Una influyente asociación judía pide la suspensión del eurodiputado de IU por "antisemitismo"

Desde que empezó la invasión de la Franja de Gaza por Israel, abundan las críticas por antisemitismo, en las redes sociales, a aquellos que denuncian las matanzas o el presunto genocidio que el Ejército israelí estaría llevando a cabo entre la población palestina.

No todos los días, sin embargo, un rabino, que encabeza además la asociación que coordina a los principales grupos lobistas judíos en Europa, coge su pluma para escribir a la presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola, y pedirle que suspenda el mandato de un eurodiputado supuestamente "antisemita".

Es lo que hizo, el 3 de enero, el rabino Menachem Margolin, presidente de la Asociación Judía Europea. Instó a Mesola a sancionar a Manu Pineda, eurodiputado de Izquierda Unida, presidente de la delegación Palestina del Parlamento Europeo y secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista de España.

En su carta, que Margolin hizo pública nada más enviarla, asegura que "Pineda ha mostrado en público su antisemitismo". "Hay que demostrarle que el antisemitismo no es bienvenido en el Parlamento Europeo", añade. "Una suspensión de la Cámara sería lo mínimo que esperaríamos". La Eurocámara retomará su actividad la semana próxima y Metsola decidirá si sanciona, o no, a Pineda.

"Hay que demostrarle que el antisemitismo no es bienvenido en el Parlamento Europeo", exige el rabino Menachem Margolin

Horas después de que Margolin diese a conocer su carta, irrumpió en el debate Roni Kaplan, portavoz del Ejército israelí para la prensa de habla española. "Usted es un antisemita", escribió en la red social X, dirigiéndose a Manu Pineda. "(...) Pero un antisemita como usted no nos va hacer callar", añadió.

¿Qué hizo Pineda para merecerse los dardos del rabino? Subió a Instagram un vídeo en el que se ve, en un cartel pegado en una pared, a Adolf Hitler haciendo el saludo fascista con, al fondo, la bandera nazi. En el cartel se puede leer en inglés Never again (Nunca más). Un hombre que pasa por delante arranca parcialmente el papel y aparece entonces otra imagen con Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, haciendo el mismo saludo con, al fondo, la bandera de Israel. Del anterior cartel, solo permanece una palabra, "again", que, en este caso, debería ser traducida por "otra vez".

El vídeo circula por todas las redes sociales, desde Instagram a Facebook y también en YouTube y Dailymotion. Es una velada comparación entre el Holocausto judío perpetrado por los nazis y las "matanzas indiscriminadas" de Gaza, según la expresión empleada en noviembre por el presidente Pedro Sánchez.

En su misiva a Metzola, Menachem Margolin sostiene que el vídeo es "antisemita e incumple la definición que la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto" (IHRA, según sus siglas en inglés) hace del antisemitismo. Recuerda que la Unión Europea suscribió en 2016 a la IHRA, pero omite precisar que es un compromiso simbólico y no es vinculante jurídicamente. Insiste Margolin en que, con su actuación Pineda, "envalentona a otros" a caer también en el antisemitismo.

La IHRA define el antisemitismo como "la percepción de los judíos que puede expresarse como odio a los judíos". Pone, entre otros ejemplos de antisemitismo, "establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis", lo que sí hacía el vídeo. Los muertos, en su mayoría niños, son ya más de 22.400, es decir, el 1% de los habitantes de Gaza.

"Nunca critiqué al pueblo judío"

Desde poco después de que empezara la invasión de Gaza, Pineda repite en sus intervenciones que en la Franja se está desarrollando un "genocidio". Intenta mostrar su apoyo a los palestinos en cada oportunidad. El 18 de octubre, entró en el hemiciclo del Parlamento Europeo con una "kufiya" (pañuelo tradicional palestino), pero no fue autorizado a tomar la palabra hasta que se lo quitó.

"Cualquier crítica a Israel la convierten en antisemitismo", se defendió Pineda al teléfono con este periódico. "Nunca critiqué al pueblo judío", prosigue. "Hago especial hincapié en que no se confundan judaísmo y sionismo", añade, y pone algunos ejemplos de sus discursos más recientes. "Sí me preocupan, y mucho, los crímenes que perpetra el invasor en Gaza", concluye.

Pineda confía en que la denuncia del rabino Margolin "no tenga mucho recorrido, aunque con la presidenta Metzola siempre puede haber sorpresas". El eurodiputado guarda un mal recuerdo del 22 de mayo de 2022. Ese día, Israel le denegó la entrada justo al mismo tiempo que desembarcaba en Jerusalén la presidenta Metsola para pronunciar, el 23 de mayo, un discurso ante la Knesset (Parlamento). "No se quejó del rechazo que padecí ante las autoridades israelíes y yo soy el presidente de la delegación" de la Eurocámara "encargada de las relaciones con Palestina".

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La presidencia de esa delegación, que asumió desde el principio de la actual legislatura, le ha valido a Pineda unos cuantos problemas con las autoridades de Israel. El ministro de Asuntos Estratégicos, Gilad Erdan, escribió, por ejemplo, en julio de 2019 al entonces presidente de la Eurocámara, el italiano David Sassoli. Le solicitó que condenara las invitaciones que Pineda había cursado "a individuos [palestinos] vinculados al terrorismo" para que comparecieran ante los eurodiputados. Sassoli no le hizo caso.