Feijóo endurecerá el discurso 'antiindepe' en Cataluña tras las críticas a la campaña en Euskadi

El PP primó en Euskadi la estrategia de la moderación en la que se esquivó hasta el último momento un discurso ácido contra EH Bildu. También minimizó en la medida de lo posible el ruido de ETA. Y no porque no repudie tanto a la banda terrorista como a los que califican como sus "herederos", sino por el temor a que el voto del 'miedo' a los abertzales terminase en la bolsa del PNV. El resultado de la apuesta por situar lo pragmático por encima de lo ideológico dejó algo frío al partido. El PP mejoró sus resultados —logró siete escaños— y cogió aire en un territorio complejo. Pero no frenó a Vox. No cortó las alas al PSE. Y tampoco será decisivo en la formación de gobierno.

Como resume un dirigente autonómico, "no nos fue ni muy bien, ni muy mal". El resultado en Euskadi no pasa factura a Feijóo para la recta final del ciclo electoral, pero tampoco le empuja. Y Cataluña es clave. Distintas voces con peso en el PP llaman a "apretar" en la campaña del 12-M, sobre todo en el terreno ideológico, para no dejar a Vox la vía expedita del discurso duro contra el independentismo. "En la última semana, PNV, PSOE y Vox sacaron el mensaje de ETA. Nosotros no, y eso jugó en su favor", recuerda otro cargo popular. Y en Génova avanzan que no darán un paso atrás en esa batalla.

"Euskadi es importante, pero Cataluña es prioritaria", destaca un vicesecretario popular. En la cúpula del PP evitan hacer autocrítica de la campaña vasca, pero sí auguran que en la caravana catalana subirán los decibelios. "Feijóo es el líder político más eficaz en la lucha contra el independentismo", zanjan. Eso no significa que Génova vaya a renunciar a la estrategia de la moderación, el autonomismo y el pragmatismo, la marca estrella de Alberto Núñez Feijóo. Pero sí apuestan por una combinación de ambos ejes.

Las fuentes consultadas inciden en la necesidad de demostrar que hay un "centroderecha útil", no sólo en términos de gestión y en los problemas cotidianos de los ciudadanos, sino también en el "combate contra el independentismo". El clima de polarización en Cataluña rema a favor de esa hoja de ruta. La ley de amnistía roza su aprobación y la campaña girará también en torno al posible regreso de Carles Puigdemont.

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El propio Borja Sémper, portavoz nacional del PP, hizo un matiz importante este lunes en la sede de Génova. Si bien apuntó en primera instancia que el PP seguiría la misma estrategia en Cataluña que en Euskadi, la de un modelo de "buen gobierno" y de "gestión", también avanzó la construcción de una "alternativa moral al independentismo" que "limpie la toxicidad y división entre catalanes" de cara al 12-M. En privado, fuentes de Génova añaden que al PP "no le faltará firmeza" en un territorio en el que agitarán, por ejemplo, el 'miedo' a un nuevo referéndum de autodeterminación que, según su criterio, facilitará el PSC.

En el PP catalán comparten el planteamiento de Génova y hacen un llamamiento a los suyos a ejercer "una oposición dura a la política del procés". "El escenario que tenemos en Cataluña no nos podemos permitir ser tibios", zanja un alto cargo de la dirección regional. El candidato del PP a la Generalitat, Alejandro Fernández, lanzó también este lunes un aviso a navegantes. "Tengo clarísimo quienes son mis rivales: los separatistas y quienes le sostienen. Punto. No pienso dedicar ni medio segundo a otra cosa que no sea ofrecer una alternativa a su decadente proceso", advirtió en redes.

La dirección nacional coincide en la advertencia velada de su candidato y apuesta por "no mirar a Vox" en la campaña que está a punto de comenzar. "A quien vamos a mirar directamente es a Illa y al PSC", secundan en el equipo de Feijóo. Pero en el partido hay voces que advierten del mal precedente que sienta no haber podido borrar a los de Santiago Abascal del Parlamento Vasco. Los ultraconservadores apretaron los dientes en Álava y lograron salvar su único asiento, lo que les permite caminar con relativa fuerza hacia Cataluña en su objetivo de resistir a la embestida del PP.

"Si Vox queda por encima del PP en Cataluña, sería un golpe tremendo. Y luego vienen las europeas", advierte un barón de gobierno, que llama también a no dejar de sembrar el "terreno ideológico" para cortar el paso a los de Abascal. Los populares asumen que el PSC ganará las próximas elecciones y podrá sumar con ERC, pero Sánchez tendrá lidiar con el órdago endiablado de Junts, que condicionará su gobernabilidad. Su objetivo, reiteran, es recuperar todo el capital perdido en los últimos años en Cataluña —sólo conservan tres escaños en el Parlament— y "liderar el espacio no independentista".

Desde algunos sectores del partido llaman también a corregir otro de los errores que, a su juicio, se han cometido durante la campaña vasca, y es la mala gestión de las expectativas. En Génova apuntaban a tres hitos de cara a las elecciones del pasado domingo: crecer en número de votos y escaños; arrebatar a Vox su único escaño; y ser decisivos para la formación de gobierno con el PNV. Sólo consiguieron el primero de los tres hitos, y ese 'éxito' terminó descafeinándose por no cumplir con el resto de expectativas.

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Feijóo se volcará en la campaña catalana. Este mismo martes estará en Barcelona con motivo del día de Sant Jordi, y ya tiene previstos otros dos actos el fin de semana en Tortosa y Badalona. El líder del PP ha visitado ya las cuatro provincias en las últimas semanas, en las que conjugó el calendario catalán con la agenda vasca. El resultado del próximo 12 de mayo es clave, y así lo ha manifestado siempre el político gallego. "Cualquier presidente del PP sabe que sin Cataluña no se puede gobernar España", aseguró.