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Sánchez negocia con sus socios un acuerdo de largo alcance para asegurarse cuatro años
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Reunión con BNG y PNV

Sánchez negocia con sus socios un acuerdo de largo alcance para asegurarse cuatro años

Patxi López desvela que esta primera ronda de conversaciones sirve para establecer "el marco" y no aventura una fecha para el debate de investidura

Foto: Patxi López, portavoz parlamentario del PSOE, en el Congreso. (EFE/Zipi)
Patxi López, portavoz parlamentario del PSOE, en el Congreso. (EFE/Zipi)

Pedro Sánchez quiere lograr una investidura por la vía del acuerdo de legislatura. Ese es el planteamiento que está poniendo sobre la mesa el presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista en las reuniones que ya ha celebrado con sus socios para seguir como inquilino de la Moncloa. Es el balance que se puede hacer después del encuentro del líder del PSOE con Yolanda Díaz, Néstor Rego y Aitor Esteban, los representantes de Sumar, BNG y PNV. Con los primeros tiene vocación de armar una nueva coalición y los otros dos forman parte de los socios habituales del pasado mandato. Y los socialistas pretenden que siga siendo así en los próximos cuatro años, desterrando cualquier sospecha de una legislatura corta.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha explicado después de las reuniones con nacionalistas gallegos y vascos que las conversaciones van encaminadas a ese acuerdo de largo plazo. "No basta una investidura", ha apuntado el dirigente socialista. Y eso es algo que comparten, por ejemplo, en el PNV, ya que el portavoz jeltzale se ha pronunciado en los mismos términos este martes tras la reunión que ha mantenido con Sánchez, en la que ha estado María Jesús Montero. La presencia de la ministra de Hacienda no es baladí, ya que esa voluntad por un acuerdo a largo plazo requiere, al menos, tres pactos presupuestarios en una legislatura, como ha ocurrido en la que acaba de terminar.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), durante su encuentro con la líder de Sumar, Yolanda Díaz (d). (EFE/Fernando Alvarado)

La idea que manejan en el PSOE es que las propuestas de los grupos no son de aplicación inmediata, sino que requieren de ese tiempo que da una legislatura. Y, además, son medidas que seguramente tendrán un reflejo presupuestario. "Así es más fácil llegar a un acuerdo para cuatro años", explican fuentes socialistas. Lo que nadie en el seno del PSOE se atreve a aventurar es la fecha en que las conversaciones cuajarán y darán paso a la concreción de una fecha para el debate de investidura de Sánchez. Lo que se da casi por seguro es que será después de la jura de la Constitución de la princesa de Asturias, prevista para el próximo 31 de octubre, día del 18 cumpleaños de Leonor de Borbón.

En estas primeras reuniones, Sánchez está estableciendo "el marco" y atendiendo a las posiciones iniciales de los socios de su potencial investidura. Será después de esta ronda cuando los grupos y el PSOE entren en faena, con propuestas concretas. En cualquier caso, las reacciones de López y de los distintos portavoces que se han visto con el presidente en el Congreso son positivas. Le ocurrió a Yolanda Díaz el pasado miércoles, aunque tanto socialistas como izquierdistas se dieron todo el mes de octubre para cerrar un acuerdo programático antes de abordar el reparto de las carteras ministeriales y comenzar a sacar nombres a la palestra. Y en el mismo sentido se han pronunciado Rego y Esteban.

La siguiente fase de las negociaciones, ya sobre propuestas concretas, estará marcada por una total discreción

Lo que viene ahora será mucho más discreto, admiten tanto los socios como el PSOE. El modus operandi será similar al que siguieron los socialistas con la negociación de la Mesa del Congreso que acabó con la elección de Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja. Pero antes el presidente debe verse con UPN, Coalición Canaria y ERC, este miércoles; y Junts per Catalunya y EH Bildu, este viernes. Lo previsible es que la conversación con los foralistas navarros tenga un tono similar a la que se produjo el lunes con Alberto Núñez Feijóo. Al popular, Sánchez no llegó a pedirle el apoyo, sino "respeto" al proceso. El papel de bisagra que se autootorgan los nacionalistas canarios anticipa una actitud más propositiva de los socialistas respecto a esa "agenda canaria" que reclaman desde las islas.

La lógica dice que con ERC y EH Bildu el talante será más parecido al de las reuniones con PNV y BNG, pero en el PSOE son conscientes de que la escenificación de los acuerdos, cuando lleguen, será relevante. "Nadie quiere firmar el último", reconoce una fuente de Ferraz. La incógnita está, como viene ocurriendo casi desde el 24 de julio, en Junts per Catalunya. Los de Carles Puigdemont han dejado claro que votarán a favor o en contra, que no habrá abstención. El reto de los socialistas es sumarlos a lo que Pablo Iglesias llamaba "el bloque de la gobernabilidad del Estado", algo que los neoconvergentes negaban, hasta el momento.

Pedro Sánchez quiere lograr una investidura por la vía del acuerdo de legislatura. Ese es el planteamiento que está poniendo sobre la mesa el presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista en las reuniones que ya ha celebrado con sus socios para seguir como inquilino de la Moncloa. Es el balance que se puede hacer después del encuentro del líder del PSOE con Yolanda Díaz, Néstor Rego y Aitor Esteban, los representantes de Sumar, BNG y PNV. Con los primeros tiene vocación de armar una nueva coalición y los otros dos forman parte de los socios habituales del pasado mandato. Y los socialistas pretenden que siga siendo así en los próximos cuatro años, desterrando cualquier sospecha de una legislatura corta.

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