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El Gobierno y el PP se enzarzan en una guerra total por la corrupción
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FUEGO CRUZADO EN CONGRESO Y SENADO

El Gobierno y el PP se enzarzan en una guerra total por la corrupción

Moncloa utiliza la denuncia por fraude contra la pareja de Ayuso para escapar del caso Koldo y abona la estrategia del "y tú más" contra Feijóo. Génova mantendrá el marcaje a Sánchez por el vínculo de su mujer en la trama del PSOE

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, replica al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, replica al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
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La corrupción vuelve a llevar a la política española a un lodazal. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se han enzarzado en una guerra total en la que ninguno de los dos parece dispuesto a hacer prisioneros. El estallido del caso Koldo y sus intrincadas ramificaciones hizo sudar al PSOE, que ha encontrado un respiradero en la denuncia de la Fiscalía contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso por presunto fraude fiscal. Las salas de máquinas de los dos grandes partidos trabajan a destajo para anular al contrario en mitad de una batalla campal de reproches, denuncias y comisiones de investigación, con el Congreso y el Senado como trincheras.

La estrategia del 'y tú más' practicada durante estas semanas por la Moncloa como mecanismo de defensa frente al deterioro de la imagen del Gobierno ha encontrado la horma perfecta. Durante estos días, el argumentario de Ferraz había apuntado con poco fuste a la incomprensible mención del asesor de José Luis Ábalos a "Miguel Tellado" y "Alberto", que aparece en el sumario, y a la "mentira" del 11-M para debilitar las críticas del PP.

Pero con el asunto del posible fraude fiscal del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid —la Fiscalía le atribuye una estafa de más de 350.000 euros— los socialistas han visto el cielo abierto. Y van a explotarlo al máximo. Inicialmente no está previsto que Sánchez entre al asunto, a pesar de que el jefe del Ejecutivo no rehúye nunca un tema y menos si le sirve para atizar al PP. Se esperaba que lo sacaría para zafarse de las preguntas del caso Koldo, que tiene cercado al Gobierno por la profusión de datos sobre la trama que se publican a diario. Pero se guardó esa baza.

Foto: La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, interviene en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno en el Senado. (EFE/Mariscal)

El timing ha jugado en contra del PP, que había situado la corrupción en el centro de su estrategia para desgastar al Gobierno, por encima incluso de la amnistía. La indignación y el enfado corrieron como la pólvora en las filas del partido de Alberto Núñez Feijóo, donde sostienen que la denuncia de la Fiscalía forma parte de una especie de "cacería" contra la presidenta madrileña. Pero admiten también que la maniobra permite a Pedro Sánchez salir a flote del escándalo de las mordidas ilegales, cuyas sospechas han alcanzado también a su mujer, Begoña Gómez, por el vínculo con Air Europa.

El primer ejemplo se vio este mismo martes en el Senado. El PP quería convertir la primera visita de Sánchez en diez meses a la Cámara Alta en un calvario, pero no fue tal para el jefe del Ejecutivo. El Gobierno no aclaró ninguna de las preguntas formuladas por los populares sobre el caso Koldo y desvió el tiro de la corrupción hacia el "fraude" de la pareja de Ayuso e, incluso, hacia el escándalo de las comisiones de su hermano, un caso que ya fue archivado por la Justicia. "Se lo tienen que hacer mirar", remarcó la vicepresidenta María Jesús Montero, que se lanzó a degüello contra los populares.

El Gobierno, a través de la portavoz, Pilar Alegría, ya había calificado el tema como "muy grave" e, incluso, abrió la puerta a que Isabel Díaz Ayuso comparezca en el Congreso por la comisión de investigación propuesta por los socialistas, para extender las pesquisas sobre las irregularidades en la pandemia más allá del caso Koldo. La presencia de la presidenta madrileña en la Cámara Baja, sin descartar aún a otros familiares de la mandataria, serviría de respuesta al listado de comparecientes que el PP tiene previsto citar en el Senado, con Francina Armengol o Pedro Sánchez a la cabeza, y sin desechar aún la idea de llamar también a Begoña Gómez.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

En Moncloa no han tenido reparos en arremeter contra la pareja de Ayuso, y defienden que por supuesto la salpica con un doble argumento. Primero, que existe una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por un presunto fraude y que ella reside en un piso con Alberto González que pudo ser adquirido con el dinero no abonado a la Hacienda Pública. Y segundo, que el PP ha actuado del mismo modo al demandar a Sánchez explicaciones por las reuniones, desveladas por El Confidencial, que su esposa, Begoña Gómez, mantuvo con el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, y con otro empresario, Víctor de Aldama, que coinciden en el tiempo con el rescate del Ejecutivo a Air Europa. Aldama, que asesoró a Hidalgo en estas negociaciones, es el comisionista clave en la trama del caso Koldo.

Los socialistas se sienten legitimados para contraatacar y exigir explicaciones, aunque Moncloa no ha ofrecido aclaraciones de los encuentros de Begoña Gómez. Fuentes del Gobierno insistían ayer en que el hecho diferencial es la existencia de una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción que implica a la pareja de la presidenta madrileña. Otras fuentes del Ejecutivo apuntan que el PP ha ido tan lejos en su petición de responsabilidades que ahora se ven obligados a probar su propia medicina.

En Génova no se dan por aludidos y se proponen combatir el fuego con más fuego. Además de cerrar filas con la presidenta de la Comunidad de Madrid, los populares han elevado considerablemente el tono contra los socialistas, a los que acusan incluso de estar detrás de la investigación abierta contra el novio de Ayuso para "tapar sus miserias" como una "mafia corrupta". Y mantendrán la presión no sólo contra los cargos socialistas salpicados por la trama Koldo, sino también contra la mujer del presidente del Gobierno, cuyo caso diferencian del de Ayuso.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados. (Fernando Sánchez/Europa Press)

Feijóo abrió la veda este martes acusando a Sánchez de incurrir en un presunto conflicto de intereses por no inhibirse en el rescate de Air Europa pese a la relación comercial del holding de la aerolínea con la mujer del presidente del Gobierno. Y separó el caso que afecta a Begoña Gómez del de Ayuso, circunscrito al "ámbito personal", y donde no hay concurso de dinero público.

Pese a la existencia de esta guerra total, la sensación en ambos partidos, entre los cuadros medios, es bastante amarga. Por el deterioro del debate político, el retorno de los asuntos de corrupción y la persistente crispación, a pesar de que tanto PP como PSOE la alimentan. El fuego cruzado se verá todavía más embarrado por la exigencia de ERC de llamar a declarar al Congreso a la cúpula del PP, incluyendo a Alberto Núñez Feijóo o José María Aznar, en la comisión de investigación de la llamada operación Cataluña. No contentos con ello, los republicanos han incluido también a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias en la lista de comparecientes de la investigación del 'caso Pegasus'.

La corrupción vuelve a llevar a la política española a un lodazal. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se han enzarzado en una guerra total en la que ninguno de los dos parece dispuesto a hacer prisioneros. El estallido del caso Koldo y sus intrincadas ramificaciones hizo sudar al PSOE, que ha encontrado un respiradero en la denuncia de la Fiscalía contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso por presunto fraude fiscal. Las salas de máquinas de los dos grandes partidos trabajan a destajo para anular al contrario en mitad de una batalla campal de reproches, denuncias y comisiones de investigación, con el Congreso y el Senado como trincheras.

Partido Popular (PP) Pedro Sánchez
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