La RFEF pagó 4 millones al bufete privado de un alto cargo dedicado a "proteger" a Rubiales

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) destinó durante el mandato de Luis Rubiales 4,2 millones de euros al despacho de abogados de uno de los integrantes de su guardia pretoriana, Tomás González Cueto. A los tres meses de llegar Rubiales al cargo, la RFEF encomendó al bufete GC Legal que le representara en todos los pleitos en los que estuviese envuelta. Parte de esos trabajos tenían que ver con acciones judiciales contra periodistas que cuestionasen la gestión del máximo responsable del fútbol español. “Mi función principal era defender al presidente”, dijo el abogado en una conversación reciente interceptada por la Guardia Civil.

Cuando Rubiales ganó en 2018 las elecciones en la RFEF, prometió regeneración. Quería romper con la etapa de su antecesor, Ángel María Villar, detenido el año anterior por corrupción tras casi tres décadas en el cargo. Fichó para su equipo a un abogado con el que nunca había tenido relación. Era Tomás González Cueto, un jurista de 62 años nacido en León que conocía los límites legales del fútbol porque había sido miembro del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

González Cueto, exabogado del Estado ante el Tribunal Supremo, se ganó pronto la confianza de Rubiales, igual que hizo después con su sucesor Pedro Rocha, quien le ha mantenido a su lado hasta hace solo unos días. Por eso en las últimas fechas se le ha presentado como un poder en la sombra de la Federación. La Guardia Civil constata “su gran capacidad de influencia en la toma de decisiones”.

Este abogado fue el encargado, por ejemplo, de redactar con su puño y letra el contrato con Arabia Saudí para venderle la Supercopa de España, el punto de partida de esta investigación judicial que ha terminado con él y su jefe detenido por la Guardia Civil. Ese acuerdo constaba de dos partes. Una primera entre la RFEF y Arabia Saudí y después una adenda en la que ya sí aparecía la empresa de Piqué como beneficiada de una comisión de 24 millones por sus labores de intermediación.

Rubiales ocultó la participación del entonces capitán del Barça, pero la Federación se reservaba el derecho a romper el acuerdo si al jugador no le pagaban su parte. En uno de los audios publicados por El Confidencial, Piqué expresaba su temor a que los saudíes le dejasen de lado y se arrogaba la autoridad de decirles que entonces el presidente de la RFEF no viajaría a Arabia.

Con la foto de Luis Rubiales entrando este miércoles en el furgón de la Guardia Civil se constata el fracaso de González Cueto en la que, según decía, era su misión más importante. “Mi función principal era proteger la casa, proteger a los directivos y obviamente al presidente de la casa”, le dijo a un periodista hace unas semanas durante una conversación interceptada por los investigadores.

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Esa protección consistió, sobre todo, en salvaguardar la imagen pública de Rubiales. Periodistas, opinadores, humoristas, hasta la propia Wikipedia. Muchos fueron los que recibieron anuncios de querellas por sus comentarios críticos con la gestión de la RFEF. En no pocas ocasiones, los escritos procedían del despacho GC Legal.

Eran acciones judiciales que en el mejor de los casos le costaban a los afectados o a sus empresas un gasto económico para defenderse en los tribunales. En alguna entrevista, Rubiales se quejaba de que otras instituciones usaban la vía de insuflar dinero de publicidad para blindarse en los medios de comunicación. La UCO refleja ahora en sus informes del caso las cifras de lo que le costó a la RFEF la estrategia de proteger a Rubiales.

Durante el segundo y el tercer trimestre de ese año, “los ingresos del despacho provenientes de la Federación pasan de ser el 18% respecto del total de operaciones declaras en esa anualidad, a una medida de en torno al 50% de los ingresos totales de la sociedad entre 2019 y 2020”. Traducido en ingresos, pasaron de 151.000 a “una media de 600.000 euros anuales entre 2019 y 2021.

“Ello deviene -continúa la Guardia Civil- en que Tomás González Cueto pudiera haber ingresado en ese periodo, sin contabilizar datos de 2022, en torno a 1,9 millones de euros procedentes de su sociedad GC Legal”. El abogado al que se le encomendó ejercer la defensa jurídica de la RFEF y Rubiales fue Ramón Caravaca Magariños, el otro socio del despacho junto a González Cueto.

Para los investigadores resulta “expresivo” que en las cuentas de este letrado no haya pagos de la Federación. “Por el contrario”, GC Legal declaró pagos a Ramón Caravaca de casi 800.000 entre los años 2018 y 2021. Él y Cueto fueron los que más vieron incrementarse sus ganancias, pero por lo general todos los miembros del despacho experimentaron una mejora desde que Rubiales llegó a la presidencia de la RFEF, según la UCO.

Además de eso, Tomás González Cueto tenía el cargo de comisionado externo en la Federación. Por sus manos tenían que pasar todos los acuerdos del ente que significasen un gasto superior a los 30.000 euros en las arcas. El que fuera jefe de Gabinete de Luis Rubiales, su tío Juan, ha colaborado con la investigación como testigo. Según dijo, por esos trabajos Tomás González Cueto percibía un salario de 300.000 euros al año.

Según las escuchas del caso, González Cueto confesó en una conversación reciente que se ha distanciado de Rubiales en los últimos meses porque le pidió hacer algo que es ilegal. En la misma conversación, este abogado se lamentaba de la actitud que había tenido Rubiales con él: “Es acojonante, con lo que nos la hemos jugado todos en su momento, eh”.