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Susana Díaz se confía ahora a Rajoy tras el portazo de Ciudadanos y Podemos
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las negociaciones para la investidura andaluza

Susana Díaz se confía ahora a Rajoy tras el portazo de Ciudadanos y Podemos

Los socialistas esperan que el presidente ordene la abstención del PP antes de las municipales como gesto de “responsabilidad” tras encallar las negociaciones con los nuevos partidos

Foto: La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, recibe al líder del PP, Juanma Moreno, el pasado 26 de marzo. (EFE)
La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, recibe al líder del PP, Juanma Moreno, el pasado 26 de marzo. (EFE)

El Parlamento andaluz se conformará este jueves 16 de abril sin que, de momento, ningún partido más allá del PSOE se haya movido de un no rotundo a la investidura de Susana Díaz. Las negociaciones están encalladas. Ni Podemos ni Ciudadanos se mueven un milímetro del voto en contra. Los socialistas confían en poder salvar la formación de un nuevo gobierno antes de las municipales de mayo, pero no está tan claro. El Partido Popular no da síntomas de cambiar su posición y se mantiene también en el voto contrario. Díaz apelará a la “responsabilidad” del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que promueva una abstención de su grupo que le solventaría el problema. Según fuentes socialistas, intensificará esa llamada al líder del PP en la confianza de que “el partido que gobierna España, que siempre ha mantenido una posición firme a favor de dejar gobernar a la lista más votada y que podría encontrar un escenario similar en las generales”, finalmente se abstenga.

En realidad, cada vez el PSOE ve con más temor la posibilidad de tener que posponer la formación del Gobierno a junio, tras las municipales y autonómicas. Fuentes socialistas admiten que ese escenario existe, pero aseguran que trabajarán para evitarlo. No las tienen todas consigo. La posición de Rajoy no está del todo clara. Sus últimas palabras acerca de la situación en Andalucía dejaron una puerta abierta. Sin embargo, desde el PP andaluz niegan que existan diferencias con Génova y aseguran con firmeza que el voto de sus 33 diputados será el no en primera y segunda vuelta.

No habrá un cambio en esta postura, sostienen desde el partido, al menos hasta que se despeje el escenario de las municipales. Por dos razones. Primero, porque ya han dejado claro que a cambio de su abstención quieren que el PSOE garantice que adoptará la misma posición a la hora de conformar los ayuntamientos andaluces. Varias capitales, donde las encuestas señalan que perderían la mayoría absoluta, podrían salvarse si los socialistas acceden a este pacto. Segundo, porque no se lo van a poner tan fácil a Ciudadanos y Podemos. Quieren que se retraten antes de la cita electoral de mayo. Sobre todo calculan que si el partido de Albert Rivera permite gobernar a Díaz se frenará de forma automática gran parte de la fuga de sus votantes hacia esta formación. Cuanto más aprieten a Díaz y dejen pasar el tiempo, cuanto más cerca se sitúe la formación del Gobierno andaluz de las alianzas posmunicipales, más gana el PP, sostienen convencidos desde este partido.

Desde el PSOE intuyen todos estos análisis y por eso no se dirigen a la dirección del PP andaluz, sino directamente a Rajoy. El presidente asumió un papel protagonista en la campaña electoral y lanzó en primera persona la oferta de dejar paso a la lista más votada. Díaz ya se ha dirigido al líder del PP y seguirá insistiendo en este llamamiento en los próximos días, confirman fuentes socialistas. El argumentario de la presidenta de la Junta está claro. Defiende que no quiere el voto a favor de ningún partido, sino simplemente la abstención. Con la del PP o la de Podemos le bastaría para obtener la mayoría. Ellos tienen la llave. Alerta del peligro de que los ciudadanos castiguen “el politiqueo” y el cálculo electoral que, según defiende, está moviendo a los partidos ante su investidura. Señala como sus “líneas rojas” el “sufrimiento” de los ciudadanos y la necesidad de formar Gobierno cuanto antes para poder empezar a tomar medidas.

Claro que estos son sólo sus argumentos. PP, Ciudadanos y Podemos, por supuesto, tienen una lectura muy alejada. Señalan que la responsable de la situación de inestabilidad política en la que está Andalucía es únicamente de Díaz, que decidió, también por cálculo electoral, adelantar las elecciones un año. Además, los socialistas tienen la mayoría de la Cámara y son ellos, advierten el resto de formaciones, quienes tienen que tener habilidad y cintura política para poder formar gobierno. El PSOE ha mantenido ya una reunión con Ciudadanos y posiblemente el martes se siente por vez primera con Podemos. El partido de Rivera dejó claro que no se moverá del no y exigegestos políticos contra la corrupción como la dimisión de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Podemos ha desarrollado las condiciones que reclama al PSOE para moverse de su posición. Insisten también en las dimisiones de los expresidentes “por responsabilidad política” y más allá de lo que diga el Supremo. Reclaman un ahorro de 23 millones en altos cargos de la Administración y sus empresas públicas, señalando exactamente dónde quieren los recortes y suprimiendo órganos como el Consejo Audiovisual de Andalucía. Señalan 27 entidades bancarias que tienen cuentas de la Junta y que deben comprometerse a frenar los desahucios o se retirarían los depósitos públicos. Podría haber acercamiento con Podemos, creen en el PSOE; sin embargo, las dificultades que han tenido sólo para fijar una reunión y el escoramiento hacia posiciones cada vez más duras de Teresa Rodríguez, que sufre la presión de los críticos y las bases en contra de alianzas con los socialistas, les hacen desconfiar.

El PSOE no mueve ficha con las dimisiones de Chaves y Griñán. Sólo si el Supremo les imputa delitos concretos tras su declaración ante el juez les pedirán sus actas. No hacen cálculos con esta realidad judicial. El Alto Tribunal podría decidir en un mes aproximadamente sobre si ve indicios de responsabilidad penal o no en el papel de los expresidentes. Esto podría también despejar el camino a Díaz en un sentido u otro. Sin embargo, las fuentes socialistas consultadas ni siquiera admiten que hagan cábalas con lo que decida el Alto Tribunal. Díaz trata de alejar lo máximo posible el futuro de los expresidentes de la formación de su Gobierno,aunque sus negociaciones políticas están marcadas a fuego por el caso de los ERE.

Díaz trata de alejar el futuro de los expresidentes de la formación de su Gobierno aunque sus negociaciones políticas están marcadas a fuego por el caso ERE

Además de llamar a la puerta de Rajoy, el PSOE deberá hacer gestos. El reparto de la Mesa del Parlamentodeja al PP en una situación de clara inferioridad. Los socialistas quieren quedarse la presidencia y dos puestos de los siete sillones que hay en esteórgano. El PP (33 diputados) quedaría con un representante, exactamente igual que Ciudadanos (9), Podemos (15) e Izquierda Unida (5) a pesar de la diferencia de escaños con estas formaciones. El Reglamento indica que todos deben tener un sillón. Llama la atención que los socialistas pidan al PP que recapacite pero no cedan ni estas cuestiones básicas.

El jueves se verá cómo queda finalmente el reparto de poder en la Cámara andaluza. Dos semanas después, Díaz puede celebrar el pleno para su investidura como presidenta. A partir de ahí, si en segunda vuelta no obtiene mayoría simple contará con dos meses para seguir intentándolo tantas veces como quiera. Si en junio se agota el plazo y su nombramiento sigue bloqueado, habrá nuevas elecciones andaluzas en septiembre, dice el Estatuto. Es un escenario que ningún partido quiere. El PP admite que, en último extremo, pasadas las municipales, podría situarse en la abstención. Díaz puede dejarse los nudillos llamando a la puerta de Rajoy, aseguran.

El Parlamento andaluz se conformará este jueves 16 de abril sin que, de momento, ningún partido más allá del PSOE se haya movido de un no rotundo a la investidura de Susana Díaz. Las negociaciones están encalladas. Ni Podemos ni Ciudadanos se mueven un milímetro del voto en contra. Los socialistas confían en poder salvar la formación de un nuevo gobierno antes de las municipales de mayo, pero no está tan claro. El Partido Popular no da síntomas de cambiar su posición y se mantiene también en el voto contrario. Díaz apelará a la “responsabilidad” del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que promueva una abstención de su grupo que le solventaría el problema. Según fuentes socialistas, intensificará esa llamada al líder del PP en la confianza de que “el partido que gobierna España, que siempre ha mantenido una posición firme a favor de dejar gobernar a la lista más votada y que podría encontrar un escenario similar en las generales”, finalmente se abstenga.

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