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Feijóo agita al PP con el guiño a Puigdemont: "No es momento de carantoñas a un prófugo"
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Feijóo agita al PP con el guiño a Puigdemont: "No es momento de carantoñas a un prófugo"

El partido considera un "tiro en el pie" poner en valor la "sinceridad" del líder de Junts. Génova quiere recomponer los lazos con el PNV y la formación independentista si echa a andar la legislatura

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Europa Press/Kike Rincón)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Europa Press/Kike Rincón)

Desconcierto es el término que mejor define lo que este jueves se sintió en las filas del PP cuando Alberto Núñez Feijóo se reafirmó y puso en valor la honestidad de Carles Puigdemont. “Es más claro y sincero que Sánchez en sus reivindicaciones”, defendió al ser preguntado por las declaraciones realizadas el miércoles en una conferencia en Barcelona, donde había mostrado su “respeto” por el líder de Junts y reconocido haber mantenido contactos “indirectos” con la formación independentista. En un primer momento, se atribuyó al “efecto ambiente” el tono conciliador del gallego, que apeló a un entendimiento con el nacionalismo catalán. “Se ha dejado llevar, porque estaba rodeado de empresarios catalanes”, justificaban.

Veinticuatro horas después, los barones consultados no entendían por qué el líder insistía en un posicionamiento que califican de “error”. El grado de beligerancia era diferente en cada territorio de los consultados por este medio. Por un lado, incredulidad. "¿Qué busca Feijóo con esto de Puigdemont?". Pero también rechazo entre los más duros: “Es el peor momento para ir a Cataluña a hacer carantoñas a un prófugo de la Justicia que le va a dar la gobernabilidad a Sánchez”. La crítica entre los cargos del partido va más allá del fondo, donde reconocen que Feijóo siempre ha sido “condescendiente” con los nacionalismos, y se centra en la oportunidad.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Pablo Garrigós)

“Desde la bancada del PSOE nos van a gritar lo de que Puigdemont es de fiar”, apunta un parlamentario popular que siente que “nos hemos dado un tiro en el pie”. Hasta el momento, la estrategia de Génova ha sido denunciar la falta de escrúpulos de Sánchez a la hora de pactar con un huido de la Justicia. En su discurso de investidura, el eje principal era que él, a diferencia del presidente en funciones, no estaba dispuesto a pactar a cualquier precio con cualquiera. “Puigdemont para nosotros es la bicha”, defendían los populares, mientras recordaban que son ellos los que convocan manifestaciones contra la amnistía donde se grita “Puigdemont a prisión”.

No es la primera vez que Feijóo descoloca a buena parte de su partido con su postura sobre Cataluña. Tampoco será la última. En septiembre, tuvo que rectificar tras haberse mostrado a favor de sentarse con Junts de cara a la ronda de contactos que mantuvo para buscar los cuatro votos que le separaban de la Moncloa. Un mes después, habló del “encaje” de Cataluña en España. Y el plan de la dirección nacional para esta legislatura, si finalmente Sánchez repite en la Moncloa, pasa por acercar posturas con Junts y el PNV. Fuentes de la planta noble de Génova reconocen que hay que “romper” la política de bloques porque ahora “estamos aislados”.

Foto: Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra. (EP/Eduardo Parra)

El análisis que se hace es que las elecciones del 23-J evidenciaron que “solo con Vox no volveremos a gobernar”. En el entorno más cercano de Feijóo, la posición dominante es que hay que volver a tender puentes a los partidos nacionalistas de derechas. Los populares asumen que en lo económico sus posturas son muy cercanas a Junts y al PNV y que habrá votaciones en las que se pondrán de acuerdo. De hecho, se intentará siempre que sea posible erosionar la mayoría parlamentaria de Sánchez. El grupo parlamentario popular está dispuesto a tener una interlocución de “normalidad” con vascos y catalanes.

El objetivo es ampliar el espacio, según fuentes de la dirección, de cara al escenario que se abrirá tras las elecciones en Cataluña y País Vasco. Si en el primer caso se consuma un adelanto electoral que ya se da por hecho, en ambas autonomías se votará el próximo año. El PP espera que la contienda electoral entre Junts-ERC y PNV-Bildu con el PSOE en medio acabe desestabilizando el tablero nacional. En el País Vasco, los socialistas podrían tener que elegir entre hacer lendakari a Arnaldo Otegi o a Iñigo Urkullu. Aquí, Génova explotaría la grieta con el PNV en caso de que se decantasen por Bildu. Con Cataluña, la posición de Sánchez es también incómoda, dado que el cabeza de lista por el PSC, Salvador Illa, tiene aspiraciones de arrebatar la Generalitat al independentismo.

En paralelo, la dirección nacional trabaja para relanzar el partido en ambas comunidades. En el País Vasco lo hará con Javier de Andrés y un discurso capaz de atraer al electorado que se sienta incómodo por los acuerdos en Madrid del PNV con Sánchez. Feijóo apuesta por “ser el PP del País Vasco, no el PP en el País Vasco”. El relevo en Cataluña se ha pospuesto ante el pulso a la dirección del actual líder, Alejandro Fernández, que quiere seguir al frente. Feijóo apuesta por la eurodiputada Dolors Montserrat o el alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes. Uno de los retos de Feijóo será recolocar el discurso de los populares en dos territorios que se le resisten y donde las posiciones de las diferentes sensibilidades del PP son antagónicas. Españolistas versus catalanistas. “Se nos va a hacer muy larga la legislatura”, apunta un veterano de la era Rajoy.

Desconcierto es el término que mejor define lo que este jueves se sintió en las filas del PP cuando Alberto Núñez Feijóo se reafirmó y puso en valor la honestidad de Carles Puigdemont. “Es más claro y sincero que Sánchez en sus reivindicaciones”, defendió al ser preguntado por las declaraciones realizadas el miércoles en una conferencia en Barcelona, donde había mostrado su “respeto” por el líder de Junts y reconocido haber mantenido contactos “indirectos” con la formación independentista. En un primer momento, se atribuyó al “efecto ambiente” el tono conciliador del gallego, que apeló a un entendimiento con el nacionalismo catalán. “Se ha dejado llevar, porque estaba rodeado de empresarios catalanes”, justificaban.

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