La madre de Alves se arriesga a una condena de cárcel por difundir datos de la denunciante

La Fiscalía Provincial de Barcelona está estudiando la difusión de imágenes y datos personales de la joven a la que Dani Alves presuntamente violó hace un año, informan fuentes jurídicas. La propia madre del futbolista ha compartido a través de redes sociales una grabación de alrededor de un minuto que incluye su nombre y edad, además de distintos vídeos extraídos de sus perfiles en los que se la ve de fiesta y con amigas.

La mujer justifica la publicación de este vídeo como una forma de pedir "justicia" para su hijo, que el próximo 5 de febrero se sentará en el banquillo acusado de agresión sexual. La Fiscalía estudia ahora la posibilidad de abrir una investigación por estos hechos y, en todo caso, pedirá proteger la imagen de la joven durante su declaración en el juicio, avanzan desde el Ministerio Público.

La abogada de la joven, Ester García, también ha movido ficha y ya ha denunciado lo ocurrido ante los Mossos d'Esquadra. En otros casos similares, los responsables de difundir imágenes de víctimas de agresiones sexuales han acabado condenados a penas de cárcel por un delito contra la integridad moral y otro de revelación de secretos.

Delito contra la integridad moral

A falta de que Alves se siente en el banquillo, la difusión de los datos de la joven abre un nuevo capítulo que recuerda a lo ocurrido en otras causas mediáticas como la de La Manada. En 2018, en pleno proceso judicial sobre esta violación grupal, un hombre también difundió a través de internet datos e imágenes de la víctima para poner en duda la veracidad de sus acusaciones. En concreto, fotogramas de la violación que constaban en la causa, una copia de su DNI e información sobre la zona donde vivía.

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Cuatro años después, en noviembre de 2022, él mismo tuvo que sentarse en el banquillo por estos hechos y acabó aceptando una condena de dos años de prisión por un delito contra la integridad moral y otro de revelación de secretos. Al declararse culpable, su ingreso en prisión quedó suspendido con la condición de que no delinquiera en los siguientes tres años, teniendo que indemnizar a la joven con 20.000 euros y pagar una multa de otros 1.320. Al menos otros dos hombres también han sido condenados durante los últimos años por publicar fotografías de la víctima de La Manada.

El pasado diciembre, la Fiscalía Provincial de Valencia pidió a su vez cuatro años de cárcel para la exdirigente de Vox Cristina Seguí por los mismos delitos de revelación de secretos y contra la integridad moral. En este caso, los hechos se remontan a mayo de 2022, cuando publicó en Twitter y Telegram un vídeo en el que se veía a la presunta víctima de una agresión sexual cometida por adolescentes en la localidad valenciana de Burjassot ese mismo año.

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La grabación había sido realizada por la propia menor y recogía la conversación que había mantenido con otras dos amigas sobre la presunta agresión. "Está todo mal, no es una niña de 12 sino de 15 o 16, el sexo fue acordado y consentido y lo hicieron para hacerse famosas en TV gracias a medios de difusión como vosotros", denunció Seguí al compartir el vídeo.

Según defiende la Fiscalía, esta publicación buscó "menospreciar a las víctimas de una agresión sexual por su condición de tales, por tratarse de adolescentes de sexo femenino con el conocimiento de que podría provocar reacciones encendidas tanto dirigidas a ellas como a las víctimas de delitos sexuales, tal como efectivamente se produjo, llegando a ser trending topic".

La Fiscalía pide nueve años de cárcel para Alves

Mientras la madre cuestiona la veracidad del relato de la joven con este vídeo, la Fiscalía pide nueve años de cárcel para su hijo por agresión sexual. El futbolista se encuentra en prisión provisional desde el 20 de enero de 2023 y su defensa ha pedido que salga en libertad en varias ocasiones, pero tanto la jueza que instruyó la causa como la Audiencia de Barcelona han rechazado esta solicitud en todo momento. Según concluyó este último tribunal el pasado 14 de noviembre, "existen suficientes indicios" para enviarle a juicio.

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El escrito de acusación de la Fiscalía explica que, la madrugada del 31 de diciembre, Alves y otro hombre se encontraban en la zona vip de la discoteca Sutton de Barcelona e invitaron a la joven y sus dos amigas a unirse a ellos: "Inicialmente las mujeres rechazaron la invitación, si bien ante la insistencia, pues se les reiteró en una segunda ocasión, acudieron a la mesa (…), siendo las 03:20 horas". Los cinco comenzaron a bailar y, en los siguientes 20 minutos, Alves "le agarró la mano y se la acercó a la zona de su pene" en dos ocasiones.

A las 3:42, el futbolista se dirigió entonces a una segunda habitación de la zona vip y, dos minutos después, pidió a la presunta víctima que lo acompañara: "Desconociendo ella cómo era la zona privada a la que acababa de acceder, el procesado la introdujo en el pequeño aseo". "Al verse en ese cubículo, le pidió al procesado que la dejara salir, negándose a ello el procesado, quien empezó a manosearla, con ánimo lascivo y una clara intención de satisfacer sus deseos sexuales".

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La Fiscalía sostiene que le levantó el vestido, se bajó los pantalones y tiró de su pelo para tratar de "obligarla a practicarle una felación". También que "le propinó varias bofetadas en la cara" mientras ella le pedía "reiteradamente" que la dejara marchar: "Se sintió impresionada y sin capacidad de reacción, llegando a sentir que le faltaba el aire dada la situación de angustia y terror ante lo que estaba viviendo". Alves acabó penetrándola "sin usar preservativo y sin su consentimiento".

Las cámaras del local muestran cómo el futbolista salió del baño a las 4:00. Unos segundos después, ella hizo lo propio y se dirigió a donde una de sus amigas para pedirle que se marcharan del lugar. Mientras caminaba hacia la salida, "rompió a llorar por lo sucedido, siendo atendida por personal de la discoteca, que activaron el protocolo de agresiones sexuales". Alves y su acompañante también abandonaron la discoteca de forma inmediata y pasaron junto a la joven, pero no cruzaron "palabra alguna con ellas".