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La izquierda no se habla en Andalucía: la brecha entre PSOE y Podemos se agrava
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La izquierda no se habla en Andalucía: la brecha entre PSOE y Podemos se agrava

La hoja de ruta de Teresa Rodríguez pasa por independizarse de Iglesias y avanzar en la fusión con IU, mientras pelean con los socialistas por liderar la oposición a PP, Cs y Vox

Foto: La líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz, y la de Podemos, Teresa Rodríguez. (EFE)
La líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz, y la de Podemos, Teresa Rodríguez. (EFE)

La salida del PSOE del Gobierno de Andalucía 36 años después y la alianza tejida entre PP y Cs con Vox para gobernar en la comunidad no ha cambiado las relaciones en la izquierda de la comunidad. Susana Díaz y Teresa Rodríguez siguen sin abrir el diálogo pese a que cada vez más sectores de la izquierda andaluza azuzan para que los puentes se reconstruyan y urgen a buscar espacios de acuerdo.

No parece que el otoño político vaya a traer cambios. Podemos en Andalucía está inmerso en su conferencia política, que caminará hacia una mayor autonomía del partido de Pablo Iglesias y hacia la fusión definitiva con IU. Por su parte, el nuevo líder regional de IU, Toni Valero, asume la propuesta de una integración con este partido, más allá de la confluencia electoral que alumbró el grupo parlamentario de Adelante Andalucía, con la vista puesta en la calle y con idea de abarcar el mayor espacio electoral posible a la izquierda, lo que supone avivar la pugna con el PSOE-A.

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias (i), y la coordinadora del partido en Andalucía, Teresa Rodriguez, durante un acto de campaña. (EFE)

Seis meses después de que los socialistas fueran desalojados de la Junta, nada ha cambiado a la izquierda del Parlamento andaluz. Mientras que PP y Cs se han coaligado en un Gobierno con el apoyo de Vox, que funciona sin grandes tensiones más allá de episodios puntuales como el protagonizado para aprobar los Presupuestos, los grupos de la izquierda se resisten a tejer alianzas ni aflojar el enfrentamiento entre ellos. Se pelean por la bandera de la izquierda y por liderar la oposición.

Manifiesto en la izquierda

En la nueva etapa política que emprendió Andalucía en enero de 2019, el PSOE de Susana Díaz trasladó a diversos agentes económicos y sociales que era consciente de la necesidad de acabar con la guerra viva con Podemos e Izquierda Unida y abrir lugares de encuentro.

Incluso desde la sociedad civil se promovió un manifiesto, liderado por voces de la izquierda e independientes, que lamentaba que ambos partidos siguieran “dándose la espalda, sin hablar e incapaces de inaugurar un espacio de colaboración para poner luz y cordura y abrir un clima de diálogo entre demócratas andaluces frente a la amenaza real de la extrema derecha”. Sin embargo, ni ese deseo se ha hecho realidad ni se ha puesto en acciones para acallar las profundas diferencias entre los tres partidos a la izquierda en la Cámara.

La hoja de ruta de Podemos marca la independencia de Iglesias y la fusión con IU para ganar peso y espacio en la izquierda andaluza

Podemos Andalucía ha defendido públicamente la formación de un Gobierno de Pedro Sánchez sin entrar en el Consejo de Ministros, manteniéndose en la oposición y firmando un acuerdo programático que condicione al PSOE pero permita, desde fuera del Consejo de Ministros, ejercer una contravigilancia. Es exactamente lo que reclama Sánchez a Iglesias, que insiste en el Gobierno de coalición. Pero ni siquiera esas tesis de Teresa Rodríguez, próximas a lo que postula Ferraz y enfrentadas a lo que pide el líder de Podemos, han servido para acercar posturas con Susana Díaz. Podemos Andalucía se muestra más a la defensiva del PSOE que nunca.

Foto: Teresa Rodríguez junto a Pablo Iglesias. (EFE)

Lejos de amainar, el cruce de reproches entre los socialistas y Adelante Andalucía crece en cada asunto que los enfrenta al Gobierno andaluz de derechas. La disputa por liderar la oposición desde la izquierda impide que hagan causa común frente a PP, Cs y Vox. Podemos e IU saben que el PSOE soporta la losa de haber estado en el poder casi cuatro décadas y que eso lastra su discurso de oposición. La formación que lidera Teresa Rodríguez prefiere seguir marcando distancias. No ven posibilidad de acuerdo con Susana Díaz, “y menos ahora”, señalan, cuando aprecian las debilidades del PSOE para hacer oposición por su gestión pasada.

Oposición en la oposición

Ocurrió, por ejemplo, con las denuncias contra la última campaña de la Junta contra los malos tratos, que evitaba hablar de violencia de género y mostraba mujeres felices de un catálogo publicitario. El PSOE había contratado una campaña con un tono muy similar en 2013 y Adelante Andalucía se lo hizo saber, arrogándose como la única fuerza legitimada para plantar cara. Se repitió con el ruido generado por un tuit del Parlamento andaluz donde se hablaba del “fallecimiento por fusilamiento” de Blas Infante. Pese a que el PSOE lanzó toda su artillería contra ese circunloquio para evitar decir directamente que el padre de la patria andaluza fue asesinado, rápidamente trascendió que esa misma fórmula se había utilizado en años anteriores en que el Parlamento no estaba presidido por Cs, como ahora, sino por los socialistas. También desde Adelante Andalucía dejaron claro que ellos sí habían denunciado con anterioridad ese mismo mensaje.

La “desconfianza mutua” que crece entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es ya un clásico en Andalucía entre Susana Díaz y Teresa Rodríguez. Desde que en 2015 Podemos se negó a apoyar la investidura de Díaz, pese a la presión entonces de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón a favor de cerrar un acuerdo, el diálogo nunca volvió a ser fluido. La alianza del PSOE con Cs, un socio mucho más cómodo para Díaz y que siempre situó como preferente, terminó de dinamitar el entendimiento. Desde ese momento, Podemos e IU se erigieron en los únicos representantes de la izquierda y pelearon por evidenciar que el PSOE se situaba fuera de ese espacio.

Foto: Susana Díaz y Teresa Rodríguez. (EFE) Opinión

Al contrario del poco entendimiento entre las dirigentes, Rodríguez sí que halló un compañero fiable en el entonces líder de IU, Antonio Maíllo, con quien comenzó a tejer una confluencia que condujo a la marca electoral de Adelante Andalucía, con grupo parlamentario propio. Las relaciones de Maíllo con Susana Díaz tampoco han sido nunca buenas. La forma en que la socialista rompió el acuerdo de gobierno con IU a finales de 2014, acusándolos de haberse echado en brazos de Podemos y rompiendo el pacto de coalición a mitad de la legislatura, destruyó la confianza, y nunca las relaciones con IU se han recompuesto. La marcha de la política de Maíllo y su relevo por Toni Valero abrió nuevas puertas al diálogo en el futuro curso político. El nuevo líder de IU forma parte de la anterior etapa y asume el discurso de que es Adelante Andalucía quien está ejerciendo el liderazgo en la oposición al Gobierno de PP y Cs con Vox.

Si Sánchez e Iglesias superan sus diferencias y cierran un acuerdo de gobierno, quizá también en Andalucía PSOE y Podemos deberán resetear sus posiciones. Sin embargo, ahora mismo las malas relaciones siguen presididas por la desconfianza. Tampoco está en la hoja de ruta de la formación de Teresa Rodríguez aproximarse al PSOE. En los documentos que preparan la conferencia política que el partido ha convocado para finales de septiembre, 22 y 23, la prioridad es avanzar hacia la autonomía del partido nacional, con una fórmula de federación. Esa cita acabará con los rumores insistentes de un paso atrás o una retirada de la líder de Podemos y supondrá la vuelta de Rodríguez después de su maternidad, lo que la ha mantenido alejada de la política activa desde principios de año. A partir de ahora, concluida la fase de recoger propuestas, Podemos publicará en su web los distintos documentos elaborados para el debate político.

La salida del PSOE del Gobierno de Andalucía 36 años después y la alianza tejida entre PP y Cs con Vox para gobernar en la comunidad no ha cambiado las relaciones en la izquierda de la comunidad. Susana Díaz y Teresa Rodríguez siguen sin abrir el diálogo pese a que cada vez más sectores de la izquierda andaluza azuzan para que los puentes se reconstruyan y urgen a buscar espacios de acuerdo.

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