El Gobierno activa la estrategia del ventilador y vuelca la trama de corrupción contra el PP

El Gobierno ha activado la estrategia del ventilador y lo ha puesto a funcionar a toda potencia. La vicepresidenta María Jesús Montero basó este martes la defensa del PSOE por el caso Koldo en los casos de corrupción relacionados con el PP, incluso los que han sido archivados, e intentó volcar el escándalo en Génova y en dirigentes como Miguel Tellado, Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez-Almeida. "¿Van ustedes a aplicarse la asunción de responsabilidades políticas que ustedes en ningún caso han hecho?", subrayó la ministra durante el pleno del Senado, con el mismo discurso que la portavoz, Pilar Alegría, horas antes.

El Ejecutivo ha urdido una respuesta orquestada en todos los frentes para tratar de sacudirse del goteo de informaciones que salpican a varios ministerios y dirigentes por presuntas irregularidades en la compra de mascarillas durante la pandemia, desde la presidenta del Congreso, Francina Armengol, al secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez Manzanares, ya cesado. Moncloa y el PSOE contraatacan con tinta de calamar contra el PP y las investigaciones abiertas por la Guardia Civil, la Audiencia Nacional y la Fiscalía europea.

Especialmente relevante es el caso de Armengol, tercera autoridad del Estado, con quien Moncloa ha cerrado filas. Los socialistas dan por buenas las explicaciones de la expresidenta de Baleares y acusan a los populares de "enfangar" la política. La respuesta del Gobierno y del PSOE sitúa al actual Govern de las islas, presidido por Marga Prohens, como el culpable de la pérdida de los 3,7 millones de euros invertidos en material sanitario defectuoso por dejar caducar la reclamación previa, aunque ella no lo hizo hasta pasados casi tres años y cuando intervino la Fiscalía. El portavoz parlamentario, Patxi López, abrió la veda en la rueda de prensa del Congreso y cargó contra Tellado por sus exigencias de dimisión. "Es el colmo de los colmos. El que aparece en el sumario pide dimitir a quien no está", dijo.

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María Jesús Montero siguió la línea marcada desde hace días. El argumentario socialista, que limita la trama a Koldo García y al Ministerio de Transportes, se basa tres cuestiones fundamentales: colaboración con la Justicia, reclamar el acta a Ábalos por su "responsabilidad política" y la apertura de una comisión de investigación. Así lo desarrollaron la propia Montero, Alegría y López durante la jornada.

La dirigente socialista, que defendió que los contratos bajo sospecha son "legales" y que los procedimientos son "correctos", no entró en el fondo de la investigación y redujo su respuesta a recordar los casos de corrupción relacionados con los populares. "Cuando el presidente de su partido decidió poner luz y denunciar la corrupción que se estaba haciendo en la Comunidad de Madrid, ustedes quitaron al señor Casado, taparon la corrupción, y hoy el señor Feijóo se sienta en un despacho pagado con dinero negro", aseveró la ministra de Hacienda durante su intervención.

La vicepresidenta del Ejecutivo contestó a una batería de preguntas del grupo popular en el marco del caso Delorme, situada como el denominador común entre el desfalco de los ERE y el caso Koldo: "De consejera de los ERE a vicepresidenta de las mordidas". Las cuestiones planteadas tienen que ver con las medidas adoptadas por el Ejecutivo; si tuvo conocimiento sobre el uso de fondos europeos para el pago de los contratos investigados por corrupción; y si puede informar sobre el montante total de las contrataciones de la Administración General del Estado y las empresas públicas con las empresas involucradas en la trama.

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Las preguntas de los populares, formuladas por los senadores Alicia García, José Antonio Monago y Salvador de Foronda, insistieron en la teoría de que el Gobierno era plenamente consciente de las actividades del exasesor de José Luis Ábalos, Koldo García, y que únicamente han actuado cuando el caso les ha estallado en la cara. "Mientras los españoles morían, el PSOE y su Gobierno se enriquecían. ¿Qué es lo que haría, señora vicepresidenta? ¿Hasta dónde llega el rasero de su cruzada contra su propia corrupción? ¿Hasta el mismo lugar donde llegó cuando lo supo y no denunció?", señaló García, que lamentó que las preguntas siguen sin encontrar respuesta. "No es el caso Koldo, es el caso Sánchez, porque son el Gobierno de la mentira, de la amnistía y de la corrupción".

El ventilador del PSOE apunta a todo tipo de casos, desde la denominada como "policía patriótica" a las últimas investigaciones sobre la compra de mascarillas durante la pandemia. Montero, como ya hizo Patxi López hora antes, acusó de corrupción al hermano de Isabel Díaz Ayuso y al primo de José Luis Martínez-Almeida pese a que la primera causa se ha archivado en todas las instancias y en la segunda el juez determinó que no había responsabilidad del familiar del alcalde. "Lo importante es cómo se responde a la corrupción", dijo horas antes la ministra portavoz, Pilar Alegría, tras el Consejo de Ministros.

El pleno del Senado fue una especie de monográfico sobre la corrupción, con cruces constantes entre la bancada del PP y el Gobierno. Entre la "koldosfera" y el PP de Madrid. Las presuntas mordidas cobradas por el exasesor de Ábalos y las operaciones de la mercantil Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL acapararon la sesión y buena parte de las intervenciones del resto de ministros. También Félix Bolaños, Fernando Grande-Marlaska o Mónica García, que intervino durante una interpelación del senador popular Eloy Suárez Lamata por las compras de mascarillas. El mensaje siempre fue el mismo.

Comisión de investigación

El Congreso de los Diputados activo este martes la comisión de investigación impulsada por el PSOE, que ha hecho valer su mayoría en la Mesa y pretende extender la sombra de sospecha al resto de administraciones. Francina Armengol finalmente rechazó inhibirse para no participar en la votación por un supuesto conflicto de intereses, como reclamó el PP, según informa EO. "No es razonable poner al zorro a cuidar de las gallinas", apuntaban los populares. Si bien los socialistas deslizaron ya los posibles comparecientes, que apuntan precisamente a dirigentes populares como Ayuso o Almeida, todavía no se conoce la lista.