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El PP andaluz prepara un congreso pacífico que será 'un paseíllo' para Juanma Moreno
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EL PRÓXIMO CÓNCLAVE ANDALUZ

El PP andaluz prepara un congreso pacífico que será 'un paseíllo' para Juanma Moreno

La designación de candidato en Sevilla cierra heridas con Génova, que garantiza que no interferirá en una cita interna donde la única incógnita es la continuidad de la número dos

Foto: El presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno. (EFE)
El presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno. (EFE)
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Los cargos institucionales y orgánicos del PP se dedican en los últimos días a difundir en las redes sociales que ya han firmado su aval para que Juan Manuel Moreno siga liderando el PP andaluz y siendo “el mejor” presidente que ha tenido Andalucía. El liderazgo del barón andaluz ahora mismo en el partido es incuestionable y será ratificado sin sobresaltos y por absoluta mayoría en el congreso regional convocado los días 20 y 21 de noviembre en Granada. Hay hasta un exceso de almíbar alrededor de su figura. Es imposible encontrar a alguien que lo cuestione.

El aplauso caluroso que recibió Moreno en la pasada convención nacional de Valencia lo dejó claro. Es ahora mismo un valor al alza y muy cotizado en las filas del partido. Representa el ala más centrada o moderada y es un contrapeso, en la línea de Alberto Núñez Feijóo, de otras figuras como la de Isabel Díaz Ayuso. No siempre ha sido así. Cuando en diciembre de 2018 Andalucía abrió sus urnas, había una corriente mayoritaria en el PP andaluz y nacional que daba por amortizado su liderazgo en el partido. Aseguraban que había sido un error su designación, que era “demasiado blando”, sin carisma, o por el contrario que se había embarcado en una campaña con muchos riesgos y poco efectiva. Igual que en 2012, cuando todas las encuestas daban por ganador al PP en Andalucía, en los actos de Javier Arenas ya lo trataban de presidente y se repartían las consejerías del Gobierno, en 2018, muchos daban por amortizado al líder Moreno tras sus mítines.

Foto: Reunión de Moreno y López Miras. (EFE)

Aquellas elecciones lo cambiaron todo. Arenas obtuvo 50 escaños y tuvo que dimitir meses después de no lograr formar Gobierno. Moreno registró la marca más baja en unas autonómicas, 26 diputados, pero pudo por primera vez en 37 años de autonomía llevar al PP a la Junta en coalición con Cs y de la mano de Vox. Desde entonces, la construcción de su liderazgo, aparejada a la ocupación del poder, ha ido de éxito en éxito. Incluida la gestión de la pandemia. Es un presidente aclamado en la calle, con muestras espontáneas de apoyo, y es alabado sin medida por todos los sectores del partido en Andalucía y buena parte de la sociedad andaluza. Si muchos creían que superar el hiperliderazgo de Arenas costaría años, se equivocaron. Bastó llegar al poder para que Moreno haya eclipsado, sin contestación interna, a cualquiera de sus predecesores.

Con estos mimbres, ya se sabe que el congreso que el PP celebrará en Andalucía el penúltimo fin de semana de noviembre no generará conflictos de ningún tipo. Los roces con Génova están aparcados. El último gesto ha sido la designación de José Luis Sanz como candidato a la alcaldía de Sevilla. Su nombramiento estuvo detrás del pulso abierto en el congreso provincial del PP de Sevilla, que tensó hasta límites insospechados la cuerda con Pablo Casado y Teodoro García Egea. Moreno ha bendecido finalmente a Sanz y las rencillas con la dirección nacional que se extendieron a algunos cónclaves provinciales son ya un mal recuerdo. Desde Génova, donde bastante tienen con el congreso de Madrid, aseguran que no habrá interferencias en el andaluz y que Moreno tiene todo el camino libre para decidir y hacer lo que quiera. “Es el congreso de Juanma”, dejan claro ya desde el equipo de Casado, proclamando que serán “respetuosos y prudentes”.

'Homenaje' al presidente

Todo indica que el PP prepara ‘un partido homenaje’ a Moreno, al que las encuestas deparan buenos resultados en las próximas autonómicas y que él mismo decidirá si adelanta a la próxima primavera o mantiene en noviembre de 2022. Génova quiere adelanto. Él sigue sin verlo claro. Subidos en la ola “del cambio de ciclo” en España, los populares se marcan metas que hasta hace poco eran impensables en Andalucía. No solo se da ya por hecho que podrán reeditar el Gobierno en la comunidad, sino que barajan la posibilidad de repetir la hazaña de 2011, cuando el PP se hizo con todas las alcaldías de las capitales de las ocho provincias andaluzas.

La única incógnita que abre algunas discusiones en el seno del PP de Andalucía es ahora mismo si la secretaria general de partido, la onubense Loles López, continuará o no en su cargo. Moreno no es un hombre de sorpresas y la mayoría da por hecho que seguirá como número dos, pero aún no está confirmado. En el entorno más directo del presidente andaluz, ante la pregunta de qué pasará con la secretaría general, se limitan a contestar: “Moreno Bonilla decidirá”. Dejan claro que él tendrá la última palabra.

En la última reunión de la junta directiva autonómica, que convocó el XVI Congreso Regional los días 19, 20 y 21 de noviembre en Granada, la secretaria general no tomó la palabra y eso disparó las especulaciones. “Fue raro”, admiten algunos cargos del partido. En el equipo del presidente, restan cualquier importancia a esa agenda de oradores: "Tiene la plena confianza del presidente". De ella, el vicesecretario general del PP andaluz, Toni Martín, que sí tomó la palabra, aseguró que es “el modelo de dedicación y lealtad al presidente”.

Foto: Juanma Moreno, en la Conferencia de Presidentes en Salamanca. (EFE)

En el PP andaluz, aseguran que no hay que anticipar debates, pero existen porque para un sector del partido la actual número dos tiene poco peso político y es Elías Bendodo, consejero de Presidencia y presidente del PP de Málaga, quien toma todas las decisiones en la sombra. Hay dirigentes provinciales que apuestan por un organigrama en el que de verdad haya un contrapeso de poderes entre el Gobierno y el partido, imitando el modelo que al PSOE de Manuel Chaves le fue bien durante muchos años. Un tridente que arrope al presidente de la Junta y máximo dirigente del PP andaluz, con pesos pesados en la portavocía del grupo parlamentario, que ahora mismo ocupa con muchos apoyos José Antonio Nieto, la consejería de Presidencia, de Elías Bendodo, y la secretaría general del partido, que ostenta Loles López. El acaparamiento de poder por parte del PP de Málaga no es plato de gusto entre el resto de dirigentes provinciales.

Más allá de eso, resueltos los congresos provinciales, bendecidos ya todos los liderazgos, no hay ruido interno en lo orgánico. La lupa se pondrá en el programa de los populares andaluces, que tratarán de afianzar su apuesta por jugar en el centro político frente al ‘modelo Ayuso’, mucho más próximo a los postulados de Vox y donde Casado ha situado el partido en la última convención de Valencia.

Jugada en Sevilla

Los populares se congratulan ahora al unísono de que la guerra en Sevilla haya acabado bien y celebran que la 'operación Sanz' esté funcionando en la capital andaluza. Tras su designación oficiosa, el que era alcalde de Tomares dejó sus funciones para dedicarse en cuerpo y alma a la oposición a Juan Espadas. Ese gesto mete presión al alcalde de Sevilla, que cada vez hace más juegos malabares para compaginar su agenda de secretario general del PSOE-A con la del consistorio. El PSOE aún no ha decidido quién lo sucederá.

Hay también algo simbólico. La bendición de José Luis Sanz como candidato cierra un círculo. Él fue el elegido por María Dolores de Cospedal para ponerse al frente del PP andaluz. Era el sucesor natural de Juan Ignacio Zoido, entonces alcalde de Sevilla, que había tomado las riendas de Arenas en una sustitución provisional que fue una ruina porque acabó por dilapidar una mayoría absoluta sin precedentes en el ayuntamiento hispalense. Sanz se retiró en silencio y sin conspiraciones. Sin embargo, el clan de Moreno nunca llegó a fiarse de él. Por eso, creen muchos dirigentes del PP-A, le han puesto tan difícil que pudiera ser candidato en Sevilla, como había pedido Casado. Todo se ha resuelto en una jugada a varias bandas que ha resultado ser una efectiva carambola política.

Los cargos institucionales y orgánicos del PP se dedican en los últimos días a difundir en las redes sociales que ya han firmado su aval para que Juan Manuel Moreno siga liderando el PP andaluz y siendo “el mejor” presidente que ha tenido Andalucía. El liderazgo del barón andaluz ahora mismo en el partido es incuestionable y será ratificado sin sobresaltos y por absoluta mayoría en el congreso regional convocado los días 20 y 21 de noviembre en Granada. Hay hasta un exceso de almíbar alrededor de su figura. Es imposible encontrar a alguien que lo cuestione.

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