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Elecciones a la vista tras 55 días de Susana Díaz con Pedro Sánchez en La Moncloa
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Encuentro en la moncloa

Elecciones a la vista tras 55 días de Susana Díaz con Pedro Sánchez en La Moncloa

El principal sobresalto para Susana Díaz en estos días con Sánchez de presidente ha sido el no rotundo del dirigente socialista a la reforma de la financiación autonómica

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)

Apariencia de cordialidad. Susana Díaz entregará su lista de reivindicaciones a Pedro Sánchez con el pie puesto en el acelerador electoral y el presidente se mostrará receptivo y tenderá la mano. Este es el guion que escriben desde San Telmo y desde La Moncloa, donde este lunes la presidenta de Andalucía visitará por primera a Sánchez unos 55 días después de que llegara a la presidencia del Gobierno por sorpresa.

“Va a ser una buena reunión para Andalucía”, proclamó el vicepresidente del Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios. No va a tocar escenificar diferencias, aunque la oposición vigila de cerca a Susana Díaz para que ni afloje el tono ni baje el listón de reivindicaciones que ha llevado estos últimos meses a Mariano Rajoy y que centraban su discurso político. La presidenta tampoco tiene pensado comunicar ningún adelanto electoral ni abordar este tema con Sánchez, según fuentes del Gobierno andaluz. Si lo hay, es "cien por cien seguro", dicen, que no se comunicará hasta septiembre.

El principal sobresalto para Susana Díaz en estos días con Sánchez de presidente ha sido el no rotundo del dirigente socialista a la reforma de la financiación autonómica. La presidenta andaluza forjó un frente común de todos los partidos del Parlamento andaluz, excepto Ciudadanos, para presionar por una reforma urgente que ahora admiten los socialistas que no es posible. Fue el punto de mayor fricción aunque los sobresaltos han sido muchos, y uno de los mayores temores en las filas del PSOE de Andalucía es que Sánchez haga concesiones a los nacionalistas en Cataluña o arrastre al partido a posiciones más escoradas a la izquierda y demasiado próximas a Podemos que sean difíciles de explicar.

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
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La tensión de Susana Díaz y Pedro Sánchez comienza a pasar a un segundo plano, por más que los motivos de fondo de la frialdad entre ambos sigan ahí y no vayan a desaparecer. Ahora la oposición puede atizar menos a la dirigente andaluza con este argumento. Todos los partidos excepto Ciudadanos están enemistados con sus direcciones nacionales. Al PP andaluz de Juanma Moreno le ha asestado un duro golpe la victoria de Pablo Casado. Teresa Rodríguez le plantó cara a Pablo Iglesias y acaba de ganarle unas primarias por el 75% de los votos. No son buenos tiempos para las relaciones de los dirigentes andaluces con sus direcciones en Madrid, y eso que todos los partidos se jugarán mucho en los próximos comicios autonómicos.

Preparando el terreno

El último Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado el pasado jueves, sirvió para destensar el discurso sobre la financiación. El mensaje de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dejando claro que no habrá negociación bilateral con ninguna comunidad autónoma fuera de este órgano multilateral, tranquilizó los nervios y allanó al camino a la reunión de los presidentes este lunes. La ministra, que fue consejera de Hacienda con Susana Díaz, incluyó además en el orden del día la creación de un nuevo grupo técnico de trabajo para relanzar la reforma de la financiación.

placeholder La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

Estos guiños permitirán a Díaz elaborar un discurso tras su encuentro con el presidente donde mantenga en vigor la petición de un nuevo modelo de financiación sin entrar en confrontación directa con Sánchez. En su lista irán también inversiones, como el AVE a Granada, algo a lo que se comprometió el propio secretario general del PSOE en una visita a esta comunidad, y la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla, clave para el impulso de la zona y el puerto de Algeciras. Otra demanda eterna es la petición de un plan especial de empleo que ayude a la comunidad a reducir el diferencial de paro con otras regiones y que Susana Díaz volverá a poner sobre la mesa con el argumento de que Andalucía necesita un impulso para acortar distancias en estos momentos de recuperación económica.

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En la política andaluza, en estos momentos, todo son cábalas sobre un posible adelanto electoral. Hace dos semanas que nadie en el entorno directo de Susana Díaz niega esa posibilidad. Es más, entre quienes integran la ‘guardia de corps’ de la presidenta, la teoría más extendida es que el mejor momento para las andaluzas sería el otoño, final de octubre o noviembre, en lugar de marzo. Destacados miembros del Gobierno andaluz ya han asumido públicamente que eso no sería ningún adelanto sino una mera reprogramación del calendario con carácter más técnico que político.

Incertidumbre en Cataluña

La presidenta andaluza guarda silencio. Fuentes socialistas aseguran que "hay nervios". Susana Díaz tiene una agenda de todo menos veraniega. Pisa a fondo el acelerador. Cada mañana programa actos para vender gestión y por las tardes está reuniéndose con todas las agrupaciones provinciales del PSOE en sus territorios. Son signos claros de que podría planear convocar elecciones a la vuelta del verano, posiblemente anunciando la disolución del Parlamento las primeras semanas de septiembre. La sombra de una posible convocatoria de elecciones en Cataluña sería lo único que, hoy por hoy, admiten fuentes socialistas, podría enterrar el adelanto andaluz.

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Sus adversarios políticos ya lo tienen asumido. Albert Rivera ha desembarcado en Andalucía para dejar claro que los tiempos de paz con el Gobierno andaluz pasaron a la historia y que comienza otra etapa. Susana Díaz ya puede decir que a ella le gustaría agotar la legislatura, pero que el plantón de Ciudadanos le impide elaborar un nuevo presupuesto y que Andalucía necesita estabilidad para aprovechar el buen viento en materia económica. El famoso relato ya se está construyendo, aunque los socialistas insisten en que trabajan con la idea de terminar el primer periodo de sesiones, que acaba en diciembre.

Los adversarios de Susana Díaz no están en su mejor momento y las encuestas son favorables al PSOE. Ahora podría aprovechar el tirón de Pedro Sánchez a su llegada a La Moncloa y ahorrarse un posible desgaste si la legislatura se hace insostenible para los socialistas con un Gobierno muy en minoría en Madrid. En Andalucía preocupan mucho los guiños a los independentistas catalanes. El calendario judicial también juega a su favor y la sentencia del caso ERE no se espera hasta al menos dentro de un año. Hay escándalos del pasado, como el pago de un prostíbulo con una tarjeta pública de Empleo, que agitan fantasmas y vuelven a ser utilizados por la oposición con rédito. Cada vez más socialistas en Andalucía piensan que cuanto antes, mejor.

Apariencia de cordialidad. Susana Díaz entregará su lista de reivindicaciones a Pedro Sánchez con el pie puesto en el acelerador electoral y el presidente se mostrará receptivo y tenderá la mano. Este es el guion que escriben desde San Telmo y desde La Moncloa, donde este lunes la presidenta de Andalucía visitará por primera a Sánchez unos 55 días después de que llegara a la presidencia del Gobierno por sorpresa.

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