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El pacto con ERC enmudece a Díaz y da pie a PP y Cs para ondear la bandera andaluza
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eco de tormenta que cae sobre la investidura

El pacto con ERC enmudece a Díaz y da pie a PP y Cs para ondear la bandera andaluza

De la guerra de los lazos verdes y blancos emprendida por PP y Cs a 'la peleíta' de las copas de Navidad midiendo en pulso interno en el PSOE: foto fija de la política en Andalucía

Foto: La presidenta del grupo parlamentario socialista, Susana Díaz. (EFE)
La presidenta del grupo parlamentario socialista, Susana Díaz. (EFE)

"Pedro Sánchez quiere vender Andalucía para ganar la Moncloa". Fue la frase, en varias modalidades, que se hizo tendencia durante la última sesión plenaria en el Parlamento andaluz esta semana. La política, también la andaluza, está atrapada por el conflicto de Cataluña. El eco de la tormenta perfecta que se cierne sobre la investidura de Sánchez, su pacto con ERC y todas las vertientes judiciales con Oriol Junqueras, Puigdemont y Torra como protagonistas, llega a Andalucía.

El Gobierno de PP y Cs ha encontrado un discurso que le permite confrontar con el Ejecutivo de la nación aunque aún no esté ni constituido. Aquí se entienden bien los jirones que se dejará el PSOE en su pacto con los independentistas catalanes.

El PP mata dos pájaros de un tiro. Pone contra las cuerdas a Díaz y empieza la campaña contra la que suena como su posible sucesora, Montero

El aviso del Ministerio de Hacienda en funciones de que el Gobierno andaluz no podrá seguir vendiendo su deuda en los mercados y deberá volver al Fondo de Liquidez Autonómica, en manos del Estado, ha dado rienda suelta al discurso del agravio por "la intervención" de Andalucía. PP y Cs han cabalgado con soltura con ese argumentario sin que la ministra en funciones, María Jesús Montero, exconsejera andaluza de Hacienda, haya salido a rebatir a la Junta.

Con el ingrediente extra de que fue Montero la responsable del Presupuesto de 2018, ella se fue al ministerio en junio de ese año, que se cerró con una desviación del déficit de un punto que motiva el cerrojazo del crédito en los mercados. Eso da aún más alas a las denuncias del Gobierno andaluz. El PP mata dos pájaros de un tiro. Pone contra las cuerdas a Susana Díaz y empieza la campaña contra la que suena como su posible sucesora, Montero.

El lazo en la solapa

El pasado jueves la sorpresa fue que todos los diputados de PP y Cs, también los miembros de su Gobierno, asesores y personal diverso de los gabinetes, se colocaron unos lazos con el blanco y verde de la bandera andaluza en las solapas contra "la intervención de Andalucía". El tercer socio, Vox, pasó de la oferta. Este partido no cree en el Estado de las Autonomías. Tampoco aceptaron ponerse el lacito Adelante Andalucía, que también ha emprendido su particular pelea por teñir su discurso de andalucismo, ni, por supuesto, el PSOE, que habló desde el principio de "farsa" y de "trampa".

Foto: Un niño hace ondear una bandera con los colores de Andalucía. (EFE)

Fue un 'show' llamativo y con efectos mediáticos, aunque al término del pleno muchos diputados de PP y Cs dejaron los lacitos arrumbados en el escaño. Era raro. Primero porque eso de apropiarse la bandera andaluza tenía un partido experto y era, hasta ahora, el PSOE andaluz. Susana Díaz no puede ahora envolverse en la bandera española como hizo durante años cuando se centró en tratar de robar votos por el centro a Cs. Supeditada a la estrategia federal de su partido, con un liderazgo débil que le impide elevar la voz, lo que le queda, admiten en su propio grupo, es que la derecha le quite también la bandera andaluza.

Oposición complicada

Cada día hay más inquietud sobre cómo va a poder el PSOE andaluz remontar la pérdida del gobierno, la sentencia de los ERE y, ahora, el posible pacto con ERC. Si Díaz defiende las negociaciones de Sánchez para la investidura la machacan. Si calla, le piden que deje de estar "muda" ante el pacto con el nacionalismo catalán. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, asegura al término de cada sesión de control que "echa el freno" porque se jacta de tener material de sobra para deteriorar el débil liderazgo de su adversaria. "No nos interesa que haya relevo", señalan desde el PP.

Y ¿cómo se vive todo esto en el PSOE andaluz? Tras la intervención de Susana Díaz el miércoles ante su grupo parlamentario, que acabó con tímidos aplausos de sus diputados, vino la copa de Navidad del partido e incluso ahí, hubo tema para la polémica interna. Los sanchistas exhibieron al secretario de Organización y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, como un trofeo en la visita a la agrupación sevillana de Nervión, a la que pertenece Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Allí, ojo, acudió el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que fue una de las grandes novedades en la imagen del bando de Sánchez.

placeholder El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. (EFE)
El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. (EFE)

Después, Ábalos se acercó a la copa del PSOE andaluz. Para neutralizar, los susanistas se encargaron de enredar "con lo bien que estuvo Ábalos con Susana (Díaz)" y con que a Celis le salió "mal la jugada" y se le vio "molesto con tanta confianza". Según asistentes que aún no se colocan en ninguno de los dos bandos, Ábalos estuvo media hora en esa copa y fue cordial con Díaz "como no podría ser de otra forma". "Hubo normalidad pese a la tensión soterrada que se palpó en el ambiente durante toda la celebración navideña". Y mientras el PSOE andaluz está midiendo con quién habla más o menos Ábalos en una copa de Navidad para reivindicar su poder, el Gobierno de PP y Cs avanza casillas.

Frente judicial por el IVA

El próximo objetivo es alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Hacienda para cobrar los 537 millones de euros que el Estado adeuda a Andalucía por la reforma de este impuesto que hizo Cristóbal Montoro en 2017. El presidente andaluz ha confirmado que barajan acudir a los tribunales, como ya ha hecho Madrid, para reclamar ese dinero. Aseguran que si se desvían del déficit en 2019, lo que es posible pero no se sabrá de forma firme hasta el próximo marzo, será porque no han cobrado ese dinero que incluyeron en sus cuentas autonómicas.

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el consejero de Hacienda, Juan Bravo (i). (EFE)

El consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), quiere un encuentro con la ministra Montero. No habrá nada hasta que haya gobierno. En Madrid, además, no está por la labor de cerrar un acuerdo. Aseguran desde el Ministerio que ese dinero se incluyó, 2.500 millones, para pagarlo a las comunidades en los Presupuestos de 2019 que el PP, con los nacionalistas, tumbó en el Congreso. Insisten en que también se aprobó dar oxígeno a las comunidades abriendo la puerta a una décima más de déficit en 2019, con la revisión del techo de gasto y el objetivo de estabilidad, lo que tumbó el PP en el Senado.

Fuentes del Ministerio de Hacienda insisten en que "ese IVA dejó de poderse pagar en julio de 2019", cuando se hizo la liquidación definitiva del ejercicio 2017. Niega que pueda buscar fórmulas imaginativas para abonar ese dinero. Sobre la salida a los mercados, desde el Gobierno aseguran que "no hay ninguna intervención" y que, si Andalucía quiere, puede salir con toda su deuda, 5.200 millones en el Presupuesto de 2020, a los mercados desligándose del FLA. Ya lo hizo Castilla y León y la ley de estabilidad lo permite.

El Gobierno andaluz quiere una fórmula mixta, vender en los mercados 1.900 millones y el resto financiarse con el Estado. ¿Por qué no sale el Ministerio de Hacienda a animar a Andalucía que coloque toda su deuda de 2020 en manos de las entidades bancarias y otros fondos? "Posiblemente, porque no quiere señalar el camino a Cataluña, que pelea por salir del bono basura para poder avanzar, salir del control reforzado y acabar con el control que impone el FLA", admiten fuentes conocedoras de la hacienda estatal. Ahí está otra vez el quid, en Cataluña, en que solo con el Fondo de Liquidez Autonómica es posible controlar las cuentas de las haciendas autonómicas en estos momentos. Y por ahí, quieren que pase Andalucía.

"Pedro Sánchez quiere vender Andalucía para ganar la Moncloa". Fue la frase, en varias modalidades, que se hizo tendencia durante la última sesión plenaria en el Parlamento andaluz esta semana. La política, también la andaluza, está atrapada por el conflicto de Cataluña. El eco de la tormenta perfecta que se cierne sobre la investidura de Sánchez, su pacto con ERC y todas las vertientes judiciales con Oriol Junqueras, Puigdemont y Torra como protagonistas, llega a Andalucía.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Susana Díaz Ministerio de Hacienda José Luis Ábalos Parlamento de Andalucía