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La 'kale borroka' de enólogos franceses que está derramando vino español en la frontera
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LAS UVAS DE LA IRA

La 'kale borroka' de enólogos franceses que está derramando vino español en la frontera

En un episodio que recuerda los conflictos de hace una generación, bodegueros franceses han atacado camiones con vino español en la frontera. Son un pequeño grupo radicalizado de Aude.

Foto: Los bodegueros franceses protestan contra las importaciones españolas. (EFE/Guillaume Horcajuelo)
Los bodegueros franceses protestan contra las importaciones españolas. (EFE/Guillaume Horcajuelo)
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El pasado jueves 19 de octubre, un grupo de unos 400 bodegueros franceses del departamento de Languedoc-Rosellón establecieron en uno de los peajes de la autopista A9, a apenas siete kilómetros de la frontera con España, una barricada selectiva de neumáticos ardiendo. Los coches podían pasar, pero los camiones procedentes de España eran retenidos. Entonando el "¡no pasarán!", escanearon los convoyes hasta encontrar una víctima propicia: un pequeño camión de la empresa tarraconense de transporte F. Ramos que transportaba vino espumoso.

El camión se dirigía a la sede que la empresa Maison Johanès Boubée tiene en Nimes. Esta compañía se dedica a recibir el vino y embotellarlo para el grupo Carrefour.

"No tenemos ninguna notificación por parte de ningún ente gubernamental, absolutamente nada", explica a El Confidencial Nacho Ramos, director de Ventas y Operaciones de la empresa de transporte. "Tampoco se han puesto en contacto con nosotros para interesarse por el conductor o si necesitamos ayuda para realizar la reclamación del incidente", lamenta.

También fue atacado un segundo camión con botellas de Freixenet, que fueron destrozadas por los manifestantes, convocados por el Sindicato de Viticultores de Aude en Le Boulou, a las afueras de Perpiñán. "Por suerte, a nosotros es la primera vez que nos ha pasado y esperamos sea la última", dice Ramos, aunque, "por supuesto, no tenemos garantías de que no vuelva a ocurrir".

Por qué ahora

Los enólogos franceses fueron convocados por el sindicato ese día a las ocho de la mañana en el Parque de Exposiciones de Narbona, a 75 kilómetros de Le Boulou. En el pasado les había ocurrido que la policía se les había anticipado e impedido armar las barricadas. Por ejemplo, en mayo de 2017 trataron de hacer una protesta similar para exigir que les devolvieran unas ayudas europeas a los mostos concentrados, pero fue neutralizada. Por eso, en esta ocasión se habla de una manifestación sorpresa.

Aunque las escenas recuerdan a aquellas de los años ochenta y noventa —en las que los agricultores franceses se mostraban muy beligerantes contra los productos españoles por la amenaza que suponía nuestro país como nuevo miembro de la Unión Europea, ya que hasta entonces ellos eran los grandes perceptores de las ayudas PAC— la situación en la actualidad no puede ser más diferente. De hecho, los ataques han sorprendido incluso a otros viticultores de otras zonas de Francia.

José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino, matiza que los asaltantes pertenecen a Aude, una pequeña demarcación dentro de la región de Languedoc, "es una zona especializada en vinos de gamas medias que lleva unos años con una crisis endémica y donde el conflicto con los viticultores se ha convertido en algo tradicional".

El líder de este sindicato, el enólogo Frédéric Rouanet, alentó desde un escenario el otro día a sus camaradas: "¡Hay que intervenir contra la amenaza de desaparición de nuestra viticultura!". El número de bodegueros convocados la semana pasada duplicaba a los convocados seis años antes, lo que da una idea del malestar que se respira en la región y del liderazgo de Rouanet para estos viticultores. En el pasado, su ímpetu le ha llevado a ser demandado por la federación francesa de asociaciones ambientales, que le llevó ante el juez por injuriarles en un artículo, donde escribía que "los ecologistas nos están engañando con el régimen de Vichy" o "¡Como en los 40! ¡Los colaboradores han vuelto, a sueldo de la ecología nazi!".

placeholder Viticultores franceses destruyen un envío de tomates procedentes de España en el peaje de Le Boulou. (EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo)
Viticultores franceses destruyen un envío de tomates procedentes de España en el peaje de Le Boulou. (EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo)

El discurso con el que se plantaron en el puesto de peaje dispuestos a cortar la A9 consiste en que, debido al aumento de los costes por la inflación y las adversidades climáticas de los últimos cuatro años, su vino ha perdido competitividad contra los caldos baratos que cruzan La Junquera desde España. "Nos manifestamos contra la importación de vino español, desestabiliza todo el mercado francés", dijo a cámara Fabien Mariscal, presidente de Jóvenes Agricultores del Aude, mientras el camión español vertía su contenido en la cuneta.

Vino español, chivo expiatorio

El discurso, sin embargo, no se sostiene a tenor de los datos del sector en Francia. "Las importaciones desde España llevan cayendo desde 2016", indica Benítez. "Es verdad que Francia sigue siendo un comprador importante de vino a granel español, al igual que Italia o Alemania".

Tras el amago de boicot de 2017, España y Francia crearon un comité mixto al que más tarde se unió Italia. El objetivo era tener un foro donde poner sobre la mesa problemas comunes que afectaran al sector agroalimentario, así como posibles conflictos, sin que tuvieran que repetirse aquellas imágenes. La siguiente reunión tendrá lugar en menos de dos meses, el 5 de diciembre en París. "Ese es el foro para exponer los problemas, que además no afectan solo a los productores de Languedoc sino a los de toda Francia, Italia y España", indica el director del FEV.

placeholder Viticultores franceses destruyen un envío de tomates procedente de España en el peaje de Le Boulou. (EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo)
Viticultores franceses destruyen un envío de tomates procedente de España en el peaje de Le Boulou. (EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo)

En todo el mundo, el sector del vino sufre una contracción del consumo que se manifiesta especialmente en los tintos y los rosados. Dentro de este escenario, que para Benítez no es preocupante, sino fruto de las oscilaciones naturales del mercado, Francia ha escapado bastante bien este año: "Han tenido una cosecha muy buena, a diferencia de nosotros, por lo que se situarán como primer productor europeo este año", apunta Benítez.

¿Entonces, por qué la protesta? La clave, una vez más, está en el dinero. Pese a que el Gobierno francés ha movilizado unos 200 millones de euros en ayudas para destilación de crisis en el sector del vino —el Gobierno utiliza ese dinero para retirar del mercado una parte de la producción de vino y emplearla para obtener alcohol etílico, equilibrando así la oferta y la demanda— hay otro tipo de ayudas especiales para paliar la subida de costes que se ha ofrecido a los ganaderos, pero no a los productores de vino. Eso es exactamente lo que el sindicato del Aude busca al reventar los camiones con vino español.

"Lo veo más como una forma de llamar la atención dirigida a su propio Gobierno", indica este ingeniero agrónomo vinculado al negocio del vino. La maniobra les salió muy bien, solo han necesitado vaciar una cisterna y tirar unas cajas de tomate para aparecer en los telediarios de todo el país, y aunque muchos bodegueros en Francia se han indignado por lo desproporcionado de la medida, han logrado poner la pelota en el tejado de Macron. Animado por el resultado del pasado jueves, Rouanet ha animado a los díscolos bodegueros occitanos a no levantar el pie del acelerador.

El pasado jueves 19 de octubre, un grupo de unos 400 bodegueros franceses del departamento de Languedoc-Rosellón establecieron en uno de los peajes de la autopista A9, a apenas siete kilómetros de la frontera con España, una barricada selectiva de neumáticos ardiendo. Los coches podían pasar, pero los camiones procedentes de España eran retenidos. Entonando el "¡no pasarán!", escanearon los convoyes hasta encontrar una víctima propicia: un pequeño camión de la empresa tarraconense de transporte F. Ramos que transportaba vino espumoso.

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