gobierno, que rechaza despedir a trabajadores públicos y aboga por fusionar entes. Sus socios en la extrema derecha acusan al PP de haber convertido “los chiringuitos socialistas en los chiringuitos populares”. El gran choque en estos momentos se libra por el rechazo frontal de Vox a las restricciones adoptada frente al covid, como la exigencia de certificado de vacunación en la hostelería, que este partido ha recurrido en los tribunales.

Ha sido poco útil. El teléfono de violencia intrafamiliar, que Vox arrancó como una conquista al Gobierno de PP y Cs en la negociación del presupuesto en vigor, recibió dos llamadas al día en su primer año de vida. La cifra contrasta con el servicio de atención a la mujer que gestiona la misma Consejería de Igualdad, que alcanza las 111 llamadas diarias.

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