Sánchez evade la polémica de su mujer y se lanza a la yugular de Feijóo por la foto con Dorado

La sesión de control de este miércoles da cuenta del lodazal en que se ha instalado la política española a cuenta de la corrupción. Pedro Sánchez no solo ha evadido las preguntas de la oposición sobre los negocios de su mujer y su presunto vínculo con la trama Koldo y el rescate de Air Europa, sino que se ha lanzado a la yugular de Alberto Núñez Feijóo de nuevo por su "amistad" con el narcotraficante Marcial Dorado.

"Hablemos de usted y yo, no de terceras personas", ha espetado Sánchez a Feijóo antes de recordar su relación con el narcotraficante. "Usted estaría pidiendo mi dimisión porque es lógico, pero no lo hace porque fue usted", ha continuado el presidente del Gobierno, que ha asegurado que, con "su historial", el líder de la oposición no habría llegado en el PSOE "ni a concejal de pueblo". "Esa es la gran diferencia, con su historial ha escalado hasta lo más alto", ha zanjado después de recorrer los viajes de Feijóo con Dorado a Ibiza, Portugal, Canarias y Andorra en sus "cinco años de estrecha amistad".

A solo un día de que se vote la ley de amnistía en el Congreso, Núñez Feijóo ha centrado toda su interpelación a Sánchez en el caso Koldo, al que ha acusado sin remilgos de estar implicado en el pago de mascarillas a cambio de mordidas e, incluso, en el "chivatazo a los investigados". El líder popular no ha obviado el vínculo de la mujer del presidente del Gobierno con la trama, una presa que en Génova consideran clave en el desgaste del jefe del Ejecutivo. "Su futuro está marcado por la corrupción", incidía.

Feijóo ha prometido a Sánchez una "oposición no menos implacable con la corrupción" que la que ejerció el mismo dirigente socialista hace cinco años, con la moción de censura que arrebató a Mariano Rajoy el mando del Ejecutivo. "Señor Sánchez, esta es su trama de corrupción", repetía el jefe de la oposición, que entraba también en los ataques personales por la falta de "explicaciones" de parte del mandatario socialista. "Seguro que en su casa no están muy contentos con lo que acaba de decir", ha reiterado.

El presidente centró su defensa en la situación de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y le exigió a Feijóo que fuerce su dimisión hasta en tres ocasiones, sin respuesta del popular. "Sea valiente y exija la dimisión, aunque le cueste el puesto, como le ocurrió al señor [Pablo] Casado", ha lanzado Sánchez en referencia a la denuncia del exlíder popular por el cobro de mascarillas del hermano de la dirigente popular durante la pandemia, un caso similar al que ahora se está investigando sobre su actual pareja. El jefe del Ejecutivo ha recordado cómo el PP exigió la salida de la ex directora general de la Guardia Civil María Gámez por un caso de presunta corrupción de su pareja que acabó archivado.

Feijóo no ha entrado en la embestida de Sánchez contra Díaz Ayuso, aunque sí ha afeado que el jefe del Ejecutivo encendiese "el ventilador" fruto de "su desesperación" por las ramificaciones del caso Koldo. Génova ha cerrado filas con la presidenta de la Comunidad de Madrid, y ve la mano de la Moncloa en la denuncia de la Fiscalía contra la pareja de Ayuso por presunto fraude fiscal, tras haber cobrado una comisión de dos millones de euros por ejercer como intermediario en la compraventa de material sanitario durante la pandemia, según adelantó elDiario.es. "Es una cortina de humo lamentable", reiteran los populares.

La estrategia del y tú más practicada durante estas semanas por la Moncloa como mecanismo de defensa frente al deterioro de la imagen del Gobierno encontró este martes la horma perfecta. Durante estos días, el argumentario de Ferraz había apuntado con poco fuste a la incomprensible mención del asesor de José Luis Ábalos a "Miguel Tellado" y "Alberto", que aparece en el sumario, y a la "mentira" del 11-M para debilitar las críticas del PP.

Pero, con el asunto del posible fraude fiscal del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid —la Fiscalía le atribuye una estafa de más de 350.000 euros—, los socialistas han visto el cielo abierto. Y van a explotarlo al máximo. El timing ha jugado en contra del PP, que había situado la corrupción en el centro de su estrategia para desgastar al Gobierno, por encima incluso de la amnistía. La indignación y el enfado corrieron como la pólvora en las filas del partido de Alberto Núñez Feijóo, donde sostienen que la denuncia de la Fiscalía forma parte de una especie de "cacería" contra la presidenta madrileña.

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El líder del PSOE también ha respondido, aunque con evasivas, una pregunta de Santiago Abascal, jefe de Vox, sobre las reuniones de su esposa, Begoña Gómez, con el CEO de Globalia antes de que Air Europa, de su propiedad, fuera rescatada por el Gobierno. El líder ultraconservador acusó a Sánchez de ser "el capo de la trama de corrupción", y el presidente del Gobierno se defendió censurando las "lecciones de ejemplaridad" de Abascal, al que recordó el supuesto "desvío" de dinero del partido ultraconservador a través de la Fundación Denaes. "¿Dar lecciones de corrupción con el historial que tiene?", ha respondido, evitando mencionar, de nuevo, el caso Koldo o los negocios de su mujer con Air Europa.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, también ha entrado en la polémica, aunque de soslayo, y se ha centrado en su propuesta. "La corrupción hace que la ciudadanía deje de confiar en instituciones públicas", ha dicho antes de ofrecer al PP la creación de un organismo independiente para impedir la corrupción. Así le ha respondido al portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, que le ha pedido que se "aparte" de los casos de corrupción de su socio de Gobierno, y que se ha dirigido de forma directa a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para exigirle su dimisión por "manchar" la institución que preside.

Pese a la existencia de esta guerra total, que ha quedado acreditada en la sesión de control de este miércoles, la sensación en los dos grandes partidos es bastante amarga. Por el deterioro del debate político, el retorno de los asuntos de corrupción y la persistente crispación, a pesar de que tanto PP como PSOE la alimentan. El fuego cruzado se verá todavía más embarrado por la exigencia de ERC de llamar a declarar al Congreso a la cúpula del PP, incluyendo a Alberto Núñez Feijóo o José María Aznar, en la comisión de investigación de la llamada operación Cataluña. No contentos con ello, los republicanos han incluido también a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias en la lista de comparecientes de la investigación del caso Pegasus.