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El retorno de Irene Montero, última bala para erosionar a Yolanda Díaz por la izquierda
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La exministra, candidata a las europeas

El retorno de Irene Montero, última bala para erosionar a Yolanda Díaz por la izquierda

La supervivencia del partido que pasó de 69 a 5 escaños en 8 años, está ahora en manos de la exministra. A la misma hora, Díaz estaba lanzando su candidatura en Galicia, en una sala que no logró llenar

Foto: La exministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Rodrigo Jiménez)
La exministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Quedaban pocas cartas por repartir, en palabras de Pablo Iglesias, pero ya están todas sobre el tablero. Irene Montero oficializó este sábado que disputará a Sumar el "liderazgo" de la izquierda a la izquierda del PSOE en las próximas elecciones europeas, al arranque de junio. Montero retoma la primera línea casi seis meses después de verse apartada de las listas de Sumar, tras una calculada travesía por el desierto. La número dos del partido ejerce como la última bala de los morados para intentar arrebatar a Yolanda Díaz el timón de la izquierda, su objetivo último, como trasladaban hace escasos días fuentes de la cúpula de Belarra.

Hay satisfacción, casi ambiente festivo, entre los dirigentes más alineados con las tesis del núcleo duro. La decisión de lanzar a Montero como aspirante a candidata —antes debe ganar unas primarias—, llega sin que haya habido consulta alguna a la dirección. Distintas fuentes de la formación morada aseguran que esta apuesta estratégica, que estrecha el margen para futuribles acuerdos con Díaz, no ha pasado por los órganos de dirección.

No pasó por el último Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección política, ni se ha celebrado ninguno ex profeso, afirman. Podemos, el partido que censura a Sumar por no haber permitido la celebración de primarias, celebrará su propio proceso para oficializar la candidatura de la exministra de Igualdad, pero sabe que no hay competencia posible. Y cuenta con el apoyo de la secretaria general y el resto de la cúpula.

La crisis en la que están sumidos requiere desde hace tiempo de medidas urgentes, como asumen dirigentes del espacio, en su mayoría algo críticos. En solo ocho años han pasado de hacerse con 69 diputados a conformarse con cinco, hoy ya dentro del grupo mixto. Tienen gestoras en cuatro comunidades, aunque también deberán nombrar una en Madrid, y Belarra ya se ha comprometido a renovar las direcciones territoriales próximamente, sin especificar a cuántas regiones y municipios abarca su compromiso.

El núcleo duro diseñó una puesta en escena en la que la secretaria general pedía a Montero que se anime a postularse como candidata. La número dos morada respondió afirmativamente. Y los dirigentes más afines, así como las bases allí presentes, corrieron a celebrarlo. Un veterano exdirigente lamentaba este nuevo paso: la profundización en una hoja de ruta que pasa por el culto a sus propias siglas y el enfrentamiento indisimulado con Sumar, apunta.

Foto: Yolanda Díaz, Irene Montero y Enrique Santiago. (EFE/Kiko Huesca)

Exdirigentes ya apartados del núcleo duro también lamentan esta deriva. Interpretan que la nueva estrategia pasará por la confrontación constante hasta las europeas. Y, a partir de ahí, "se repartirán nuevas cartas", que diría su histórico secretario general. El sistema de circunscripción única permitirá que Sumar y Podemos comparen resultados, voto a voto, sin penalizaciones fruto del sistema electoral, sin distorsiones entre provincias.

En Sumar asumen que una lista liderada por Montero puede hacerse con un par de escaños, y que estos son absolutamente imprescindibles para dar oxígeno al proyecto de Díaz. No estará en juego el Gobierno ni el equilibrio parlamentario (no más que ahora). Pero los morados, que no tienen que pagar peajes al PSOE por estar en el Gobierno, tienen carta blanca para actuar, para vender sus recetas más duras, para volver a la épica de sus inicios. Para confrontar con el Partido Socialista y criticar la "tibieza" —Belarra dixit— de sus rivales inmediatos.

Foto: Roberto Sotomayor, Pablo Iglesias y Alejandra Jacinto. (EFE/J.P. Gandul)

Sumar, que respondió a la ruptura unilateral frustrando el deseo de los morados de quedarse con presidencias y portavocías en comisiones, ha mantenido un comportamiento errático en los últimos días, como reconocen figuras de este espacio. De la amenaza de llevar a Podemos ante el Pacto Antitransfuguismo tras el divorcio político, pasaron a asumir que no darían pasos en contra de los morados, solo tres días después.

Tampoco hay visos de acercamiento para concurrir juntos a las elecciones en Galicia, aunque en Euskadi todavía haya opciones. Del otro lado del ring, la vicepresidenta segunda celebró este sábado la puesta de largo de su candidatura en su tierra, todavía con muchos flecos abiertos, y con biombos desplegados para tapar los huecos vacíos de Palexco (A Coruña). La consigna oficial en la dirección de Sumar es obviar los movimientos de los morados, no concederles ni un ápice de protagonismo. Así ha sido, con escasas excepciones, durante el último año.

Foto: Yolanda Díaz, en Euskadi, durante la campaña. (EFE/David Aguilar)

Hay cierta insatisfacción entre algunos dirigentes de la coalición que lidera, toda vez que no ha sido capaz de anticiparse a los movimientos de Montero, que en determinados espacios se antojaba más que previsibles. De nuevo, Podemos ha dibujado el marco, ha dado el primer paso, y ahora Sumar tendrá que reaccionar con la presentación anticipada de su candidata. Todavía, con el partido sin armar, y sin fecha cerrada para lanzar sus propias listas.

"No estamos aquí para conformarnos con unas migajas en el reparto del poder del bipartidismo, a cambio de silencio y de dejar las cosas como están". "Estamos aquí para cambiar las reglas del juego", "para cambiarlo todo", afirmó Montero este sábado. Podría haber firmado estas palabras hace meses o años, pero las lanza ahora, a las puertas de un ciclo electoral que coge al conjunto de la izquierda desmovilizada, agotada. En Sumar restan importancia al desafío, mientras los morados celebran que hoy, por fin, no tienen nada que aparentar. Su hoja de ruta está clara, y al otro lado siguen en silencio.

Quedaban pocas cartas por repartir, en palabras de Pablo Iglesias, pero ya están todas sobre el tablero. Irene Montero oficializó este sábado que disputará a Sumar el "liderazgo" de la izquierda a la izquierda del PSOE en las próximas elecciones europeas, al arranque de junio. Montero retoma la primera línea casi seis meses después de verse apartada de las listas de Sumar, tras una calculada travesía por el desierto. La número dos del partido ejerce como la última bala de los morados para intentar arrebatar a Yolanda Díaz el timón de la izquierda, su objetivo último, como trasladaban hace escasos días fuentes de la cúpula de Belarra.

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